El Sacerdote saluda a los presentes, principalmente a los papás y padrinos, recordándoles el gozo con que han recibido a esta niña(o) como un don de Dios, que es la fuente de toda vida y que quiere ahora comunicarla. Lo puede hacer con las siguientes palabras u otras espontáneas:
(Nombre de los padres):
Con gozo han vivido en el seno de su familia el nacimiento de una niña(o). Con gozo vienen ahora a la Iglesia a dar gracias a Dios y celebrar el nuevo y definitivo nacimiento por el Bautismo.
Todos los aquí presentes nos alegramos en este momento, porque se va a acrecentar el número de los bautizados en Cristo.
Dispongámonos a participar activamente.
El Sacerdote, en primer lugar, interroga a los papás:
– ¿(Padres), qué nombre han elegido para este niño?
– (nombre de la niña(o))
– ¿Qué piden a la Iglesia para nombre de la niña(o)?
– El Bautismo.
– Al pedir el Bautismo para su hijo, ¿saben que se obligan a educarlo en la fe, para que este niño, guardando los mandamientos de Dios, ame al Señor y al prójimo como Cristo nos enseña en el Evangelio?
– Sí, lo sabemos.
Dirigiéndose después a los padrinos, les pregunta con estas u otras palabras:
– Y ustedes, (nombre de los padrinos), como padrinos, ¿están dispuestos a ayudar a (nombre de los padres) en esta tarea?
– Sí, estamos dispuestos.
– (nombre de la niña(o)), la comunidad cristiana te recibe con gran alegría. Yo, en su nombre, te signo con la señal de Cristo Salvador. Y, ustedes, papás y padrinos, hagan también sobre ella la señal de la cruz.
Y, en silencio, signa a la niña(o) en la frente. Después invita a los papás, y a los padrinos, para que hagan lo mismo.
Después, caminan todos hacia el altar para iniciar la Santa Misa.