¿Otros vuelco a las teorías evolutivas?
La revista “Nature” (27-Por-2004) ha publicado el descubrimiento, por científicos australianos, de un nuevo tipo de homínido bautizado como homo floresiensis o, más familiarmente «Hobbit», en la isla indonesia de Flores.
Hasta el momento se han encontrado restos de ocho individuos de hace entre 38.000 y 18.000 años.
El homo floresiensis mide 1 metro de altura y tiene el cráneo muy pequeño (380cc. de capacidad craneal frente a nuestros 1450 cc.), pero aparentemente utilizaba herramientas, con las que parece que cazaba hasta pequeños elefantes.
Los investigadores piensan que homo floresiensis podría descender de homo erectus, porque sus capacidades, como el uso del tipo de herramientas que se han encontrado, eran semejantes.
El Homo erectus aparece en África hace más de un millón y medio de años y se extiende, con bastante rapidez, por algunos lugares de Europa y de Asia: se encuentran restos en China y Java, que pertenece al mismo archipiélago que la pequeña isla de Flores.
Usualmente, las especies animales que viven en islas donde hay pocos predadores se van volviendo más pequeñas a lo largo de distintas generaciones y sufren adaptaciones a las condiciones del entorno —como los pinzones de Darwin en las islas Galápagos: la forma y robustez de sus picos depende de la dieta propia de cada isla—. Los homínidos, en cambio, sólo se adaptan en rasgos cuantitativos como el tamaño o el color de la piel, como parece ser el caso homo floresiensis: sustancialmente sus relaciones con el entorno habrían sido las mismas que las de homo erectus.
Hasta ahora, se creía que el último pariente cercano del hombre moderno había muerto mucho antes de la época en que habría vivido «Hobbit». Lo que lleva a pensar a algunos expertos que el descubrimiento es tan impresionante que rescribirá la historia de la evolución.
Esto se suele decir casi siempre que se encuentra un fósil nuevo, pero es verdad sólo en parte, como veremos.
Fundamentalmente hay dos concepciones sobre el aparición de homo sapiens:
La teoría multirregional, que postula un origen antiguo y multigenético de las actuales razas humanas a partir de las respectivas poblaciones —africana, asiática, etc.— de homo erectus.
La teoría africana, que afirma un origen reciente —hace unos 100.000 años— y muy localizado de nuestra especie a partir de una reducida población en África.
Esta última es apoyada por los datos genéticos sobre poblaciones humanas actuales, y cada vez se reafirma más, ya que todos los restos fósiles encajan en ella.
Precisamente el descubrimiento de homo floresiensis apoyaría que el homo erectus asiático habría mantenido sus características esenciales prácticamente invariables hasta “casi” la actualidad, lo que es un argumento más en contra de la teoría multirregional.
Finalmente habría que decir que este descubrimiento reafirma la coexistencia de distintas especies de homínidos hasta épocas recientes —ya hace 60.000 años el homo sapiens había llegado a Australia—, pero sólo la nuestra ha sobrevivido.
Arvo Net