Nació en Cesarea de Turquia el año 329. Basilio significa Rey y perteneció a una familia de santos. Estudió en Atenas y Constantinopla. Fue retórico, monje y obispo de Cesarea; un gran predicador e interprete de la Biblia, maestro de ascética y legislador del monacado Oriental, por esto se le considera como el precursor de la vida monástica en Oriente.
Después de haber recibido la ordenación Sacerdotal, Basilio fue llamado a regir la diócesis de Cesarea de Capadocia, y tuvo que dedicarse a defender el dogma cristiano contra el arrianismo, que se había vuelto poderoso por el apoyo del emperador Valente. Basilio, al igual que San Atanasio, supo apoyarse en la autoridad del Romano Pontífice para desenmascarar este error.
El tema que trataba con más frecuencia y con más fuerza era el de la caridad y el de la ayuda a los hermanos necesitados. De San Basilio son aquellas famosas palabras: «Óyeme cristiano que no ayudas al pobre: tú eres un verdadero ladrón, si pudiendo ayudar no ayudas». Pero no se contentaba sólo con las palabras: en las puertas de Cesarea dio vida a una autentica ciudad de la caridad con hospicios, orfelinatos, hospitales, laboratorios y escuelas artesanales. Basilio murió en Capadocia, Turquía, en el año 379.