¡Oh glorioso San Pablo!,
Apóstol lleno de celo,
Mártir por amor a Cristo,
intercede para que obtengamos una fe profunda,
una esperanza firme,
un amor ardiente al Señor
para que podamos decir contigo:
“No soy yo el que vive, sino es Cristo quien vive
en mí”.
Ayúdanos a convertirnos en apóstoles
que sirvan a la Iglesia con una consciencia pura,
testigos de su verdad y de su belleza
en medio a la obscuridad de nuestro tiempo.
Alabamos junto contigo a Dios nuestro Padre,
« A Él la gloria, en la Iglesia y en Cristo
por los siglos de los siglos.»
Amén.
muy bonita oración, sencilla corta pero muy profunda
muy bonita oración, sencilla corta pero muy profunda
muy bonita oración, sencilla corta pero muy profunda
¡¡¡¡EXCELENTE!!!!
¡¡¡¡EXCELENTE!!!!
¡¡¡¡EXCELENTE!!!!