Cómo y por qué se mueve el movimiento favorable a la eutanasia
Habla José Miguel Serrano, autor de «Eutanasia y vida dependiente»
La aprobación del proyecto de ley que autoriza la eutanasia en Holanda, el pasado mes de noviembre de 2000, ha supuesto un motivo de preocupación para los legisladores europeos. En este contexto, don José Miguel Serrano Ruiz-Calderón, profesor titular de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Académico de la Academia Vaticana para la Vida, explica las implicaciones jurídicas de la despenalización de la eutanasia que recoge en su reciente libro "Eutanasia y vida dependiente", publicado por Ediciones Internacionales Universitarias, en la colección "Ética y Sociedad"
– ¿Por qué un libro sobre la eutanasia en este momento ?
– José Miguel Serrano: Actualmente, hay un movimiento general en favor de la despenalización de la eutanasia, y con este libro quiero hacer un juicio jurídico sobre el tema, abandonando tópicos como el derecho a morir. La eutanasia supone una excepción al principio general de protección de la vida a través de una serie de condiciones difícilmente controlables. Esto supone un riesgo respecto al bien «vida humana», que es un valor que nuestro ordenamiento jurídico recoge explícitamente, y que ha sido, tradicionalmente, una de las funciones del Derecho.
– ¿Qué es lo que quiere decir cuando habla de «vida dependiente» ?
– José Miguel Serrano: El valor de la dependencia está muy amenazado entre nosotros; los seres dependientes no se valoran desde la perspectiva radical de la autonomía contemporánea. Precisamente, en nombre de la autonomía, se pide la autorización para matar a los sujetos más dependientes. Esto es lo que no acabo de entender. Para que pudiera aplicarse la eutanasia en una sociedad como la actual, sería necesario definir qué vidas no merecen la pena ser vividas -la eutanasia sólo se autoriza para unos sujetos determinados-, y resulta que aquellos cuyas vidas parecen valer menos son los sujetos más dependientes de nuestra sociedad. Por otro lado, la posibilidad de pedir la eutanasia en su nombre, cuando son incompetentes, me parece un riesgo inasumible desde el punto de vista jurídico.
– ¿Qué implicaciones jurídicas se derivan de una posible despenalización de la eutanasia ?
– José Miguel Serrano: La eutanasia relevante jurídicamente es la que constituye un homicidio. Lo que se quiere es modificar la legislación sobre el homicidio y autorizar, en ciertos casos, que una persona, preferentemente personal sanitario, mate a otra a su petición.
– ¿Qué supone en este sentido la experiencia holandesa ?
– José Miguel Serrano: El caso holandés constituye una excepción en el ordenamiento jurídico internacional; es un paso que no están siguiendo otros ordenamientos. Más bien tenemos casos contrarios, como en Australia donde una medida similar fue derogada antes de entrar en vigor.
– Respecto a la eutanasia, ¿cómo es el aire que se respira en la opinión pública ?
– José Miguel Serrano: Hay cierta frivolización del tema. Algunos medios de comunicación y parte de la opinión pública se apuntan a la eutanasia porque la consideran una cuestión moderna y partidaria de la autonomía del sujeto. También, hay una reivindicación filosófica de la eutanasia planteada por sujetos, que se consideran más cultos que la mayoría, y que se expresan en edades lejanas al riesgo de la eutanasia. Por otro lado, hay un problema real: el temor de parte de la población al encarnizamiento terapéutico. Existe cierta confusión entre aquéllos que consideran por eutanasia lo que no es más que una forma correcta de morir, que no implica matar a nadie. El movimiento pro eutanasia juega al equívoco del término.
– ¿Existen intereses económicos detrás de la eutanasia ?
– José Miguel Serrano: En la fase actual de la evolución de los sistemas de Seguridad Social y de los sistemas de asistencia europeos, es muy peligroso abrir una vía que permita reducir drásticamente costes mediante la eutanasia. No digo que todo el movimiento pro eutanasia esté, principalmente, regido en este sentido; pero, éste es un factor real que hay que considerar. Dado que la mayor parte del gasto del sistema hospitalario se realiza en los últimos años de vida de los enfermos, indudablemente acortar la vida de estos enfermos produce un efecto muy beneficioso sobre las arcas públicas.
Abrir la salida eutanásica, en una sociedad como la nuestra donde no se actúa sólo por razones altruistas, es un riesgo grave.
– Las personas que solicitan la eutanasia se amparan en el derecho a la libertad, ¿Por qué se pide la eutanasia ?
– José Miguel Serrano: Hay que analizar las circunstancias reales de petición de la eutanasia. Estamos hablando del derecho a la libertad de las personas más débiles y más amenazadas de la sociedad, las que pueden ser más influidas en este sentido. Existe un primer problema respecto a la manifestación de la libertad. Por otro lado, en enfermedades avanzadas se producen procesos graves de depresión, siendo la depresión una de las principales causas de suicidios. Hablar de libertad en depresivos, me parece un exceso extraordinario. Y, por último, al Derecho no se le puede imponer un supuesto derecho a morir, que es realmente un derecho a que se nos pueda matar, bajo una teórica denominación de la libertad.
Por Inés Vélez
Publicada por ZENIT, 16 mar 2001