La palabra Adviento «adventus» significa “venida”. Y es que esperamos la llegada de “Alguien” muy especial en nuestras vidas.
Tú y yo tenemos una oportunidad nueva para acercarnos a la madre de Jesús y acompañarla en la espera del niño más puro y santo que el mundo ha visto. María madre querida quiero acompañarte en este tiempo de espera.
Puedes decirle al oído en tu oración al sostener las cuentas del santo rosario con una devoción más pura e intensa.
“Quiero vivir junto a ti lo que sentiste cuando ya faltaba poco para el nacimiento de Jesús. Quiero prepararme para que Jesús nazca en mí. Puedo imaginar la paz que sentías mientras esperabas a tu Hijo. Ese amor inflamándose cada día hacia el pequeño Jesús que se iba gestando en tu seno, hacia José que te cuidaba y velaba por tu seguridad y la del Niño y hacia todas las personas por las que el niño quería hacerse presente en el mundo. Madre Mía, quiero dedicar estos días a imitarte y a pensar en el Niño Jesús que vuelve a venir para salvarnos. Recuérdame a cada instante que Él está también dentro de mí. Quiero que mi corazón, en el tuyo, arda cada minuto más en deseos de Él y de su salvación. Deseo también estar atento a todos mis hermanos y hermanas. Darme cuenta de que todas las personas somos el cuerpo de Jesús’ que todos -en Él- somos hijas e hijos de Dios, hermanos y hermanas entre nosotros.” (Francisco Hernández Carbajal)
En este tiempo de preparación, de espera, de purificación del corazón, de adviento invocaré a María, la llevaré a todos partes conmigo dentro de mi corazón y para conseguir su ayuda intercesora no me olvidaré de los ejemplos de su entrega, amor, fortaleza y virtud heroica.
Este será un adviento muy especial, diferente para mí, esperaré a Jesús imitando a Nuestra Señora y con los ojos puestos en Ella y en este misterio tan hermoso del amor de Dios por mí y por todos los hombres. Una historia de amor como no ha existido otra en toda la historia de la humanidad.
En mi oración frente al sagrario, en ese rincón que tanto me gusta de mi hogar, en un momento en medio de mi agitada rutina me preguntaré: ¿Qué significa la llegada de Jesús para mí, para la vida de los que me rodean y para toda la humanidad? ¿Cómo me estoy organizando para vivir los días de Adviento? ¿Cómo preparo mi corazón para perdonar y acercarme a personas que me han hecho daño? ¿cómo promuevo la paz en mi hogar y en la sociedad?
Querido lector diariamente y durante los días del adviento te invito a elevar la siguiente oración por los pobres o por alguien que esté atravesando una situación de dolor: “María Guadalupana la de los ojos contemplativos y entrañas misioneras. Manos orantes y pies evangelizadores: ¡enséñanos a vivir la unidad de tu misterio! En Dios para los hombres y con los hombres para Dios. Cara a cara con él hasta el codo a codo con ellos. Virgen Madre de la Anunciación, Madre Virgen de la Visitación, escucha nuestro ruego por Jesucristo, Tu Hijo, Nuestro Señor”. Amén.
Que tú y yo vigilemos a la luz y guía de Nuestra Señora y Nuestro Señor San José para que cuando llegue el esperado momento de la Navidad, adoremos a Jesús Dios desde nuestro corazón purificado.
Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
Compra todos mis libros en este link.
Sheila Morataya es la Editora de la sesión de la mujer desde la creación de encuentra.com Es psicoterapeuta, coach de vida y talento para la radio y la televisión en los Estados Unidos. Actualmente es Productora Ejecutiva para Relevant Radio en español en los Estados Unidos. Autora de 6 libros entre ellos «El espejo: ámate tal como eres».
Cuando no está trabajando puedes encontrarla sembrando flores, dando clases de desarrollo personal a jovencitas o cocinando para su familia. Puedes escribirle a sheila@sheilamorataya.com