Cada día, más y más familias descubren cuán útil puede ser la Internet. Los padres de familia deben mostrar un interés permanente e involucrarse en el uso que sus hijos hacen de este importante medio de comunicación.
Una declaración de los Obispos Estadounidenses
INTRODUCCIÓN
Cada día, más y más familias descubren cuán útil puede ser la Internet. Con una cuota económica o incluso de manera gratuita, los usuarios pueden conocer e n tiempo real los resultados deportivos, las últimas noticias, información sobre viajes, las ofertas del día, los museos del mundo y un sinnúmero de juegos y trivias de entretenimiento. Para casi cualquier tópico es muy probable que toda la información que uno necesita está en algún lugar de la Internet. Y puesto que, gracias a la ayuda del gobierno, cada vez más escuelas tienen acceso, la Internet se está convirtiendo en una herramienta educativa valiosa. Escuelas, librerías, grupos comunitarios, así como los negocios y las industrias están haciendo un amplio uso de ella.
Desafortunadamente esta tecnología trae consigo un costo. Algunas personas online piensan que la ley no puede o no debe aplicarse en el Ciberespacio. Otros consideran que la aparente anonimidad en la Internet los libera de la responsabilidad de sus acciones. Algunos más sugieren que la fuerza de la Internet es su vasta diversidad, y prefieren evitar las regulaciones para no disminuir tal diversidad. Mientras tanto, uno de los más altos tráficos en la web es hacia sites pornográficos, otros sites promueven el odio hacia ciertos grupos, y algunos son sencillamente nuevas vías para los estafadores tradicionales.
Usar la Internet, pues, puede ser algo parecido a visitar el mejor de los parques de diversiones pero cruzando por un basurero de desperdicios tóxicos.
CIBERESPACIO
¿Dónde está el Ciberespacio? Es un mundo de conexiones de larga distancia y de acceso a numerosas fuentes de información. Uno entra en cuanto se enciende la computadora o cualquier otro medio que ofrezca este servicio. La Internet es una red global de computadoras pertenecientes a diferentes compañías, organizaciones y, ahora, individuos. Imagínese como un sistema telefónico para computadoras. El público general obtiene el acceso a través de los Internet Service Providers (ISPs, es decir, Proveedores de Servicios de Internet), quienes ofrecen acceso por una cuota o incluso de manera gratuita; o a través de Online Services (Servicios Online, como America Online), quienes empaquetan el acceso a la Internet junto con un conglomerado de servicios que, de otra manera, generaría cuotas independientes.
Es importante observar el aspecto global de la Internet. Pone a disposición del usuario información de cualquier parte del mundo. Sin embargo, esto también implica que los sites dañinos pueden ubicarse más allá del alcance de las leyes estadounidenses.
En el mundo de la Internet, las características más populares incluyen:
1. The World Wide Web (la Red Mundial), en las que las compañías, las organizaciones y los individuos pueden establecer sites con páginas, que pueden ser leídas o bajadas, de tópicos diversísimos, como gobiernos, deportes, artes o programas de TV. Se exploran usando un programa llamado browser (navegador), como el Netscape Navigator o el Microsoft Internet Explorer.
2. El e-mail (correo electrónico) permite enviar mensajes a los amigos sin el fastidio de los sobres y las estampillas.
3. Los usenet newsgroups (grupos de discusión de Usenet) son parecidos al e-mail pero permiten enviar un mensaje a uno de los más de 20,000 grupos de discusión ordenados por tópico, donde pueden ser leídos por otras personas que comparten el interés por ese tópico.
4. Los chat rooms (salas para platicar) son una especie de llamadas donde la comunicación no es por teléfono sino a través del teclado; uno puede permanecer tanto tiempo como quiera.
5. Los listservers (listas de correo), ya sean moderados o no moderados, son grupos de discusión sobre temas específicos en los que un mail es enviado a los miembros de ese grupo, quienes se inscriben voluntariamente.
6. El video-conferencing (video conferencias) es la habilidad para usar cámaras conectadas a la Internet para conseguir una comunicación audio visual en tiempo real.
7. Los Multiple User Dungeons (MUDs, o Celdas para Múltiples Usuarios) son sites en la Internet en donde los usuarios se encuentran para jugar entre sí, asumiendo diversos roles o personajes.
QUE EL USUARIO ESTÉ PREVENIDO
Muchos padres de familia están preocupados por las facilidades que ofrece la Internet a los niños para acceder a pornografía o a información potencialmente dañina, como mensajes de odio o información sobre armas. Incluso si uno no busca estas cosas, es difícil evitarlas. Se requieren unos pocos clicks del mouse para que un niño inquieto encuentre un océano de sexualidad explícita o de material violento y lleno de odio. En ocasiones, esta información se encuentra en una dirección que suena inofensiva o incluso positiva. Muchos de los sites pornográficos más crudos (hard-core) preguntan “¿Tienes 18 años?”, pero no hay manera de saber cuántos de estos sites se preocupan por verificar la respuesta antes de ofrecer muestras gratuitas de sus artículos. Incluso el contacto accidental con esta variedad de material dañino puede tener efectos.
Los padres de familia se preocupan también por el contacto con desconocidos en los chat rooms (salas para platicar). Por ejemplo, hace poco casi la tercera parte de los lectores de una revista para gente joven, que habían estado online alguna vez, se quejó porque otros usuarios intentaban obtener su password (clave secreta) o porque se expresaban con un lenguaje inapropiado. No sólo niños, también algunos adultos han sido victimados por predadores sexuales a través de la Internet.
El mundo del Ciberespacio pone a niños y adultos, generalmente desde la privacía de su propio hogar, en contacto con material violento, generador de odio o sexual (pornográfico), que de ordinario se mantiene fuera del alcance para el grueso de la sociedad. Un individuo aislado, frente a la pantalla de su computadora, puede carecer de las bases morales y sociales necesarias para resistir aquello en lo que ha sido inmerso. Esos sites pueden ejercer gran influencia en la interacción social, tanto de adultos como de niños. Para algunos niños, por ejemplo, los defensores del odio (hate-speak) pueden distorsionar sus primeras impresiones hacia aquellas personas pertenecientes a diferentes grupos étnicos o nacionalidades.
El caso de la pornografía, que tiende a convertirse en hábito y a necesitar material cada vez más gráfico para mantener el gusto (thrill), propone nuevos retos a la responsabilidad personal y presiona de nuevas maneras las relaciones matrimoniales y familiares. Aunque algunos ISPs (Internet Site Providers) intentan monitorear los chat rooms, las conversaciones en los chat rooms o vía e-mail (como las líneas telefónicas de sexo) pueden arrastrar a adultos y jóvenes hacia situaciones inmorales o incluso peligrosas. Como las revistas, las películas o los programas de TV, algunos sites ofrecen imágenes que pueden tener el mismo efecto.
LA IGLESIA Y LA INTERNET
La religión se puede beneficiar bastante del uso adecuado del Ciberespacio, desde facilitar al viajero a encontrar una iglesia para escuchar Misa hasta conseguir recursos para investigación académica en diversos tópicos de interés para la Iglesia. Sin embargo, al margen de los otros problemas ya señalados, el Ciberespacio se ha llenado con bastante información tendenciosa o sencillamente incorrecta sobre la Iglesia.
Sólo porque algo esté publicado en la Web no significa que sea verdad. Y sólo porque un site se anuncie como oficialmente católico no significa que enseñe y practique la fe católica. “Que el comprador esté prevenido” (“Let the buyer beware”) muchas veces es aplicable en estos casos.
Decenas de miles de sites se relacionan con la religión, miles se anuncian como católicos. Algunos ciertamente representan instituciones católicas, como www.vatican.va o www.nccbuscc.org (la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos). Para el día de hoy, tal vez la propia (arqui)diócesis o el propio párroco, o ambos, tengan ya su página. Es bueno verificarlo bien con las autoridades competentes. Se necesitan menos de 100 dólares para registrar el nombre de un dominio (domain name, es decir, la dirección de un site); y aunque están apareciendo nuevos procedimientos para registrarse, sigue siendo factible que entidades diferentes a las de la parroquia o la (arqui)diócesis estén usando sus nombres oficiales.
Acérquese con sentido crítico a los sites “católicos” que no estén conectados con instituciones u organizaciones católicas fácilmente identificables. Sea consciente de que algunos sites usan nombres que “suenan a católico” para difundir propaganda anti católica o incluso pornografía. Llame a alguien en su parroquia o diócesis si encontrara sites “católicos” que contengan información sospechosa o aseveraciones extrañas.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES DE FAMILIA?
En definitiva, la mejor protección contra los abusos de la Internet es la presencia, en el hogar, de una atmósfera de oración y valores cristianos compartidos, dentro de la cual todos los miembros de la familia tendrán la confianza de discutir abiertamente estas preocupaciones. En esta atmósfera, su interés permanente y su involucrarse en el uso que sus hijos hacen de la Internet llegará a ser perfectamente natural, incluso si usted no sabe mucho de computación.
El primer punto en el uso adecuado de la Internet es reconocer que las reglas vividas en el mundo real se aplican también en el Ciberespacio. Si usted recomienda a sus hijos no hablar con extraños, lo mismo se aplica en la Internet. Así como ordinariamente espera de sus hijos saber a dónde salen, pregúnteles con quién(es) se conecta(n) cuando “salen” a la Internet. Así como usted escucha a sus hijos hablar acerca de sus amigos, escúchelos también cuando ellos comenten qué han encontrado en la Internet.
Los esfuerzos por vencer a la computadora para alcanzar una Internet sana en el hogar pueden parecer inalcanzables para muchos padres de familia. A continuación, cuatro sugerencias que pueden ayudar:
– En lo posible, obtenga el acceso a Internet a través de un ISP que excluya de su servidor —la computadora que ofrece el acceso a la Internet— al menos parte del material inapropiado. Revise el directorio telefónico y llame para preguntar si cuentan con ese servicio.
· Elija un ISP que ofrezca opciones de control para los padres de familia y actívelas. Estas opciones pueden usarse para restringir el acceso a los chat rooms, a los newsgroups (de los cuales unos pocos contienen, por mucho, los peores materiales) y a ciertos sites.
· Algunos ISPs ofrecen la posibilidad de mantener un registro de los sites visitados. Si el suyo cuenta con este servicio, actívelo. Puede usarse para revisar los sites que los niños han visitado cuando tenga motivos para preocuparse.
· Asegúrese de instalar filtros. Algunos filtros populares son: CyberPatrol, CyberSitter, Net Nanny, Surfwatch, X-Stop, Rated-PG. Recuerde que los métodos (como la aparición de palabras clave o juicios individuales de páginas) y criterios difieren de un paquete a otro.
Ninguna de estas posibilidades asegura [plenamente] que los niños permanecerán alejados de los contenidos inconvenientes, pero son un buen inicio. Incluso en un mundo imperfecto son importantes, porque comunican sus propios valores a sus hijos. Si los padres no se preocupan por el uso de la Internet, los niños pensarán que ellos tampoco necesitan preocuparse. Aunque la protección es esencial, es importante añadir que los filtros también restringirán las posibilidades de hacer investigación en Internet y que, incluso, pueden restringir inadvertidamente el acceso a sites benéficos.
Cuando hablamos de computadoras, no se sienta cohibido si sus hijos llevan la batuta y usted se limita a seguirlos. Disfrute de sus conocimientos así como usted disfruta sus éxitos en el deporte, la música o cualquier otro campo. Incluso puede llegar a ser enriquecedor y divertido: existe en la Internet una cantidad impresionante de información sana sobre fe, religión y muchos otros temas. Profundizar juntos en estos intereses es preferible a pasarse el tiempo tumbado frente a la televisión.
UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Algunas personas argumentan que la Internet es demasiado grande y compleja como para ser controlada. Existen fallas en cada solución sugerida, incluso en aquella que pone totalmente del lado de los padres el problema de proteger a sus niños, como si fuera posible (o incluso deseable) estar con los hijos las 24 horas del día. La complejidad de la Internet, sin embargo, no significa necesariamente darse por vencido. Significa que existe la responsabilidad conjunta no sólo de proteger a los niños, sino también la responsabilidad por asegurarse que la Internet contribuya al civismo y la armonía de la sociedad, y al mantenimiento de los valores morales. De otra manera puede convertirse fácilmente en el principal vehículo de los propagadores del odio, la violencia y la obscenidad.
El involucrarse de los padres. No es ni justo ni realista que los padres carguen con el paquete entero (¿cómo pueden estar los padres presentes en el colegio o la librería o en el intercambio de diskettes en el transporte escolar?). Sin embargo, los padres ciertamente juegan un papel muy importante, empezando por la atmósfera cristiana que procuran en sus hogares y, después, con su interés y con su involucrarse en el uso que los hijos hacen de la Internet. Los padres de familia también pueden influir sobre los ISPs y los servicios online para que los ISPs filtrados sean una opción. Y justo como algunos padres restringen el uso de la televisión en sus hogares hasta una hora o menos al día, o hay incluso quien saca la televisión de su casa, así también los padres tienen la opción de circunscribir el uso de la Internet en el hogar a ciertos periodos diarios de tiempo.
Tecnología. Algunos argumentan que todo el problema ha sido resuelto con los filtros y las clasificaciones de los sites, dos medios diferentes para alejar de la pantalla la pornografía o el material violento o provocador de odio. Pero los padres de familia no pueden asegurar que las computadoras de los colegios, las librerías o la del vecino tendrán esos filtros. Además, muchos sites carecen de clasificación. Además, los sistemas de filtraje no son completamente exitosos, y en ocasiones censuran material útil junto con el dañino. Lo mismo se aplica a los sistemas que intentan censurar material contrario a la fe. Pero aunque estos sistemas no sean la solución definitiva, sí son parte de la solución. Quienes trabajen en los asuntos técnicos deben continuar mejorando los filtros para que puedan ofrecer los mejores productos.
La conducta de la industria. Los estadounidenses por lo general esperan que las industrias se comporten como buenos ciudadanos y siempre tienen algo que decir si no sucede así. La Internet no debería ser una excepción. Deberían adoptarse códigos de conducta voluntarios en los que las compañías resolvieran eliminar del propio servidor el material ilegal o corrosivo, así como ya se trabaja en ciertos segmentos de la industria. Si se ofrecieran más accesos filtrados a la Internet, quizá esos negocios se sorprenderían de la demanda.
Legislación. El gobierno también juega su papel. No todo discurso está protegido por la Primera Enmienda [que en la Constitución estadounidense salvaguarda la libertad de expresión]. Si la Internet ya es parte de la comunidad, entonces las leyes que se aplican a otros medios deben aplicarse también en el Ciberespacio. El proveedor de material ilegal deberá enfrentar consecuencias legales, aún cuando la legislación no pueda aplicarse a sites extranjeros.
ANEXO
Algunos consejos para favorecer el uso sano de la Internet. No hace falta conocimiento técnico.
· Tómese tiempo para conocer la Internet: es invertir en la seguridad y salud de sus niños.
· Seleccione un Proveedor de Servicios de Internet (ISP) que ofrezca acceso filtrado.
· Ponga la(s) computadora(s) con acceso a la Internet en una zona común de la casa, no en una recámara o despacho.
· Pase tiempo en Internet con sus hijos, aún cuando usted apenas sea un principiante interesado. Quizá se sorprenda de lo mucho que lo disfruta.
· Anime a sus hijos a ver con sentido crítico lo que encuentren en la Internet, y a preguntar si, por ejemplo, encuentran información “católica” que disienta de lo que han aprendido y escuchado en la iglesia, el hogar o el colegio.
· Ponga el énfasis en los sites y materiales buenos.
· Enseñe a sus hijos a usar responsablemente el e-mail. Si se usa apropiadamente es un área de la Internet divertida y útil.
· Anime a sus hijos a que le pregunten todo lo cuestionable o dudoso, y agradézcales que le planteen sus problemas o inquietudes.
· Advierta a sus hijos sobre nunca dar información personal (como el nombre, la dirección, el número telefónico) a nadie en la Internet sin su autorización y que nunca envíen sus fotografías.
· Pida a sus hijos que no llenen cuestionarios de la Internet sin su autorización.
· Pida a sus hijos que jamás respondan a contactos sospechosos o sugestivos, ni a nada que les resulte incómodo, y que si algo así sucediera lo platiquen con usted.
· No permita encuentros reales (o personales) con personas que hayan conocido en la Internet, a menos que exista una buena razón para ello y que usted o alguien de su confianza esté presente.
· No tenga una reacción desproporcionada si sus hijos le muestran algo inapropiado: podrían cohibirse y dejar de contarle las cosas.
· No olvide cuán significativos pueden ser los diskettes escondidos. El uso de material pornográfico o provocativo tiende a ser secreto.
· Recuerde a sus hijos que estas reglas también se aplican siempre que usen una computadora fuera del hogar, como en las librerías o en la escuela.
· Y, por encima de todo, mucha comunicación. La mejor protección son las buenas relaciones y una vida familiar cristiana en la que sus miembros platican y rezan juntos.
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