A veces oímos cuando damos las gracias: «para esto estamos aquí; para servir y ser amables». ¿Realmente nosotras procuramos poner nuestro corazón femenino al servir?
En los Estados Unidos hay una cadena de tiendas por departamentos conocida por tener una atmósfera lujosa y de decoraciones profusas. Para la época de navidad la tienda Nosdstrom se viste de gala e incluso se puede presenciar conciertos de piano en cada uno de sus pisos. Esto trae a mi memoria una anécdota ocurrida dentro de uno de estos almacenes: esta era una mujer que entró a la tienda con ropaje raído y sucio. Una mujer de buen corazón la seguía convencida de que esta visitante causaría problemas por su forma de lucir.
La siguió para poder intervenir y aminorar el golpe a su dignidad cuando el personal de seguridad interviniera y le pidiera abandonar el lugar. Pronto se dió cuenta que nadie intentaba detenerla, sino fue recibida con una sonrisa por una vendedora elegantemente vestida. La mujer que la seguía se quedo anonadada de la actitud solícita de la vendedora a las peticiones de la clienta. Cuando ésta pidió probarse varios vestidos de noche, la vendedora le llevo modelo tras modelo hasta que hiciera su elección. Con infinita paciencia, la vendedora le señalo cuáles le parecían los más apropiados para ella. Al salir del cuarto de pruebas, la clienta caminaba erecta y con un cierto brillo en los ojos. Había sido tratada como un ser humano valioso. La mujer que presenciaba la escena no pudo evitar preguntarle a la vendedora porque había actuado de esa manera, la vendedora de Nosdstrom le contesto: «para esto estamos aquí: para servir y ser amables».
¿Lo analizamos?
Quiero que te detengas en la última frase y trates de reflexionar que siente tu corazón cuando lees:»para esto estamos aquí; para servir y ser amables».
¿Qué encierra para tí la palabra servicio?, ¿qué es lo que te mueve a servir?, ¿qué cualidades tiene la persona amable para ti?, ¿de dónde te nace lo amable?, ¿Qué caracteriza a una persona servidora?, ¿cuáles de esas características posees tú?, ¿qué hace que en nuestros lugares de trabajo el binomio servicio-amabilidad sea tan difícil de expresarse? Y si eres jefe, ¿cómo ejercitas las acciones de servicio y amabilidad con tus sub-alternos?, ¿no las tienes o las tienes a medias?, ¿cuál es tu posición con respecto al liderazgo servidor?.
Todas estas preguntas requieren que te animes a tomar un tiempo a solas y analices como esta ese aspecto de tu vida, especialmente en el trabajo, pues es ahí donde llegamos a mostrar el tipo de educación que hemos recibido desde la cuna; imprimimos la atmósfera con nuestros valores y damos «personalidad humana» a la empresa. En mi experiencia como capacitadora empresarial puedo afirmar que uno de los seminarios más populares siempre ha sido el del servicio al cliente. En mis reuniones con gerentes de recursos humanos o planificadores de la capacitación siempre saltaba la expresion: «queremos que esta gente mejore su servicio interno y las actitudes para con los clientes. No se imagina como cuesta…..» Por supuesto, ya que el servicio no es algo que pueda ser aprendido de la noche a la mañana. El servicio es una actitud interna, es una manifestación espontánea del alma que viene a ser ejecutada cuando se esta totalmente consciente de el respeto que nos debemos los unos a los otros por lo alto de nuestra dignidad. Porque somos personas y como tal somos los únicos que podemos decidir que tipo de servicio queremos dar. ¿Eres consciente tu de ello?, ¿lo pasas por alto, es decir, no lo piensas?
¿Profundizamos?
El servicio como valor no es nada fácil de llevarlo y ejecutarlo en la empresa porque para dar un verdadero servicio, es necesario superar la propia arrogancia y esforzarse constantemente por adquirir actitudes que nos eleven como personas y engrandezcan nuestra organización. Requiere de altas dosis de tolerancia ante los defectos de los otros y la sensibilidad a flor de piel de que mi razón de ser y estar en medio de la sociedad, en este caso en la empresa, es para hacer que las relaciones humanas sean lo que tienen que ser y florezcan. Esto se hace muy difícil en muchas ocasiones, ya que no todos hemos sido educados y formados de la misma manera. A veces, nos encontramos con que nuestros compañeros de trabajo tienen hasta maestrías pero sus modales, que son el lubricante de cada organización son pésimos.
Esto nos indica que no hay verdadero profesionalismo, pues el que es verdaderamente profesional además de su formación académica se preocupa por su formación humana y espiritual para así convivir mejor con los otros. También es un reto para nosotras como mujeres ya que la mujer posee esa especial sensibilidad en su naturaleza que la hace aplicar su sentido «maternal» para enseñarle a los otros como debería ser su comportamiento. Aunque existe también el peligro de haber pérdido de vista lo que es el sentido maternal y no tener ese control emocional tan necesario ante las situaciones que se dan por las malas actitudes de los otros y caigamos en caprichos de mujer que no nos ayuden en nada a construir «equipo con corazón» en la organización. Cuando profundizamos en la palabra servicio nos damos cuenta que se resume en una palabra AMOR. Es difícil darlo a aquellos que no conocemos, que tienen malos modales y que no se interesan para nada en llevar calidad humana a la empresa. Pero como mujeres poseemos un talento innato para hacer que se haga realidad en nuestra organización, especialmente entre nosotras que compartimos el mismo sexo. Aunque no puede dejar de decirte que cuando nuestro amor no es auténtico, cuando nuestra naturaleza femenina esta plagada de sentimientos tóxicos como son la envidia, rivalidad y falta de principios, el servicio y los buenos modales no pueden expresarse pues lamentablemente nosotras mismas los bloqueamos. ¿Quieres hacer las cosas de forma diferente?
Los seminarios de Servicio al Cliente no mencionan esto….
Me gusta que seas una mujer ejecutiva, una mujer que trabaja y que lleves el sello que da servir en femenino. Me gusta que leas este artículo lo imprimas y te animes a servir de una forma diferente. Sí. Diferente. ¿Llevas a tus padres, hermanos, esposo e hijos en el corazón? Pues te ánimo a que lleves a tus compañeros de trabajo también en ese mismo corazón. Y con aquellos con los cuales la convivencia sea más difícil te obligues a hacerlo más. ¿Conoces esa expresión de Juan de la Cruz que dice, «pon amor donde no hay amor y sacarás amor»?
Pues es verdad, yo misma lo he comprobado. Y así, pensando en el amor, sirve con el corazón, para dar Gloria a Dios con lo que haces. Para que en esa empresa se «viva» que hay una católica que sirve y lleva alegría a los otros. Sirve más mientras más ejecutiva seas. No pienses en ti o en el que dirán agrégale personalidad a tu empresa hasta que sus departamentos se vuelvan rocosos y robustos pues la palabra servicio se respirara por todas partes. Abran mujeres con profundidad femenina y anchura maternal en el corazón. Ah, que bien se siente. Eso es servir con calidad de mujeres que sirven no por obligación o porque me están dando una capacitación, sino como parte de un compromiso personal conmigo misma para hacer de la sociedad lo que debe de ser: un ejército de servidores.» Omnia in bonum». ¡Todo es para bien!
Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
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Sheila Morataya es la Editora de la sesión de la mujer desde la creación de encuentra.com Es psicoterapeuta, coach de vida y talento para la radio y la televisión en los Estados Unidos. Actualmente es Productora Ejecutiva para Relevant Radio en español en los Estados Unidos. Autora de 6 libros entre ellos «El espejo: ámate tal como eres».
Cuando no está trabajando puedes encontrarla sembrando flores, dando clases de desarrollo personal a jovencitas o cocinando para su familia. Puedes escribirle a sheila@sheilamorataya.com
pod emos decir q la amabilidad es algo que debemos practicar sea amable
Exelente tema para aplicarlo en mi trabajo que es en un Hospital supervisando todas las areas desde Admo. serv. al cliente intendencia, mantenimiernto, etc.etc.etc. Gracias y Dios los bendiga
ha sido un agrado leer este articulo. Recorde una empresa a la que le inyectaba cada paso de los mencionados sin embargo a la larga no supieron valorar a su personal, pero la satisfaccion que queda es que lo llevamos en la sangre, mente,corazon, y es muy cierto que la vida espiritual va de la mano para que ese amor al trabajo aumente y se proyecte en el rostro de cada persona que trata con clientes de diversos productos a ofrecer.Saludos cordiales y felicidades por su aporte a la sociedad.
Me encanto el articulo, actualmente tengo problemas con una companera de oficina y estoy tratandola a ella con mucho amor, para transformar el ambiente de trabajo. Gracias me sirvio de mucho leer este articulo. Gracias Bendiciones
El servicio se lleva en el corazón. Como bien lo menciona la autora del artículo en la academia ampliamos las tecnicas pero lo que nos difernecia es nuestra actitud hacia el servicio y para ello nos debe "gustar" la gente, de esta manera externaremos los principios básicos para el servicio con dignidad y distinción.
Excelente artículo y tiene mucha razón. En mi país ahora está creciendo el turismo y es bien penoso ver que no tenemos esa cultura del "servir con amor". Ojalá hicieramos el esfuerzo en amar más y mejor para que el sentir por los demás fuera mas genuino y comprensible hacia la situación de cada persona a la que debemos servir, sea en nuestros hogares o en nuestros trabajos y hasta en las calles cuando alguien necesita de nuestra ayuda.