Valores: Sencillez

Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.

Probablemente no hay nada más chocante que una personalidad «inflada» o quienes se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades. Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.

La personalidad sencilla es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quienes somos y lo que podemos.

Durante una conversación escuchamos en una ocasión a una persona que decía «detesto a las personas «sofisticadas»». Lo había dicho una persona inmensamente rica, con grandes dotes intelectuales, con una posición social privilegiada y con una familia notable durante muchas generaciones. Esa persona era probablemente la que más derecho habría tenido a mostrar la sofisticación de ropa de diseñador, varios automóviles exóticos, una conversación plagada de términos rimbombantes derivada de su profunda cultura, una altivez propia de la dignidad de una familia importante. Y sin embargo decía «detesto a las personas «sofisticadas»». Y las detestaba porque precisamente en su medio social veía lo peor de la miseria humana: altivez injustificada, grosería constante ante la servidumbre, orgullo de una cultura superficial.

La cultura de hoy a veces quiere hacernos creer que valemos por nuestra ropa, por nuestros autos, por estar a la moda, porque somos poderosos, porque podemos humillar. Pero precisamente toda esa cultura es la llave al gran vacío interior que comienza a caracterizar a nuestra sociedad.

Es fácil caer en la tentación de «lucir» en cualquier circunstancia: al entrar a un restaurant, al asistir a una fiesta importante… A veces podemos pasar muchísimo tiempo tratando de encontrar la ropa, accesorios adecuados, y podemos caer en la afectación en nuestra postura y tratar de cuidar cada palabra. Esto también con frecuencia puede quitarnos totalmente la espontaneidad y la frescura haciéndonos francamente insoportables y logramos exactamente el efecto contrario de lo que queríamos, en lugar de agradar desagradamos.

La persona humana esta dotada de inteligencia, cualidades y habilidades. Pero ¿Para qué convertir nuestra vida en una eterna competencia? ¿De qué sirve estarme comparando constantemente con los demás? El progreso interno, donde nosotros crecemos es en verdad lo importante.

No debemos centrar nuestra vida en querer impresionar a los demás por estar «a la última» en electrónica, moda, autos, muebles, y peor aún es cuando nuestras posibilidades nos permiten llegar al punto de la ostentación. La postura de altivez y menosprecio son un efecto directo de estas ostentaciones.

Por otra parte, con frecuencia se desvirtúa la imagen de las personas sencillas, haciéndolos sinónimo de timidez e ingenuidad -en el mejor de los casos-, aunque en otras ocasiones se relaciona la idea a la pobreza y la suciedad. Ni lo uno, ni lo otro. La sencillez no es pobreza ni mendicidad, es tener lo que se necesita pero sin caprichos superficiales. La sencillez no es suciedad, la pulcritud no está reñida con la humildad del corazón.

Ahora bien, el valor de la sencillez tiene distintas manifestaciones ¿Qué hace una persona para ser sencilla? En el caso de nuestra forma de hablar podemos citar varios ejemplos. Una persona sencilla…

– Utiliza con mesura la palabra, evitando acaparar las conversaciones para convertirse en el centro de atención; del mismo modo su lenguaje es apropiado, sin recurrir a palabras altisonantes, de mal gusto o frases corrientes para hacerse notar.

– Tiene un lenguaje comprensible y adecuado a la ocasión, sin caer en el uso de palabras cultas o rimbombantes, para formar una imagen erudita y de vasto conocimiento, lo cual no siempre esta de acuerdo a nuestra realidad.

– En una conversación que gira alrededor de su competencia profesional, nunca aprovechará el momento para “dar una cátedra” sobre el tema; es de muy mal gusto, sobre todo si en ningún momento se ha pedido la opinión profesional.

– Evita hablar en todo momento de sus logros, aciertos y reconocimientos alcanzados. Si bien es molesto escuchar hablar “de la buena fortuna” presente, llega al punto de intolerable, exaltar las glorias pasadas (yo hice, yo tuve…), que en nada concuerdan con la situación actual. Lo más digno, es omitir toda manifestación ostentosa de nuestra inteligencia, habilidades y bienes materiales.

Podemos decir que internamente, nuestras ideas y pensamientos deben estar libres de todo rebuscamiento y complicación.

– Se debe evitar a toda costa hacer preguntas y comentarios que sólo redundan y reafirman lo expuesto, queriendo encontrar problemas y dificultades donde no los hay. Es fácil reconocer esta actitud cuando se requiere tomar una decisión o llevar a cabo una actividad; normalmente la persona pretende sobresalir en la reunión de trabajo, mostrando equivocadamente su interés atención, comprensión y conocimiento del asunto.

– No perder el tiempo buscando una segunda intención o significado en las actitudes y palabras en los demás.

Posiblemente, la manifestación más clara de la sencillez se encuentra en el aspecto exterior de la persona:

– Porque viste con decoro, sin llegar a ser estrafalario, de acuerdo a la ocasión y procurando usar aquellas prendas que están más de acuerdo a su persona, sin dejarse seducir por la exageración caprichosa de la moda, las joyas o los colores llamativos.

– Los modales distan mucho de ser artificiosos y estudiados especialmente para cada situación concreta, desde la forma de saludar, utilizar los cubiertos, leer la carta, ordenar un platillo o una bebida especial… La sencillez es cortesía, la altivez grosería.

– Siempre puede contarse con su apoyo, no tiene miedo a prestar un Servicio porque no existen actividades de “segunda categoría”, todo es importante y necesario.

Es de igual importancia la forma en la que se aprecian los bienes materiales, porque la sencillez nos hace:

– Adquirir, poseer y utilizar aquellos bienes que son necesarios, evitando el lujo inútil o el capricho. Es bueno comprar cosas de buena calidad que duren y que nos presten el servicio que se desea durante más tiempo y con más eficiencia, pero no por la presunción y la manifestación de una desahogada posición económica.

– Nuestra forma de ser, de vestir debe ser acorde con nuestra circunstancia personal. Un estudiante debe vestirse como estudiante y no como ejecutivo. Nada sería más ridículo que un ejecutivo vestido como estudiante.

– Todos debemos luchar por superarnos, tener una forma de vida más digna, superarnos profesionalmente, pero siempre con sencillez.

La persona sencilla no se exalta ni menosprecia, aprecia a las personas por lo que son, lo cual permite un diálogo amable y una amistad sincera. Todos sus bienes y posesiones están a disposición de los demás.

El valor de la sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir, sentirnos distinguidos y admirados sólo por la apariencia externa. Nuestro interior, nuestro corazón es lo que verdaderamente cuenta. Una persona sencilla gana más corazones.


Otros textos:

1. La educación de la sencillez

2. Sencillez, la simplicidad moral

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27 comentarios

  1. La sencillez como valor es fundamental en todo ser humano abre un sinnumero de puertas hace que el hombre sea aceptado en cualquier espacio de su vida

  2. Gracias por este articulo; considero de gran importancia la sencillez; lo cual considero es reconocerme a mi mismo dentro de mi entorno identificando cada uno de mis elementos tanto físicos como mentales o espirituales y ponerlos al servicio de los otros para que estos generen valor a los otros y a mi mismo; es invertir los recursos.

  3. gracias dios por esta valiosa lección que nos dice que la sencillez no significa no estar ala moda si no saber valorar lo que tengo, no presumir lo que tengo o e tenido
    no humillar a nadie por algo que yo tengo y el no por que claro esta que a ti tampoco te gustaría que te humillaran por algo material o por algo que aunque fue ganado con esfuerzo no tengo que usarlo como escudo para humillar a otra persona por que todos no tenemos la capacidad de comprar lo que nos gusta si no lo que necesitamos

    esta frase piénsela y la entenderán solo soy una simple niña y la entiendo

    EN LA SENCILLEZ ESTA EL SECRETO DE LO VERDADERAMENTE GRANDE

  4. Gracias por este escrito; considero que ser sencillos es simplemente utilizar, hablar y compartir lo que genera valor, evitando los desperdicios innecesarios y maximizando el bienestar que cada cosa o actividad pueda generar.

  5. ser sencilo es una forma de reconocer q cosas son buenas y q cosas son malas sencillo es aprender amar a la gente no importa la raza ni el color de la piel todos somos iguales y demostrar a las otras persona q realmente somos .

  6. cuando los ricos logren entender este concepto y quedarselo, entonces seremos todos felices, ya que en su mundo la pobreza y humildad no existen. un abrazo enorme para quien empiezan a intenar ser sencillos.

  7. cuando los ricos logren entender este concepto y quedarselo, entonces seremos todos felices, ya que en su mundo la pobreza y humildad no existen. un abrazo enorme para quien empiezan a intenar ser sencillos.

  8. cuando los ricos logren entender este concepto y quedarselo, entonces seremos todos felices, ya que en su mundo la pobreza y humildad no existen. un abrazo enorme para quien empiezan a intenar ser sencillos.

  9. Gracias por este artículo es justo lo que necesitaba para exponerlo en mi grupo. Es complicado ser sencillo, pero que gran misión nos deja Jesús para uno mismo.

  10. Gracias por este artículo es justo lo que necesitaba para exponerlo en mi grupo. Es complicado ser sencillo, pero que gran misión nos deja Jesús para uno mismo.

  11. Gracias por este artículo es justo lo que necesitaba para exponerlo en mi grupo. Es complicado ser sencillo, pero que gran misión nos deja Jesús para uno mismo.

  12. ¡Hay Dios mio! como es complicado para mi ser sencilla,pero este articulo me enseña el camino que he de empezar a caminar , muchas gracias por lo sencillo del articulo y su claridad para recapacitar en uno mismo

  13. ¡Hay Dios mio! como es complicado para mi ser sencilla,pero este articulo me enseña el camino que he de empezar a caminar , muchas gracias por lo sencillo del articulo y su claridad para recapacitar en uno mismo

  14. ¡Hay Dios mio! como es complicado para mi ser sencilla,pero este articulo me enseña el camino que he de empezar a caminar , muchas gracias por lo sencillo del articulo y su claridad para recapacitar en uno mismo

  15. La sencillez otro valor impotante en el ser humano, ser sencillo no significa que no tengamos aprecio por nuestra personalidad, si Cristo fue tan sencillo que con su ejemplo de sencillez nos enseño que el ser humanao debe ser asi simple, sencillo.-

  16. La sencillez otro valor impotante en el ser humano, ser sencillo no significa que no tengamos aprecio por nuestra personalidad, si Cristo fue tan sencillo que con su ejemplo de sencillez nos enseño que el ser humanao debe ser asi simple, sencillo.-

  17. La sencillez otro valor impotante en el ser humano, ser sencillo no significa que no tengamos aprecio por nuestra personalidad, si Cristo fue tan sencillo que con su ejemplo de sencillez nos enseño que el ser humanao debe ser asi simple, sencillo.-

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