Las nuevas alternativas universitarias
En la Universidad de la Paz lo que se estudia se hace desde una
«actitud pacífica» y para la Paz en todas partes.
Por Pauline Lodder
Si bien todas las Universidades tienen en común el ser «centros de saber», se puede
constatar una gran diversidad en sus estructuras y organización.
Puede parecer que durante algún tiempo se quiso uniformar la organización
universitaria:
– Toda Universidad tenía unas determinadas facultades.
– Una homologación de los títulos y, con eso, una homogenización de los planes de
estudios.
– Unas normas concretas generalizadas para ingresar en la universidad.
– Unas fechas concretas de principio y fin de una duración determinada de curso y la
«carrera».
Pero a la vez, junto a esta tendencia de uniformidad, han ido surgiendo unas
universidades paralelas, alternativas más flexibles.
Muchas de estas Universidades no dan títulos y por eso están más libres en sus
planes de estudios. Sus estructuras suelen ser diferentes; en vez de dividirse en
facultades se dedican al estudio de un solo tema o de varios, desde las diferentes
disciplinas.
Un ejemplo de estas Universidades alternativas es la Universidad de la Paz. La
primera en el mundo fue L\\’Université de la Paix en Namour, Bélgica. Posteriormente,
se han creado muchas otras: en Japón, Italia, Costa Rica y España.
La Universidad de la Paz estudia, naturalmente, todo lo relacionado con la Paz. En
sus cursos se tratan temas como Sistemas de Defensa, Economía y Paz, Educación
para la Paz, etc.
Su gran valor es que su saber tiene un punto de partida y un objetivo muy concreto,
pero tratados «universalmente» desde todos los puntos de vista y para todas sus
consecuencias. En la Universidad de la Paz lo que se estudia se hace desde una
«actitud pacífica» y para la Paz en todas partes.
¡Su saber parte de la Paz y es para la Paz!
Este «tener claro» la base y el fin de su saber es lo que quizás más distingue a las
nuevas alternativas universitarias de las universidades masivas de nuestra época.
Una crítica común hacia estas «nuevas» universidades es el «¿De qué sirven?» o
«que no preparan para una profesión determinada en la sociedad actual».
Podemos responder a esta crítica con el ejemplo de la Universidad Verde de
Chamarande, Francia.
Esta Universidad, de vertiente ecologista, no pretende preparar a la gente para entrar
en la inercia de la «rueda» de nuestra sociedad. Quiere enseñar a la gente una nueva
manera de vivir, más en armonía con la naturaleza, más creativa.
Aquí hemos topado con otro punto clave de las Universidades alternativas: su saber
no está en función de añadir una profesionalidad a la persona, sino está en función
de todo su ser.
Sigue usted insistiendo «¿Para qué sirve?»
Para demostrar quizá, la importancia de estas nuevas y variadas instituciones, basta
decir que algunas Universidades alternativas son nombradas «organismos asesores»
de las Naciones Unidas.
Bienvenidas sean pues, estas Universidades paralelas, alternativas, como la
Universidad de la Paz, la Universidad Verde, la Universitas Albertiana Interdisciplinar,
etc. Seguro que hay muchas otras que todavía conocemos poco.
Las Universidades alternativas son ejemplo de que el saber del hombre tiene como
punto de partida y como objetivo una sola cosa: amor a la existencia.
La autora, teóloga holandesa, es investigadora de temas sobre la paz.
Universitas Albertiana Interdisciplinar
www.albertiana.org
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