No habría que considerar a la procesión y a la Misa como dos celebraciones sucesivas, una más festiva y otra más contenida y triste. Son una única celebración, una Eucaristía: una Eucaristía dominical, que en este día de "entrada" en la última semana de Cuaresma y en la inminencia de los días del Triduo Pascual, que empezará el jueves por la noche, tiene dos particularidades. (En el Misal hubiera sido tal vez mejor que no se hubiera reservado la palabra "Misa" para lo que sucede dentro de la iglesia: la procesión es ya Misa, precisamente su rito de entrada).
La primera característica especial es la procesión más o menos solemne. Así como en cada Eucaristía acompañamos con nuestro canto la entrada del presidente (representante de Cristo), hoy subrayamos de un modo especial la entrada de Jesús en Jerusalén, como Mesías y Siervo dispuesto a dar cumplimiento a su misión: el gran misterio de su muerte y resurrección. La procesión de hoy está centrada en Cristo. Lo principal es nuestra actitud de alabanza entusiasta en ese Jesús que camina a la cruz y a la salvación de la humanidad. Caminando de un lugar a otro -también nosotros nos dirigimos a la Pascua con Él- entonamos nuestros mejores cantos de gloria al Salvador de todos. Las palmas en la mano son un símbolo de esta alabanza.
Sigue después la celebración con su liturgia de la Palabra, en la que la nota especial es la proclamación de la Pasión. Es un momento que hay que cuidar bien pastoralmente. Se trata de que el mensaje de estas páginas dramáticas llegue en las mejores condiciones posibles a todos los fieles, y eso en todas las Misas, no sólo en aquellas en las que ha habido procesión. La proclamación se puede hacer dialogada entre tres lectores, o bien -y a veces resulta menos distraída y más concentrada- por uno solo, el presidente, si la hace bien, destacando el diálogo y el relato en sus tonos de voz. Este es un día en que las escenificaciones y los apoyos visuales deberían ceder a la actitud de escucha (sentada la comunidad, para facilitar más esta actitud).
Las aclamaciones intercaladas, si se decide cantarlas, pueden dar fuerza a los diversos momentos o "secuencias" del relato.
El Siervo de Dios que se entrega por todos
Las lecturas de hoy nos centran en el gran modelo del camino pascual, Cristo Jesús. Hoy no tenemos simbolismos bautismales y morales. El mensaje único es Cristo que va través de la muerte a la Nueva Vida: el Siervo de Yahvé, solidario con sus hermanos, que se entrega hasta la muerte, y así salva a toda la comunidad.
La primera lectura nos ha hecho escuchar el tercer canto de Siervo de Yahvé (los otros tres los escuchamos estos días: sobre todo el cuarto el Viernes Santo). No se trata de dar una lección exegética sobre esta figura del Siervo: pero sí hacer ver sus actitudes características (dificultades, persecución, golpes e insultos, y su confianza en Dios, que le permite ser fiel hasta el final), y su cumplimiento pleno en Cristo Jesús. Los diversos momentos de la Historia de la Salvación que hemos ido contemplando en las primeras lecturas de estos domingos culminan en el Siervo.
En la segunda lectura Pablo nos presenta con un "himno" cómo Cristo ha bajado, en su solidaridad con nosotros, hasta la renuncia total y la humillación de la muerte (movimiento descendente), pero ha sido elevado por el Padre hasta la gloria (movimiento ascendente), completando así los dos aspectos de la única "Pascua=Paso". Estamos en el corazón mismo de la fe cristiana. Y Pablo trae este himno para animarnos a que nuestros sentimientos sean los mismos que los de Cristo Jesús.
El evangelio es la cumbre del mensaje de hoy: la comunidad escucha una vez más, desde la fe y la admiración, el camino que ha seguido Jesús a la Cruz y la resurrección. Un camino serio, solidario, prototipo de todo el dolor de la humanidad, y también del estilo con que Dios nos salva y la respuesta que ha dado a su Hijo en su entrega total. Ya es el prólogo de la Pasión que volveremos a escuchar el viernes, el primer día del "triduo" pascual.
Tres aclamaciones marcarán esta semana: desde el "hosanna", pasando por el "crucifícale", hasta el gozoso "aleluya, ha resucitado" de la noche pascual.
Invitación a vivir la Pascua en serio
Hay días en que la homilía queda todavía más relativizada por la importancia de las lecturas a las que "sirve" y "obedece". Hoy la homilía, que tendría que ser más breve, adquiere un tono de contemplación. El mensaje de las tres lecturas es tan denso que lo mejor es no distraer a la comunidad con derivaciones extrañas, de orden erudito o moral. Lo que más hay que cuidar es que suene bien este mensaje en las tres lecturas (hoy sí que hay que escoger bien los lectores y asegurarse de la megafonía). Y si alguna aplicación aparece coherente, es recomendar a todos a que participen en los días sucesivos en las varias celebraciones, desde la Reconciliación penitencial hasta la Vigilia pascual. No se trata de anunciar horarios -eso se debe hacer con los oportunos medios de hojas y folletos- sino de poner de relieve la importancia significativa que tiene el que los cristianos participemos en las celebraciones del Triduo Pascual, sobre todo en la Vigilia Pascual, la más importante de todo el año. Para que celebrando la Pascua -muerte y resurrección- de Cristo ya desde hoy, entremos también nosotros en ella y sea también Pascua nuestra: muerte a lo viejo, novedad de vida, liberación profunda, vida pascual según el estilo de Cristo.
J. ALDAZABAL
MISA DOMINICAL 1987, nº 8
www.mercaba.org
gracias por la aportacio tan detallada de como se vivira la misa este domingoy al salir de misa recordar por siempre vivir la gracia que nosdio el padre araves del hijo
Gracias por este hermoso mensaje, en el cual me dtallan elementos tan importantes de esta gran Semana que viviremos los cristianos que seguiremos a Cristo en Pasión-Muerte, Resurección y Ascensión.
Gracias por este hermoso mensaje, en el cual me dtallan elementos tan importantes de esta gran Semana que viviremos los cristianos que seguiremos a Cristo en Pasión-Muerte, Resurección y Ascensión.
Gracias por este hermoso mensaje, en el cual me dtallan elementos tan importantes de esta gran Semana que viviremos los cristianos que seguiremos a Cristo en Pasión-Muerte, Resurección y Ascensión.
Gracias…y que sigamos evagelizando de esta forma, más en estos momento de crisis Espiritual que hay Que Dios lo Bendiga por todo este trabajo que realizan
Gracias…y que sigamos evagelizando de esta forma, más en estos momento de crisis Espiritual que hay Que Dios lo Bendiga por todo este trabajo que realizan
Gracias…y que sigamos evagelizando de esta forma, más en estos momento de crisis Espiritual que hay Que Dios lo Bendiga por todo este trabajo que realizan