Amor a los enemigos

Jesús defiende la ley del Levítico de amar al prójimo, y no la interpretación de odiar al enemigo.

"Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos y pecadores. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? ¿Acaso no hacen eso también los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso también los paganos?"(Mt)

 

Jesús defiende la ley del Levítico de amar al prójimo, y no la interpretación de odiar al enemigo. Ciertamente, la caridad es ordenada y se debe amar con intensidad a los más cercanos, familia, pueblo, nación, pero no a costa del odio al enemigo. Los beneficios de Dios sobre todos revelan la paciencia de Dios sobre buenos y malos. Se trata de llegar más lejos que los pecadores y de los paganos que no conocen a Dios. El que conoce a Dios ama como Él ama. Su amor no es indiferencia, ni lejanía, y mucho menos odio o menosprecio, sino amor que llega lejos, también al que está en el último lugar. El amor debe llegar a los enemigos. Es decir, a aquellos que me odian. No se puede responder al odio con el odio, sino con el amor. Este es el modo divino de actuar.

_______________________________

Reproducido con permiso del Autor,

Enrique Cases, Tres años con Jesús, Ediciones internacionales universitarias

pedidos a eunsa@cin.es

1 2Página siguiente

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.