Plegaria Eucarística

-Prefacio -Santo -Invocación al Espíritu Santo (1ª) -Relato y consagración -Memorial y ofrenda -Invocación al Espíritu Santo (2ª) -Intercesiones -Doxología final.
El ápice de toda la celebración

La cima del sacrificio de la misa se da en la plegaria eucarística, que en el Occidente cristiano se llama canon, norma invariable, y en el Oriente anáfora, que significa llevar de nuevo hacia arriba. En ningún momento de la misa la distracción de los participantes vendrá a ser más lamentable. Es el momento de la suma atención sagrada.

 

«Ahora es cuando empieza el centro y el culmen de toda la celebración, a saber: la plegaria eucarística, que es una plegaria de acción de gracias y de consagración. El sacerdote invita al pueblo a elevar el corazón hacia Dios en oración y acción de gracias, y se le asocia en la oración, que él dirige, en nombre de toda la comunidad, por Jesucristo, a Dios Padre. El sentido de esta oración es que toda la congregación de los fieles se una con Cristo en el reconocimiento de la grandeza de Dios y en la ofrenda del sacrificio» (OGMR 54).

 

Con los mismos gestos y palabras de la Cena, Cristo y la Iglesia realizan ahora el memorial que actualiza el misterio de la Cruz y de la Resurrección: misterio pascual, glorificación suma de Dios, fuente sobreabundante y permanente de redención para los hombres. Y al mismo tiempo, la plegaria eucarística, pronunciada exclusivamente por el sacerdote, es la oración suprema de la Iglesia, visiblemente congregada. La forma básica de esta gran oración es la berakáh de los judíos, que se recitaba en la liturgia familiar, en la sinagogal, y por supuesto en la Cena pascual: es el modo propio de la eulogía, bendición de Dios, y la eucharistía, acción de gracias, frecuentes en el Nuevo Testamento.

 

«La naturaleza de las intervenciones presidenciales exige que se pronuncien claramente y en voz alta, y que todos las escuchen atentamente. Por consiguiente, mientras interviene el sacerdote no se cante ni se rece otra cosa, y estén igualmente callados el órgano y cualquier otro instrumento musical» (OGMR 12). Por eso mismo, durante la plegaria eucarística, «no se permite recitar ninguna de sus partes a un ministro de grado inferior, a la asamblea o a cualquiera de los fieles» (S.C.Culto, instrucción 5-9-1970, 4).

 

Las diversas plegarias eucarísticas

En cualesquiera de sus variantes, la plegaria eucarística incluye siempre la acción de gracias, varias aclamaciones, la epíclesis o invocación del Espíritu Santo, la narración de la institución y la consagración, la anámnesis o memorial, la oblación de la víctima, las intercesiones varias y la suprema doxología final trinitaria (OGMR 55). Actualmente, el Misal romano presenta también cinco plegarias eucarísticas, y además de ellas existen tres para niños y dos de reconciliación.

 

I. Es el Canon Romano. Procede del siglo IV, y su forma queda ya casi fijada desde San Gregorio Magno (+604). Su uso se universaliza en la Iglesia por los siglos IX-XI, y llega casi intacto hasta nuestros días. Goza, pues, de especial honor en la tradición litúrgica.

 

II. Es una reelaboración de la anáfora de San Hipólito (+225), la más antigua que se conoce de Occidente. Sencilla y breve, sumamente venerable, es armoniosa y perfecta.

 

III. Esta plegaria, expresión de la tradición romana y gálica, fue compuesta después del Vaticano II, y el orden de sus partes, así como su conjunto, hace de ella una anáfora de proporciones ideales. En ella fijaremos ahora especialmente nuestro comentario.

 

IV. Procedente de la tradición litúrgica antioquena, es también una plegaria de composición actual. Con prefacio fijo y propio, es una pieza lírica muy bella, en la que se confiesa ampliamente la fe, contemplando, a partir de la creación, toda la obra de la redención.

 

V. En 1974 aprobó la Iglesia la plegaria eucarística preparada con ocasión del Sínodo de Suiza, adoptada posteriormente por varias Conferencias Episcopales, entre ellas la de España (1985). En lenguaje moderno, y con la estructura de la tradición romana, la plegaria, que tiene cuatro variantes, contempla sobre todo al Señor que camina con su Iglesia peregrina.
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5 comentarios

  1. Me quedo muy claro, lo que es una plegaria eucarística, que es una plegaria de acción de gracias y de consagración.

  2. ¡Gracias, me ha gustado mucho. Pero me gustaría que se publicase en esta página el texto de todos los prefacios y todas las plegarias
    Me ha gustado mucho esta página, no la conocia.

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