No siempre se hizo lo mismo en el tiempo que conocemos como Cuaresma, las cosas han cambiado, un sacerdote explica qué ha cambiado y qué perdura
1 EL ORIGEN ETIMOLÓGICO
En los idiomas romances, el término para designar este tiempo de preparación a la Pascua deriva del latín quadragesima. Por ejemplo, en español es Cuaresma; en portugués Quaresma, en francés Carême y en italiano Quaresima.
En los idiomas de origen germánico, incluido el inglés (Lent) el nombre dado a la Cuaresma deriva del término anglosajón «Lencten,» que significa primavera.
El sacerdote australiano del Opus Dei John Flader, en su libro Tiempo de preguntas: 140 preguntas sobre la fe católica escribe que el término «Cuaresma» se refiere a la estación en que el Hemisferio Norte se prepara para la Pascua, y que tiene lugar en primavera.
Aunque esto no corresponde en el Hemisferio Sur, donde vive el sacerdote australiano, observa que «este sigue siendo sin embargo un término apropiado, pues si la Cuaresma se vive bien, representa una verdadera primavera, un nuevo crecimiento en la vida espiritual».
2 ORACIÓN, AYUNO Y LIMOSNA
San Agustín, añade, «escribió que el tiempo de la Cuaresma simboliza esta presente vida en la tierra, con sus adversidades y tribulaciones; y que el tiempo de la Pascua, simboliza el gozo de la vida futura».
La observancia de un periodo de oración, ayuno y limosna en preparación para la Pascua se remonta a los tiempos de los apóstoles, aunque durante los primeros siglos se limitaba solo a unos pocos días.
El padre Flader observa que san León Magno (papa entre el 440 y el 461) decía sobre la Cuaresma que «había sido instituida por los Apóstoles», y que la Tradición sostiene que «siempre se ha vivido con una mayor atención a la vida de oración, ayuno y limosna».
«En los primeros tres siglos, el tiempo de ayuno se limitaba a uno o dos días, o una semana como mucho», observa el sacerdote. «La primera mención a cuarenta días fue en el Concilio Ecuménico de Nicea (325), pero hacia finales del siglo IV la costumbre se había extendido ampliamente tanto en Oriente como en Occidente».
3 CUARESMA DE 40 DÍAS
Respecto el número de días de Cuaresma, el sacerdote explica que se refiere a los «cuarenta días de ayuno u oración que Cristo vivió».
La forma en que las Iglesias de Oriente y Occidente contaban los días de la Cuaresma eran diferentes, pues en Oriente los fieles estaban eximidos de ayunar los sábados y los domingos. Además, la Cuaresma duraba un total de siete semanas.
En Occidente, en cambio, solo los domingos estaban exentos, y la Cuaresma solo duraba seis semanas. Sin embargo, así los días de ayuno sumaban 36, y no 40.
Fue en el siglo VII, explica el padre Flader, «cuando la Cuaresma comenzó a iniciarse cuatro días antes, con el Miércoles de Ceniza, de manera que había 40 días de ayuno, como es en la actualidad» y aclara que los domingos no se incluyen en los 40 días.
4 LA EVOLUCIÓN DEL AYUNO Y LA ABSTINENCIA
La Iglesia siempre ha mantenido la tradición de ayunar y hacer abstinencia durante la Cuaresma, pero las normas han evolucionado a lo largo de los siglos.
Según la investigación de Flader, las reglas del ayuno se hicieron muy estrictas en el siglo V: «Solo se permitía una comida, hacia la tarde-noche. La carne no se permitía, ni siquiera los domingos. Las carne y el pescado -y en muchos lugares los huevos y los productos lácteos- estaban absolutamente prohibidos».
Observa que en las Iglesias orientales se siguen aún reglas similares: «no se pueden comer vertebrados o productos que provienen de ellos; es decir: ni carne, ni pescado, huevos, queso, o leche».
En Occidente, sin embargo, las normas han cambiado. Al principio, se permitía un tentempié, y después se aceptó que se comiera pescado; finalmente, se aceptó la abstinencia de carne solo el Miércoles de Ceniza y los viernes. Además, las reglas sobre los productos lácteos también se han relajado.
5 EL AYUNO EN LA ACTUALIDAD
Actualmente, los católicos están llamados a ayunar el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, y a abstenerse de carne esos días y todos los viernes de Cuaresma. El ayuno, como lo definen los obispos de España y México, consiste en comer una comida completa y dos tentempiés.
Este artículo está basado en la pregunta 143 del libro Question Time: 140 Questions and Answer on the Catholic Faith de John Flader, sacerdote del Opus Dei y anterior director del Catholic Adult Education Centre en Sydney, Australia.