EL COMPLEJO ACTUAL El 31 de mayo de 2005 un “Motu proprio” del papa Benedicto XVI reorganiza completamente la administración de la Basílica, con todo su complejo extraterritorial, en camino hacia el siglo XXI [1].El Papa pone al frente de la basílica a un Arcipreste, y nombra para este cargo al Cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, quien emprende una serie de obras importantes.Hoy, come en el pasado, estas obras dependen de la generosidad y de los donativos de los fieles y peregrinos procedentes de los cuatro ángulos de la tierra.En diciembre de 2006, el Cardenal-Arcipreste hizo que fueran visibles el sarcófago de mármol sin pulir, al que se puede acceder bajo el altar papal, y parte del ábside paleocristiano, visible a través de un cristal. 1) El Complejo extraterritorial de San Pablo extramuros comprende la gran Basílica, la abadía custodiada desde hace trece siglos por los monjes benedictinos y otras estructuras dedicadas actualmente a actividades institucionales de la Iglesia. Pertenece a la Santa Sede y de ella depende su administración; goza de las inmunidades previstas por el derecho internacional para las sede diplomáticas (Tratado de Letrán de 1929 y Acuerdos sucesivos firmados entre Italia y la Santa Sede).ALGO DE HISTORIA LA TUMBA DEL APÓSTOL EL EDIFICIO COSTANTINIANO DEL SIGLO V AL VIII DEL SIGLO IX AL XI LA EDAD DE ORO DE LA BASÍLICA CON OCASIÓN DE LOS JUBILEOS INCENDIO DE LA NOCHE DEL 15 AL 16 DE JULIO 1823 EL EXTERIOR DE LA BASÍLICA EL COMPLEJO ACTUALALGO DE HISTORIA Con el fin de las persecuciones contra el cristianismo y la promulgación de los edictos de tolerancia, a comienzos del siglo del IV, el emperador Constantino mandó realizar excavaciones en los lugares de la cella memoriae donde los cristianos veneraban la memoria del Apóstol San Pablo, decapitado entre el año 65 y el 67, bajo Nerón. Sobre esta tumba, situada en la Vía Ostiense, a unos dos kilómetros de la muralla aureliana que rodeaba Roma, mandó levantar una Basílica, que el Papa Silvestre consagró en el 324.La Basílica fue reformada y ampliada entre el 384 y el 395, bajo los emperadores Teodosio, Valentino II y Arcadio, según un vasto proyecto de cinco naves que se abre a un cuadripórtico, y a lo largo de los siglos los Papas seguirán embelleciéndola y añadiendo partes, como la imponente cinta de fortificación levantada contra las invasiones a finales del siglo IX, el campanario y la maravillosa puerta bizantina del siglo XI, y también los mosaicos de la fachada de Pietro Cavallini, el hermoso claustro de los Vassalletto, el famoso baldaquín gótico de Arnolfo di Cambio y el candelabro pascual de Nicola d’Angelo y Pietro Vassalletto, del siglo XIII. Es el periodo de la edad de oro de la Basílica más grande de Roma, hasta la consagración de la nueva Basílica de San Pedro en 1626. Este lugar sagrado de peregrinación de la cristiandad es famoso también por sus obras artísticas.En la noche del 15 de julio de 1823 un incendio destruyó este testimonio único de épocas paleocristianas y bizantinas, del Renacimiento y del Barroco. La Basílica fue reconstruida de modo idéntico, usando los elementos que se habían salvado del incendio. En 1849 el Papa Gregorio XVI consagraba el altar de la Confesión y el transepto.Se sigue reformando y embelleciendo. En 1928 se añadió el pórtico de las 146 columnas. Hoy es la tumba del Apóstol lo que ha salido a la luz, mientras que una serie de obras importantes se benefician, come en el pasado, de la generosidad de los cristianos de todas las partes del mundo.La larga serie de medallones que reproducen la efigie de todos los Papas de la historia fue comenzada en el siglo V bajo el pontificado de León Magno y atestigua de modo extraordinario la “supremacía reconocida por los fieles de cualquier lugar a la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo” (San Ireneo, Adversus haereses, III, 1, 3, 3, 2).San Pablo extramuros es un vasto complejo extra territorial (Motu proprio del Papa Benedicto XVI, 30 de mayo de 2005), administrado por un Arcipreste, el Cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo.Además de la Basílica papal, el conjunto comprende una abadía benedictina muy antigua, restaurada por Odón de Cluny en el 936, activa bajo la dirección de su abad. Los monjes benedictinos de la antiquísima abadía, edificada junto a la tumba del Apóstol por el papa Gregorio II (715-731), favorecen el ministerio de la Reconciliación (o de la Penitencia) y la promoción de acontecimientos ecuménicos.Aquí todos los años el 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo, se clausura solemnemente la semana de oración por la unidad de los cristianos. El Papa ha privilegiado dos puntos para su Basílica: el ministerio de la Reconciliación (o de la Penitencia) y la promoción de acontecimientos ecuménicos.El 28 de junio de 2007 el Santo Padre Benedicto XVI vino a la Basílica para proclamar “el Año Paulino” en el bimilenario del nacimiento de san Pablo. El Año Paulino se celebrará del 28 de junio de 2008 al 29 de junio de 2009.LA TUMBA DEL APÓSTOL LA TUMBA Pablo llegó a Roma en año 61, para ser juzgado. Fue decapitado[1] entre el 65 y el 67, y su cuerpo enterrado a dos millas del lugar del martirio, en el área sepulcral que la cristiana Lucina poseía en la Vía Ostiense que formaba parte de un antiguo cementerio[2]. Fue posible enterrar al apóstol Pablo en una necrópolis romana, aun siendo cristiano, en cuanto ciudadano romano. Su tumba fue enseguida objeto de veneración, y sobre ella se edificó una cella memoriae o tropaeum, donde, durante estos siglos de persecución, iban a rezar los fieles y los peregrinos, sacando fuerzas para continuar la evangelización del gran misionero[3].LA LÁPIDA A 1,37 metros debajo del actual Altar papal, una lápida de mármol (2,12 m. x 1,27 m.) lleva la inscripción PAULO APOSTOLO MART….Esta formada por varias piezas. La que lleva el nombre PAULO posee tres agujeros, uno redondo y dos cuadrados[4].EL SARCÓFAGO Sobre un sarcófago macizo de 2,55 m. de largo por 1,25 m. de ancho y 0,97 m. de altura fueron edificados los sucesivos “altares de la Confesión”. Durante las últimas obras se abrió un hueco debajo del Altar papal para que los fieles puedan ver la tumba del Apóstol.1) Fuera de las murallas aurelianas, en la Vía Ostiense, sin duda alguna en Aquas Salvias.2) Las excavaciones han confirmado la presencia de un cementerio debajo de la Basílica y a su alrededor nichos y fosas para los pobres y los esclavos liberados.3) El presbítero Gayo, “que vivía bajo Ceferino, obispo de los romanos desde el 199 al 217”, citado por Eusebio en el siglo III, fue el primero que refirió que había visto la memoria de los dos Apóstoles: “Yo puedo mostrar -escribía a Proclus- los trofeos (monumentos funerarios) de los Apóstoles. Si tienen a bien ir al Vaticano o al camino que lleva a Ostia, hallarán los trofeos de aquéllos que han fundado la Iglesia de Roma”.4) El agujero redondo, que no altera la inscripción, es sin duda alguna contemporáneo, empalma con un pequeño conducto unido a la tumba y recuerda el uso romano, posteriormente también cristiano, de verter perfumes en las tumbas. Esta lápida de los siglos IV - V atestigua verosímilmente un culto anterior a la gran construcción del 386.LA EDAD DE ORO DE LA BASÍLICA Inocencio III (1198-1216) manda remozar el gran mosaico[1] del ábside (24 m. de largo por 12 m. de altura) tal como se presenta en nuestros días, y el papa Honorio III[2] completa el equipo de mosaicistas con artistas venecianos que habían trabajado en la Basílica de San Marcos de Venecia.Las aportaciones artísticas son muchas, como el baldaquín gótico de Arnolfo di Cambio[3], sobre el altar papal y sobre la tumba, la decoración de la fachada de Pietro Cavallini, el claustro de los Vassalletto[4] y el candelabro monumental de Nicola D’Angelo y Pietro Vassalletto[5].La Basílica ya no es sólo un lugar importante de peregrinación, sino uno joyero del arte paleocristiano, bizantino y gótico, universalmente reconocido. 1) Este grandioso mosaico fue restaurado en los siglos XVI - XVIII y, tras el incendio del siglo XIX, fu reconstruido utilizando parte del viejo. Fragmentos del mosaico original, que representan las cabezas de los Apóstoles se hallan expuestos en los Salones de la Exposición Permanente. 2) Vemos al papa Honorio III, prosternado a los pies de Cristo. Pablo VI se refiere a esta imagen en su primera alocución a los obispos del Concilio Vaticano II, el 29 de septiembre de 1963: “La majestad radiosa de Jesús resalta en el Pantocrátor, así como en vuestras Basílicas, venerables hermanos de las Iglesias de Oriente y de Occidente. Y Nos mismo nos reconocemos en la persona de nuestro predecesor, Honorio III, en el espléndido mosaico de San Pablo extramuros, representado en adoración ante Cristo, pequeño de estatura y postrado en el suelo para besar los pies de Cristo el cual, grandioso, preside la asamblea reunida en la Basílica, esto es, la Iglesia”.3) El rico y delicado ciborio gótico (1285), de arcos ojivales trilobulados, en cuyos nichos angulares están las figuras de Pablo, Pedro, Timoteo y Benito, representó el punto de partida para un nuevo arte figurativo. Se apoya sobre cuatro columnas de pórfido.4) El claustro adyacente al transepto sur representa el ápice del arte de los Cosmati (taller de los Vassaletto, comienzos del siglo XIII). La arquería, formada por pequeños arcos de medio punto y sobre ellos una estupenda cornisa adornada con mosaicos, descansa en una serie de cuatro pequeñas columnas dobles, todas distintas, lisas, estriadas y entorchadas.5) Desde el siglo X el candelabro está cerca del altar vacío durante la liturgia del Sábado Santo. El candelabro de San Pablo es un ejemplo excepcional de la obra de los marmolistas romanos de finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII: representa escenas de la Pasión y de la Resurrección con decoraciones animalistas y floreales. Se leen los nombres de Nicola d’Angelo y Pietro Vassaletto.EL EDIFICIO COSTANTINIANO El emperador Constantino, que reinó desde el 306 al 332, puso fin a las persecuciones contra los cristianos con el Edicto de Milán del 313, que estableció la libertad de culto. Asimismo favoreció la construcción de lugares de culto cristianos, sobre todo el vinculado a la memoria del Apóstol.Hizo construir sobre la tumba un lugar de culto[1] de pequeñas dimensiones, lo que induce a pensar que en el lugar existía antes una domus ecclesiae, una iglesia doméstica. El papa Silvestre I (314-335) consagró la Basílica el 18 de noviembre del 324.Tras las importantes obras llevadas a cabo en 2006 se puede ver en el suelo el ábside orientado hacia el este, según la costumbre.La grandiosa Basílica de los Tres Emperadores[2].Con el fin de poder ampliar la Basílica, que se había quedado pequeña ante el gran flujo de peregrinos, fue necesario cambiar su orientación, de este a oeste.Su estructura es bizantina, tiene 131,66 m. de largo, 65 m. de ancho y una altura de 30 m. Fue consagrada en el 395 por el papa Siricio (384-399).Con sus cinco naves (una gran nave central de 29,70 m., y cuatro naves laterales), sus 80 columnas monolíticas de granito y su cuadripórtico (largo 70 m.), es la basílica romana más grande de la época, hasta la reedificación de San Pedro.Los Papas dan testimonio del amor de la Iglesia por esta lugar reformando y embelleciendo la Basílica con adiciones en los siglos venideros de frescos, mosaicos, pinturas, capillas.1) Las importantes excavaciones en torno a la tumba sacaron a la luz el ábside de la primera basílica de Constantino, de principios del siglo IV, que puede verse a través de un cristal. No se excluye que estos cimientos escondan los restos del antiguo tropaeum, monumento conmemorativo erigido sobre la tumba del Apóstol.2) Teodosio, Arcadio y Valentiniano II encargan en el 386 los trabajos al arquitecto Cyrias. La Basílica será terminada bajo su sucesor Honorio, como reza la inscripción del Arco de Triunfo, llamado de Gala Placidia, hermana del emperador que la terminó.DEL SIGLO IX AL XI El papa Juan VIII (872-882) mandó levantar una cinta de fortificación en torno a la Basílica y a su Abadía para protegerlas de posibles ataques: este conjunto fue denominado “Joannispolis”.El papa Gregorio Magno (1073-1085), que fue abad del monasterio antes de ser elegido Papa, mandó alzar el enlosado del crucero enlazándolo con la nave central, erigió un campanario (destruido en el siglo XIX), y bajo su papado se colocó en la entrada principal de la basílica una espléndida puerta bizantina[1] formada por 54 paneles con ataujías de plata.1) La puerta bizantina fue encargada en Constantinopla en 1070 por el cónsul de Amalfi, Panteleone (para la remisión de sus pecados, ya que este mercader se había enriquecido con el comercio de esclavos musulmanes y cristianos, tráfico prohibido por la Iglesia). El artista Teodoro representa un ciclo cristológico, un ciclo apostólico (el martirio de los apóstoles) y un ciclo profético. En nuestros días la puerta adorna la parte interior de la Puerta Santa.DEL SIGLO V AL VIII Durante el período de las grandes invasiones, los Papas siguieron realizando obras: León el Grande (440-461) mandó cubrir con [1], reconstruir el tejado que un incendio había destruido y comenzó la serie de retratos de los Papas, representados en los grandes medallones realizados en mosaico[2] que forman un friso que recorre toda la nave central y el crucero.El papa Símaco (498-514) reestructura el ábside y construye algunos habitacula para los peregrinos más pobres.A la época de Gregorio II (715-731) se remonta la presencia estable de los monjes benedictinos junto a la tumba del Apóstol.León III (795-816) mandó poner la primera losa de mármol tras el terremoto del 801.1) Este mosaico pertenece a la misma escuela de los mosaicistas venecianos de San Marcos. En el centro, el Cristo bizantino en actitud de bendecir está rodeado por dos ángeles y por los 24 Ancianos del Apocalipsis. En el registro inferior están los apóstoles Pedro y Pablo, este último parece señalar su tumba 15 metros más abajo. El mosaico fue reformado y retocado varias veces y colocado de nuevo en su lugar en 1853, después del incendio. 2) Esta serie papal reafirma de manera extraordinaria la “supremacía reconocida por los fieles de cualquier lugar a la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo”, como escribía san Ireneo en el siglo II. Tras el incendio de 1823, Gregorio IX mandó hacer copias de esta serie papal única al mundo que caracteriza a esta basílica. Los medallones antiguos que se salvaron se conservan en el monasterio.CON OCASIÓN DE LOS JUBILEOS A partir del siglo XIV la práctica de los Jubileos atrae peregrinaciones a la tumba del Apóstol, y en estas ocasiones los Papas llevan a cabo importantes obras. Bonifacio IX (1389-1405), y luego Martín V (1417-1431) invitan a los fieles a hacer donativos para este fin, concediéndoles indulgencias ligadas a la oración y la penitencia.Para el Jubileo de 1575, Gregorio XIII manda colocar la balaustra en torno a la tumba. Clemente VIII alza el altar mayor para el Jubileo de 1600, mientras que en 1625, Urbano VIII encarga a Carlo Maderno[1] la transformación de la capilla de San Lorenzo.Para el Jubileo de 1725, Benedicto XIII encarga la construcción de un nuevo pórtico a Antonio Canevari, quien derriba el antiguo vestíbulo y añade la capilla del Crucifijo (o del Santo Sacramento) para colocar el crucifijo “milagroso” de madera policroma[2] atribuido al sienés Tino di Camaino (siglo XIV); se puede ver también un icono realizado en mosaico (siglo XIII) y una conmovedora estatua-reliquia de madera policroma de San Pablo, en la que se notan las huellas del incendio de 1823.Los altares y capillas que se asoman al transepto hacen de la Basílica un testimonio del arte barroco[3].1) En este lugar los monjes celebra hoy las laudes, las vísperas y la misa coral. 2) Es el Cristo que según narra Santa Brígida volvió la cara hacia ella cuando estaba rezando a sus pies en 1370 y le infundió ánimos para continuar con su proyecto de fundación. Hay en la Capilla una estatua de la santa. Y ante el icono realizado en mosaico (del siglo XIII) otro fundador, San Ignacio de Loyola, profesó sus votos, el 22 de agosto de 1541. 3) En el ábside del transepto izquierdo, el altar de la Conversión de San Pablo, obra de Camuccini, recuerda la experiencia fundamental de la conversión interior del Apóstol de los gentiles; tiene a su alrededor las estatuas de San Gregorio el Grande y de San Bernardo. Al lado del transepto derecho, el altar de la Asunción conserva la copia del mosaico de la Coronación de la Virgen, de Giulio Romano (1492). La capilla de San Benito, en el transepto derecho, dedicada al Orden monástica que desde hace siglos celebra en la Basílica, contiene una estatua del santo. (Recientemente ha sido objeto de una restauración espléndida). INCENDIO DE LA NOCHE DEL 15 AL 16 DE JULIO 1823En el espacio de una noche las llamas destruyen la Basílica.El papa León XII hace un llamamiento a todos los fieles[1]: la Basílica se reconstruirá idéntica, reutilizando las piezas que se han salvado del fuego, de modo que se mantenga la tradición cristiana de sus orígenes.Se modifica, se restaura, se derriba, se reconstruye[2]. No sólo responden en masa los católicos, sino que llegan donativos de todo el mundo, como los bloques de malaquita y de lapislázuli enviados por el Zar Nicolás I, que se usarán para los dos suntuosos altares laterales del transepto, o las columnas y las ventanas de alabastro finísimo regaladas por el rey Fuad I de Egipto, o también los pilares de alabastro enviados por el virrey de Egipto, Mohamed Alí. Es la obra más imponente de la Iglesia de Roma del siglo XIX.El 10 de diciembre de 1854, el papa Pío IX (1846-1876) consagra la “nueva” Basílica ante una gran número de cardenales y obispos de todo el mundo presentes en Roma para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción[3].1) Carta Ad plurimas del 25 de enero de 18252) Los arquitectos Valadier, luego Belli y más tarde Luigi Poletti dirigen las obras hasta 1869.3) La lista con sus nombres está grabada en las paredes del ábside.EL EXTERIOR DE LA BASÍLICA El grandioso atrio de cuatro pórticos, con sus 70 metros de lago y sus 150 columnas, fue proyectado por Poletti y terminado por Calderini. En el centro destaca una estatua colosal de san Pablo, obra de Giuseppe Obici (1807-1878).La fachada está decorada con mosaicos realizados entre 1854 y 1874 (cartones de Agricola y Consoni) que representan: en el registro inferior, Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; en el registro del medio, el Cordero místico rodeado por cuatro ríos que simbolizan los cuatro Evangelios, y por doce corderos que representan los doce Apóstoles. En el registro superior, Cristo entre Pedro y Pablo.Las tres puertas. En el centro[1], la monumental Puerta de bronce verde de Antonio Maraini que fue colocada en 1931, y, a la derecha, la nueva Puerta Santa[2], de bronce dorado, obra del escultor Enrico Manfrini, fue colocada con ocasión del Jubileo del año 2000. Y La puerta bizantina que adorna la parte interior de la Puerta Santa.1)La Puerta central (7,48 m. por 3,35 m.) representa episodios relativos a la vida de predicación de Pedro y Pablo, a los lados de una gran cruz con ataujías de plata y embutida de lapislázuli.2) La Puerta Santa (3,71 m. por 1,82 m.) ilustra el tema de la Trinidad. En la base de la puerta se lee en latín: Ad sacram Pauli cunctis venientibus aedem – sit pacis donum perpetuoquoe salus, es un hermoso dístico con el que se desea que a todos los que vienen al santo templo de Pablo se les conceda el don de la paz y de la salvación eterna.
bellisimo
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