¿Cómo quieres vivir esta Cuaresma?

Comienza la cuaresma, un año más, una llamada más, una oportunidad para hacer penitencia y renovarnos interiormente  para preparar la Pascua del Señor.

A partir de esta semana, la liturgia de la Iglesia nos estará invitando a través de las lecturas a entrar en una profunda reflexión sobre nuestra vida, sobre los motivos que nos mueven a hacer lo que hacemos, purificando la mente, el corazón y el alma para recomenzar de nuevo o para aquellos que ya caminan en Cristo para unirse más profundamente a su amor.

Muchos esperamos impacientes el día miércoles,  vamos a ponernos la ceniza. Muchos niños por primera vez tendrán esta experiencia y si los adultos sabemos explicárselos bien y sobre todo damos ejemplo de convicción en esta enseñanza de la Iglesia, serán tocados para siempre en su alma, mente y corazón.

¿Estaremos conscientes todos que significa el miércoles de ceniza para el cristiano? ¿Sabemos con qué tipo de espíritu, consciencia, entrega pudiéramos vivir en esos días y lo que hace en nuestra alma si lo hacemos bien?

Cuando nos dirigimos hacia el altar para la imposición de las cenizas en nuestra frente, el sacerdote nos recuerda las palabras del Génesis después del pecado original: “Memento homo, quia pulvis es… “Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te has de convertir”.

Memento homo…. Acuérdate… sí, creo que la primera soy yo,  que me olvido fácil del Señor.  Se me hace difícil seguir muchas veces. Especialmente cuando me pasan cosas que no comprendo.

Aún y cuando sé que esta es la vida de un cristiano muchas veces pierdo de vista que sin el Señor no somos nada.

Cuánta es la sabiduría de la Iglesia,  que sabe lo que necesitan sus hijos y cada año nos invita, poniendo como punto de partida la imposición de la ceniza en nuestra frente,  a que nos despeguemos de las cosas de la tierra, de los deseos que nos mueven y de tantas cosas más para volver los ojos y el corazón a Él; y nos convirtamos.

Pero ¿qué quiere decir convertirse?  Convertirse es creer.   Bajar los brazos. Rendir la propia inteligencia a la fe, al mensaje que trajo Jesús, que viene para morir por ti y por mí, para que seamos buenos, para que entremos al cielo y conozcamos la plenitud de la felicidad.

¿Y de qué nos debemos convertir?  Del pecado que nos nubla el entendimiento,  llena de maleza el corazón y lo endurece.

Hay que orar mucho los unos por los otros. Hay que orar por todos los miembros de la Iglesia, por los que estando heridos quieren servir a Dios. Para que  en este tiempo de apariencias, sonidos y luces seamos muchos más lo que nos acerquemos a Dios para poder iluminar a los que se han dejado seducir por lo que no es la verdad.

Jesús vino por cada uno de nosotros y por ellos.

Todos somos ellos

Un día yo vivía entre ellos y Jesús se me presento, encontrando en mí un corazón contrito, necesitado, adolorido, conocedor de sus faltas y pecados y dispuesta a eliminarlos.

“os acordaréis de vuestros malos caminos, de vuestros días que no fueron buenos” nos dice Ezequiel 36:31,32.

Esta semana representa una gran oportunidad para vivir un miércoles diferente. Me pregunto ¿qué podría pasar en el corazón de nosotros los cristianos si no hiciéramos esto sólo un miércoles al año? ¿Qué podría transformarse e iluminarse en nuestro propio corazón sin cada miércoles nos dedicáramos a pensar que somos polvo de la tierra y que a ese polvo vamos a volver?

Pienso que nuestra perspectiva de lo que queremos cambiaria. Pienso que nos abandonaríamos a servirnos unos a otros; a amarnos unos a otros con completa caridad.  ¿Acaso no es esto lo que mostraba Jesús cuando  miró a Pedro? ¿Acaso no es esto lo que nos enseñó Jesús cuando lo perdonó?

San Juan Pablo II nos dejó escrito que: “convertirse quiere decir para nosotros buscar de nuevo  el perdón y la fuerza de Dios en el Sacramento de la reconciliación y así volver empezar siempre, avanzar cada día”.

Yo me invito y te invito a que este miércoles de ceniza nos preguntemos:

“¿Por qué voy hoy a imponerme la ceniza? ¿Para qué decido ir este miércoles a imponerme la ceniza?”

Tratemos de que cada uno se haga un plan concreto de trabajo sobre el alma, recordemos la penitencia, la mortificación, el perdón, la oración… y sepamos qué hacer para poder ofrecer obras dignas, diariamente al Señor, durante esta Cuaresma que comienza hoy.

Mirémosla y vivámosla como un tiempo de gracia que se nos da, una oportunidad única de purificación, desintoxicación, cambio y esperanza.

FIRMASHEILA

Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
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Sheila Morataya es la Editora de la sesión de la mujer desde la creación de encuentra.com Es psicoterapeuta, coach de vida y talento para la radio y la televisión en los Estados Unidos. Actualmente es Productora Ejecutiva para Relevant Radio en español en los Estados Unidos. Autora de 6 libros entre ellos «El espejo: ámate tal como eres».

Cuando no está trabajando puedes encontrarla sembrando flores, dando clases de desarrollo personal a jovencitas o cocinando para su familia. Puedes escribirle a  sheila@sheilamorataya.com

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