Pedro Bienvenido Noailles: Fundador

Las obras de Dios, si  han de ser sólidas, no pueden apoyarse más que Él.

Desde sus años de seminarista, el Padre Noailles lleva en su corazón un proyecto que, sin ninguna duda, procede de Dios. Ya hemos hablado de su intuición inicial de crear una gran Familia, una Asociación que abarcaría todos los estados de la vida y las diferentes vocaciones en la Iglesia. Monseñor d\\’ Aviau, arzobispo de Burdeos, está en lo cierto, cuando le dice: "No es una obra cualquiera la que va usted a comenzar. Su proyecto supone  un gran Instituto, pero no importa. Siga adelante."

Siempre atento a la acción divina, interpreta como un signo del Señor el hecho de que, apenas llegado a Burdeos, se le presenten, sucesivamente, tres jóvenes que desean una dirección espiritual. Las tres están buscando el camino que las conducirá a entregarse a Dios.

Después de haber escuchado la opinión de personas que merecen toda su confianza, y con el apoyo y el aliento de su arzobispo, el 28 de mayo, de 1820, Domingo de la Santísima Trinidad, las reúne para que comiencen oficialmente su vida comunitaria. Entre ellas está su propia hermana, Catherine -Aimèe Noailles. Durante un tiempo, creyó que su vocación era el Carmelo, pero finalmente, decide ofrecerse para la obra que su hermano va a emprender y se une de todo corazón al pequeño grupo.

En adelante, el Padre Noailles es consciente de ser el depositario de un tesoro que Dios le ha confiado, un tesoro al servicio de Dios y de la Iglesia, una experiencia espiritual que debe transmitir. De esta manera, se convierte en Fundador.

Estas primeras religiosas son invitadas a tomar como modelo a la Sagrada Familia, a vivir, entre ellas y a su alrededor, el amor que caracterizaba las relaciones de Jesús, María y José y a buscar y amar a Dios con su misma fidelidad. Nadie, en esta tierra, ha amado y obedecido a Dios, con mayor fidelidad que la Sagrada Familia de Nazareth.

"Nuestra Asociación lleva el nombre de "Sagrada Familia" para recordar a todos sus miembros que Jesús, María y José deben ser sus modelos."

Dios no abandonará a una huérfana

Todas las familias religiosas han vivido en sus orígenes verdadera epopeyas marcadas por la pobreza heroica, el  total abandono a la Providencia divina y  la frescura y novedad del Evangelio. La Sagrada Familia no fue una excepción.

Pero, como suele ocurrir, al entusiasmo de los comienzos suceden, inevitablemente, los días marcados por el  desaliento y la duda. La esperanza del pequeño grupo se sentirá renovada y fortalecida, cuando, en  medio de la mayor de las penurias, abrirán sus brazos y su corazón a la niña huérfana y abandonada que el Padre Noailles les confía. "Déjenosla. Dios no abandonará a una huérfana ni a quienes la socorran."

Esta pequeña, a la que van a servir de madres, les recuerda vivamente al recién nacido de Belén. Su fragilidad, su pequeñez las obliga, en cierto modo, a apostar totalmente por Dios en quien han puesto una absoluta confianza. Otras niñas huérfanas vendrán a unirse a este primer regalo. Y muy pronto, surgirá la primera obra consagrada al cuidado de las huérfanas.

 

Cuadro de León Bonnat (1833-1922),

pintor coleccionista francés .

Comunidad de la Sagrada Familia,

"La Solitude", Francia.

 

 

Dios benedice

Custodia de la Bendición Milagrosa.

Comunidad contemplativa,

Martillac (Francia).

Otro acontecimiento dará un fuerte impulso  y  reavivará  la confianza  de la Congregación naciente. El 3 de febrero de 1822, 18 meses después de la Fundación,  el Señor  manifiesta, de manera visible, su presencia real  en la Eucaristía. Aquella tarde de domingo, todas las personas que se habían reunido en la capilla de las religiosas, para orar con ellas, serán testigos emocionados y atónitos, de este prodigio.

Durante la bendición con el Santísimo Sacramento, el busto de un  hombre joven, de unos 30 años, cuyo rostro irradia luminosidad y belleza, aparece la Custodia, en el lugar de la Sagrada Hostia. Su mano derecha bendice a la asamblea en un gesto de inmensa bondad. Durante los 20 minutos que dura la aparición, en la capilla,  bañada de luz, se respira una paz increíble. Una de las religiosas, profundamente recogida en oración, no ve nada, sólo escucha, en lo íntimo  de su ser, la  palabra Señor: "Yo soy el que soy y sólo Yo soy."

El Arzobispo, monseñor d\\’Aviau, después de una minuciosa investigación, declara la autenticidad del prodigio. Aunque es difícil descubrir todo el significado de una gracia de esta naturaleza, es interpretada como un signo del  Señor, que invita a seguir adelante con la empresa emprendida. De hecho, en los meses que siguen, el  reducido número de las fundadoras aumenta de tal manera que el Padre Noailles solicita del arzobispo ser relevado de sus funciones en la parroquia de Santa Eulalia para dedicarse a la formación y desarrollo de su obra.

"No olvides estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; por el contrario, enséñaselas a tus hijos y a los hijos de tus hijos." (Deut. 4,9)

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5 comentarios

  1. Yo también me eduqué en un colegio de San José de Plascencia, Cáceres. Sentí la llamada del Señor a entregarle mi vida a El para exptender y fortalecer la fe. respondiendo a esta llamada, desde hace 30 estoy como misioenra en el Cahaco paraguayo con los pueblos aborígenes… ¿te sientes llamada? te espero en una de las 5 vocaciones que conforman la gran Familia de Pedro B. Noailles.

  2. Yo fui al colegio safa san josé, fundado por él en getafe, y cada mes de febrero nos exponían la sagrada custodia donde ocurrio el milagro

  3. noveas oye os habeis enterado del milagro que sucedio hace siglos bueno tanto no pero hace mucho tiempo bueno por si no lo sabeis es que mmmmmmmmmm estaban las monjas rezando y derepente aparecio cristo que chulada lla me ubiera gustado estar hay

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