Sólo Dios te dará la respuesta 

Cuando nos encontramos ante el dolor y sufrimiento tendemos a hacer preguntas tales como: “por qué esto o aquello, para qué todo esto , por qué a mí, qué hago para entender lo que me sucede”. Comenzamos a buscar respuestas, sin encontrarlas en personas que también han vivido situaciones similares a las nuestras y escuchamos muchas veces la frase “Dios te dará la respuesta: “quedando desconcertados y pensando no era esto lo que queríamos escuchar”.

Cuando hemos vivido o estamos en medio de una separación, por ejemplo, el dolor nos lleva a buscar en otros que han experimentado lo mismo la respuesta o el consuelo a nuestro sufrimiento, queriendo que nos digan palabras de consuelo que nos llenen de esperanza de que todo pasará y estará bien, que lograremos y conseguiremos lo que tanto anhelamos, a nuestros esposos de regreso a casa, que sólo basta orar y un poco de paciencia en la espera.

Ante esta frustración de no encontrar respuesta inmediata o la restauración de nuestros matrimonios tendemos a entrar en desesperación, desaliento y hasta nos podemos volverirascibles y amargados. Quisiéramos que todo se diera en un abrir y cerrar de ojos y que nos arrancaran el dolor que hemos estado experimentando.

Cuando esto sucede, es cuando podemos ver quebrantada nuestra fe, y hasta podemos dudar del amor de Dios por nosotros y perder la visión del verdadero sentido que tiene el sufrimiento y el dolor como parte de nuestra santificación y como la verdadera unión con nuestro amado Jesús. Se nos olvida que el sufrimiento ofrecido a Él tiene un valor salvífico y que este dolor si lo aceptamos y llevamos con valentía, con amor y entrega abrazando nuestra cruz, como Jesús lo hizo por nosotros, podremos transformarlo en instrumento para disfrutar algún día de las delicias del cielo junto a Él.

Sólo encontraremos las respuestas a nuestras incertidumbres, a nuestras penas, a nuestros dolores ante Jesús Sacramentado quien es Camino, Verdad y Vida y no dudar ni por un segundo que es a Él a quien debemos recurrir y sólo Él nos dará la única respuesta de amor verdadero e incondicional a nuestra verdadera felicidad.

Que no nos sintamos frustrados cuando al acudir a alguien pidiendo un consejo, una luz, una guía, nos digan “DIOS TE DARÁ LA RESPUESTA”, más bien demos gracias porque sabremos que nos están conduciendo a la verdadera fuente, al único que tiene palabras de vida eterna, nuestro Padre del cielo.

»Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y HALLARáN DESCANSO PARA SUS ALMAS. Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera». (Mt. 11,28-30)

No vacilemos jamás en buscarlo, teniendo el valor de decirle “no entiendo nada Señor ayúdame que no puedo más, cárgame no permitas que me suelte de Tu mano que estoy sin fuerzas, me siento débil, necesito escucharte, aquí está mi corazón ansioso por Ti, a quién más he de acudir si Tu eres El único que tienes la respuesta.” Jesús ve tu dolor como parte de la sensibilidad en el amor.

Abramos nuestros corazones y dejemos que Dios nos de las respuestas. Confiemos en Su infinita misericordia y amor por nosotros, dejemos que sea Él que nos guíe el camino y nos lleve a la luz y que a pesar de las incertidumbres y de las dificultades con una fe más madura y fieles a Él, podremos continuar hasta el final seguros que con Él lograremos la victoria.

“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes”.

Deuteronomio 31,8
Luce Bustillo-Schott

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2025 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.