Jesús nunca dijo que no ibas a tener problema, dijo otra cosa que recuerda en esta reflexión el escritor Claudio de Castro
A mi esposa Vida le encanta recordar las homilías de un sacerdote jesuita a cuyas misas solíamos ir unos años atrás.
Sus homilías tenían algo de especial y las escuchábamos con detenimiento. Nos mudamos de barrio y ahora tenemos otra parroquia. Pero de cuando en cuando ella menciona una de las que más le impactó y que nunca olvida.
Contaba el sacerdote de una señora asidua a la Eucaristía de la tarde. Un día se le acercó después de la misa y le comenta compungida:
«Padre, cumplo con todas mis obligaciones de cristiana. Voy a misa a diario, rezo el santo Rosario, ayudo al que puedo y aun así, me pasan cosas malas, tengo unos problemas que no sé cómo voy a resolver.
Supuestamente debiera vivir en paz, tranquila, no con estas angustias que me roban la vida».
Ahora lo sabes. El sufrimiento es parte de la vida. A nadie le agrada sufrir, es natural, pero si sufres, al menos dale sentido, ofrécelo. Pide la conversión de los pobres pecadores, la santidad de nuestros sacerdotes, las familias, los jóvenes,… hay tanto por lo cual puedes ofrecer tu sufrimiento…
Un santo solía decir: «Es mejor estar en la cruz con Jesús que mirarlo desde abajo».
Te compartiré un secreto: en los momentos de prueba a mí me gusta mucho ir al Sagrario y visitar a Jesús.
Él siempre está allí, dispuesto a ayudarnos, fortalecer nuestras almas, brindarnos consuelo.
¡Ánimo! Sé paciente y ora mucho. Ten fe. ¡Dios te bendiga!