Recientemente un investigador me compartió sus percepciones sobre un encuentro que había tenido con «maistros», peones y albañiles, todos trabajadores de la construcción.
El escenario era una obra de urbanización por la mañana, dónde el frío y la humedad calaban, por lo que algunos se calentaban con una improvisada fogata, otros trabajando, algunos con alcohol y otros fumando yerba.
Una gran mayoría de ellos no habían terminado secundaria, solo primaria, había muchos jóvenes, todos tenían hijos, y en general su ánimo y perspectivas de futuro no eran halagüeñas.
Luego recordé otras historias de gente con quienes convivimos cotidianamente; cuando nuestros hijos eran pequeños, teníamos el apoyo de una viuda, que se había «juntado» con una pareja en su madurez, él trabajaba en la obra como eventual, y poco a poco, junto con sus días sin trabajo, fue cayendo en la adicción a las drogas, lo que empezó a generar violencia intrafamiliar.
Y así podría seguir recordando otras historias compartidas por mi esposa, quién participa en un voluntariado donde atiende a mujeres en situaciones de riesgo y vulnerabilidad; las drogas, el alcohol, y las infidelidades se vuelven temas cotidianos junto con la violencia.
De alguna manera todos tenemos gente con problemas cerca, y al mismo tiempo, lejos. ¿Cómo resolver esa distancia tan pequeña entre las personas? Es probable que muchas veces ni siquiera nos demos cuenta de esta realidad, y por ello, el primer paso quizá sea hacernos conscientes. Si conocemos la realidad y los problemas de los demás, entonces podremos hacer algo al respecto.
Tengo años ejerciendo como ingeniero vinculado al sector de la construcción, en la mayoría de los casos, mi contacto principal es con otros profesionistas, y la interacción con los trabajadores que realizan las obras es nula o marginal, tan cerca, pero tan lejos.
Esa falta de encuentro personal con quienes estamos relativamente tan cerca, hace que ignoremos su realidad y no estemos dispuestos a apoyarlos-apoyarnos rompiendo círculos viciosos que descomponen la convivencia social en ámbitos fuera de lo laboral.
La cercanía que podría generar procesos de enriquecimiento y apoyo mutuo, no se da porque no cuestionamos los roles de convivencia cotidianos, que muchas veces están predefinidos por relaciones laborales, sin considerar la interacción humana que fortalece a la sociedad.
Este tiempo previo a la Navidad nos brinda una excelente oportunidad para romper inercias relacionales, para ponernos en camino y encontrar al niño Dios en quienes tenemos tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.
16 de Diciembre de 2019
Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez
Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.
Mexicano, católico, autor entre otros textos de “El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe”
Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).
Bravo!
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Muchas felicidades Doctor por su dedicación y compromiso en nuestra comunidad. Me agradó mucho la reflexión de tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos. Evidentemente todos vivimos así y aveces evitamos enterarnos a proposito, por que como decimos comúnmente con lo nuestro basta, pero no debe de ser así ya que si le va bien a los demás eventualmente nos va bien a nosotros y viceversa.
Saludos
Estimado Doctor, muy buen tema. El amor al prójimo, lo desarrollaste tan bien, que el que tenga ojos que y corazón que vea la realidad. Dios nos perdone sino hacemos nada en el transcurso de nuestra vida.
Es verdad. Estamos cerca pero no queremos vernos y volteamos a ver lo que es parecido a mi, no queremos encontrarnos con la persona … solo con el trabajador, lo más anónimo posible…. que no nos comprometa a vivir su realidad.
Gracias Oscar.
El Niño Dúos está contigo que bueno que compartes tu vivencia con tus amigos.
Un abrazo.
Como siempre excelente reflexión Oscar, y un recordatorio para los que nos dormimos en nuestros laureles, gracias y un fuerte abrazo.
Felicitaciones Óscar me gustaron tus reflexcciones y dices bien si querrmos contribuir a mejorar este mundo es conveniente iniciar reconociendo la realidad que nos rodea ella nos dará las mejores ideas para continuar. Feliz navidad y año nuevo amigo. Talvez te gustaría escribir algunos recuerdos de Cd. Mdera