Maravilloso este artículo. Lo que pasa es que no se habla lo suficiente de la dignidad humana y de la elegancia que es la exteriorización de aquello hermoso que tiene sólo el ser humano en su interior; por eso debe cuidarse el cuerpo para que sea una auténtica donación al otro yo al casarse para toda la vida. No le echemos la culpa a los demás. Preguntémonos cada uno qué hemos hecho o estamos haciendo para que esta generación se aprenda a valorar contra corriente si hace falta. Enseñémosles a quererse mucho y a valorar su autoestima que se apoya en ser hijos de Dios auténticos. Y por si acaso, comencemos con nosotros mismos, en aprender en no abrir la mano en detalles pequeños, aunque parezcan insignificantes; no nos hagamos los tontos, todos tenemos malicia y eso no es obviable para una generación sana.
LA VERDAD; QUÈ TODOS LOS PADRES DEVEMOS, DE ABLARLES HOY EN DÌA HA NUSTROS HIJOS QUÈ ESTAN ENTRANDO. A LA ADOLESCENCIA SOBRE, LOS RIESGOS DE LA SEXUALIDAD. PORQUÈ SI NO LO ENSEÑAMOS LO QUÈ ES LA RELACCIÒN Y LA PREVECCIÒN CON LA SEXUALIDAD. QUÈ HOY EN DÌA, TODAS LAS JOVENCITAS SALEN ENBARAZADAS,XQ NO ANTENIDO. PROTECIÒN Y AYUDAS DE SUS PADRES.SOBRE LO QUÈ ES EL RIESGO A LA HORA DE SU NOSVIAJOS Y ES PORESO QUÈ MUCHAS CHICAS SALEN CON NEL EMBARAZO. LUCAS ARGENTINAA
Absolutamente de acuerdo con su articulo sobre sexualidad, el problema que existe en la actualidad para la humanidad y los jovenes y adolescentes especialmente, es que tal acto se ha degenerado tanto y se le da una importancia plena existencial, como si dependiera de ello vivir o morir, es inaudito que sacerdotes, obispos o cualquier persona en el mundo aun laicos, publicistas, politicos, solo piensen que lo mejor para proteger a un ser humano es mal informandolo y dandole libertades sobre algo que solo DIOS puede y es capaz de controlar (la natalidad) que por cuestiones de salud.NO SERIA MEJOR ACASO, enseñar valores sujetos a virtudes cristianas, que pongamos en practica para agradar a DIOS en todo cuanto hagamos y con ello sentirnos complacidos nosotros mismos como obedientes hijos del SEÑOR.
Maravilloso este artículo. Lo que pasa es que no se habla lo suficiente de la dignidad humana y de la elegancia que es la exteriorización de aquello hermoso que tiene sólo el ser humano en su interior; por eso debe cuidarse el cuerpo para que sea una auténtica donación al otro yo al casarse para toda la vida. No le echemos la culpa a los demás. Preguntémonos cada uno qué hemos hecho o estamos haciendo para que esta generación se aprenda a valorar contra corriente si hace falta. Enseñémosles a quererse mucho y a valorar su autoestima que se apoya en ser hijos de Dios auténticos. Y por si acaso, comencemos con nosotros mismos, en aprender en no abrir la mano en detalles pequeños, aunque parezcan insignificantes; no nos hagamos los tontos, todos tenemos malicia y eso no es obviable para una generación sana.
LA VERDAD; QUÈ TODOS LOS PADRES DEVEMOS, DE ABLARLES HOY EN DÌA HA NUSTROS HIJOS QUÈ ESTAN ENTRANDO. A LA ADOLESCENCIA SOBRE, LOS RIESGOS DE LA SEXUALIDAD. PORQUÈ SI NO LO ENSEÑAMOS LO QUÈ ES LA RELACCIÒN Y LA PREVECCIÒN CON LA SEXUALIDAD. QUÈ HOY EN DÌA, TODAS LAS JOVENCITAS SALEN ENBARAZADAS,XQ NO ANTENIDO. PROTECIÒN Y AYUDAS DE SUS PADRES.SOBRE LO QUÈ ES EL RIESGO A LA HORA DE SU NOSVIAJOS Y ES PORESO QUÈ MUCHAS CHICAS SALEN CON NEL EMBARAZO. LUCAS ARGENTINAA
Absolutamente de acuerdo con su articulo sobre sexualidad, el problema que existe en la actualidad para la humanidad y los jovenes y adolescentes especialmente, es que tal acto se ha degenerado tanto y se le da una importancia plena existencial, como si dependiera de ello vivir o morir, es inaudito que sacerdotes, obispos o cualquier persona en el mundo aun laicos, publicistas, politicos, solo piensen que lo mejor para proteger a un ser humano es mal informandolo y dandole libertades sobre algo que solo DIOS puede y es capaz de controlar (la natalidad) que por cuestiones de salud.NO SERIA MEJOR ACASO, enseñar valores sujetos a virtudes cristianas, que pongamos en practica para agradar a DIOS en todo cuanto hagamos y con ello sentirnos complacidos nosotros mismos como obedientes hijos del SEÑOR.