Marta y María, trabajo y oración

Meditemos ahora una de las estancias del Señor en Betania. Jesús llegó allí de paso para Jerusalén. La actividad de los días anteriores había sido intensa. El camino que lleva de Jericó a Betania es duro, pues requiere una ascensión continua y transcurre por un terreno desértico. Jesús y los suyos debieron llegar cansados. Allí fue recibido por Lázaro, Marta y María.

Lucas nos cuenta aquel ligero descanso de Jesús en casa de los aquellos hermanos. No nos narran los evangelistas como surgió esa amistad, pero el clima que se describe es afable, los lazos de amistad debían llevar un cierto tiempo. Todos actúan con naturalidad. No se percibe ni el envaramiento previsible en las visitas de algún personaje importante, ni la curiosidad o el recelo ante el desconocido, menos aún la frialdad ante la presencia de alguien que se considera inoportuno. Marta y María actúan y se mueven con sencillez; no se dice nada de Lázaro en esta ocasión, pero es normal pensar que estaba allí.

El descanso se presenta como algo deseado y agradable después de un camino largo y cansado, y de un tiempo de intensa actividad, especialmente si se puede estar con los amigos. Jesús se sienta con sus discípulos y con los de la casa que quieran estar con Él. María escuchándole se olvida de todo. Marta se afana en atender a los recién llegados preparando comida y refrescos. La escena es familiar y natural.

No es infrecuente que los hermanos se parezcan y al mismo tiempo sean muy distintos. Cada uno es cada uno. Marta es activa, diligente, hacendosa, está en todo, una buena ama de casa, con ella se puede encontrar una casa que es ese hogar donde todo está en su sitio. María es más apasionada, todo corazón, sensible, en su vida no caben medias tintas sino entrega sin condiciones. Sabe querer. Los temperamentos de las dos hermanas son ocasión para que Jesús nos deje una joya preciosa de sus enseñanzas, casi como de pasada. Sus palabras parecen dichas al vuelo, pero la atención de muchos en la Iglesia se ha fijado en ella, y lo largamente que han sido comentadas y meditadas nos obligan a detenernos en ellas.

Los hechos transcurrieron así: una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada también a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta estaba afanada en los múltiples quehaceres de la casa y poniéndose delante dijo: Señor, ¿nada te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo de la casa? Dile, pues, que me ayude. Pero el Señor le respondió: Marta, Marta, tú te procupas y te inquietas por muchas cosas. En verdad una sola cosa es necesaria. Así, pues, María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada[65].

Jesús aprovechó la sencillez y la confianza de Marta para dejar claro el orden de lo necesario, lo importante y lo superfluo. Primero la oración y unida a ella el trabajo, lo demás puede esperar. Jesús revela como la oración es el núcleo y la raíz de toda actividad para que ésta sea algo vivo y sano. Pero veamos los detalles.

Es fácil comprender la actitud de Marta. Es una mujer responsable. Está en los detalles, se ocupa en algo necesario que alguien tiene que hacer: dar de comer y beber a mucha gente, procurar que descansen. No cuesta verla subir y bajar, mandar y ordenar. Es muy posible que todos hayamos visto en muchas ocasiones escenas semejantes. Es en medio de esa actividad cuando una inquietud empieza a dibujarse en su interior. Primero sería una mirada furtiva a su hermana: "Yo aquí haciéndolo todo y ésta tan tranquila". Poco a poco iría juzgándola con severidad creciente. Claramente no comprende a María, tenía razones, pero le faltaba darse cuenta de que la inactividad de María es sólo aparente.Por otra parte se le oculta que su actividad es un servicio que permite que los demás puedan gozar de las palabras del Maestro, también su hermana. Hasta que llega un momento en que no puede más, se planta delante del Señor, le interrumpe ante un público verdaderamente absorto en sus palabras, y se queja. La sencillez de la queja de Marta es comprensible, aunque revele falta de caridad, con toda espontaneidad le dice al Maestro: ¿nada te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo de la casa? Dile, pues, que me ayude. Su queja va contra su María, pero también afecta al mismo Jesús por no darse cuenta de que ella era una mártir y su hermana una comodona. Es la explosión de algo que ha ido incubándose poco a poco y estalla de repente. Está realmente enfadada, ha perdido la calma y en ella se ha introducido el espíritu crítico faltándole caridad y humildad. Sus buenos deseos de servir se han visto enturbiados por el enfado creciente agresor de la paz de su alma. Gracias podemos dar a su sencillez, ya que su queja explosiva es motivo de una de las enseñanzas más hermosas de nuestro Señor.

El tono de la respuesta de Jesús se puede deducir del modo con que empieza a hablarle: Marta, Marta (hay mucho cariño en esta repetición del nombre). Es como decirle: “Mujer, calma”. “Claro que te comprendo, pero te has puesto nerviosa”. Es una repetición que revela cariño y buen humor, le recuerda su carácter, y hace que reflexione un poco. No la riñe, sino que le hace reflexionar. Primero sobre sí misma: tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas.

La diferencia entre ocuparse y preocuparse es enorme. Ocuparse es trabajar bien y con rectitud de intención. Preocuparse es dejar que se altere la imaginación y, a través de ella, se mueva el orgullo. La preocupación altera el ánimo, aumenta los problemas, impide que se actúe con humildad y con caridad. El que se preocupa se ocupa mal de las cosas. De la preocupación surge la inquietud, producto de una falta de control de los nervios; la inquietud es una falta de serenidad y sin serenidad se pierde la objetividad. El alma inquieta juzga con precipitación, se entristece, le cuesta comprender. Marta actúa bien en su actividad externa de servir, pero pierde el control interior, se preocupa y se inquieta, no tiene paz en su buena acción externa.

Luego, Jesús le aclara la conducta de María y el camino que debe seguir para no perder los estribos con sus quejas. Y le dice: En verdad una sola cosa es necesaria. Cosas importantes hay muchas en la vida, y Marta estaba haciendo una de ellas: procurar servir alimento y descanso. Pero conviene tener bien dispuesto el orden de los valores. Lo necesario siempre será lo más importante, y sólo amar a Dios sobre todas las cosas lo es; al lado de lo necesario todo lo que llamamos importante pasa a un segundo lugar. ¿Quiere decir esto que está mal la actividad de Marta?. No. Quiere decir que debe trabajar de una manera distinta, respaldada por la oración. Y en caso de dudar sobre qué es más urgente, elegir primero la oración. Ama y haz lo que quieras concluirá San Agustín mirando el fondo de toda actividad así se evitan los enfados y las quejas estériles. O dicho de otro modo, si trabajas trabaja por amor. Si descansas descansa con amor. Si rezas reza por amor

No le dice Jesús que su servicio sea incorrecto, sino que debe trabajar con amor y ésto solamente lo aprenderá haciendo oración. Oración es lo que está haciendo María en esa momento Así, pues, María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada. Aquí esta la joya preciosa enseñada por Jesús aprovechando la sencillez y los defectos de Marta. La oración es lo primero. Ser almas contemplativas sea cual sea la actividad que se desarrolle en la vida. En la medida que esto se consigue se tiene paz y no hay inquietud, hay ocupaciones pero no preocupaciones.

La relación entre vida activa y vida contemplativa ha sido tema de estudio por muchas generaciones de personas buenas. Nosotros también queremos meditar esta relación a la luz de la conversación entre Jesús y Marta. Quizá en aquellos momentos, al escuchar a Marta, María pasaría un cierto sonrojo como si ahora percibiese que realmente había abandonado a su hermana, quizá pensó que su hermana tenía razón y debía ayudarla; por eso sentiría alivio al escuchar las palabras del Maestro. ¿Quiere decir esto que debe descuidar María las tareas de la casa que realiza su hermana? Evidentemente, no. María también debe cuidar de la casa, pues sería una injusticia que dejase ese esfuerzo sólo a su hermana. Es aplicable aquí lo que con buen humor recita el refranero español la mujer que por la iglesia/ deja el puchero quemar,/ tiene la mitad de ángel,/ de diablo la otra mitad. Pero siempre sin olvidar cual es el orden de los valores. Dios, los demás y yo.

De hecho María será un prodigio de actividad durante la Pasión, allí está al pie de la cruz muy cerca de la Virgen dolorosa; es la mas activa en el día de la Resurreción de tal modo que merece ser citada la primera en las apariciones del Resucitado. Sería muy torpe entender la vida de oración contemplativa como pasividad o inactividad. La vida contemplativa es vida interior, y la vida interior es sobre todo vida, es decir, algo muy activo y rico. De esa vida interior surge luego la actividad externa como le sucedió a Santa Teresa que, después de luchar por la paz del claustro y conseguirla, creciendo en vida contemplativa, al cabo de los años se lanza a la fundación de conventos y otras actividades apostólicas con una fuerza extraordinaria, tanto, que se le llama la "monja andariega" Es muy frecuente ver en la Iglesia casos similares. Primero crecer para adentro: vida de oración. Después floración de frutos: vida exterior. Esos frutos surgen de la fuerza serena que se ha acumulado.

Marta en su agitación había perdido la presencia de Dios. Por eso se enfada. Todo trabajo debe ir acompañado de prensencia de Dios si se quiere alcanzar la santidad. Por otra parte sería una ingenuidad pensar que en los conventos sólo se dedican a rezar, también descansan, comen, duermen, tienen tiempos de recreación, realizan algunos trabajos, además de la limpieza y cuidado de la casa, estudian, etc.

Conviene insistir en que es posible alcanzar vida contemplativa en medio del mundo. Es cierto que convendrá vivir las virtudes cristianas de un modo característico diverso de los religiosos; pero ello no quiere decir que no se pueda ser contemplativo en medio del trabajo, es más, conviene ser alma de oración en medio de la actividad más intensa si no se quiere se arrastrado por el torbellino de los acontecimientos. Es posible ser místico en el comercio, la industria, las finanzas, la política y cualquier actividad humana honrada. Y no sólo es posible, sino que es necesario, como bien nos enseña la vida de Jesús que vivió la mayor parte de su vida en una actividad intensa tanto en el trabajo como en el apostolado.

María ha escogido la mejor parte Cuando Jesús dice que la oración es lo mejor, conviene recordar que lo mejor no es lo contrario de lo malo, sino de algo menos bueno. La bondad de las diversas acitividades dependerá del amor a Dios que sean capaces de recoger.

Miremos el trabajo. Un trabajo se puede santificar ofreciéndolo, haciéndolo bien, poniendo rectitud ante Dios en aquella actividad. Pero no es posible, para el ser humano, trabajar y tener la mente totalmente puesta en Dios. Si alguien pretendiese concentrarse en las verdades divinas mientras estudia o mientras compra y vende, ni rezaría ni trabajaría bien. Somos tan limitados, que necesitamos concentrarnos para realizar la mayoría de las actividades, eso ocurre especialmente en el trabajo intelectual. ¿Entonces como ser contemplativo en el trabajo?. Encontrando tiempos dedicados exclusivamente a la oración; en ellos el alma adquiere la fuerza que es como el alma del resto de las actividades.El plan de vida que cada uno organice deberá ser como un guante que se adapta a las circunstacias de cada cual.

No le será quitada la mejor parte. Estas son las últimas palabras de Jesús en aquella breve lección. La oración es hacer actos de amor. No se pierde ninguno. Todo acto de amor a Dios permanece en el seno del amante, que es Dios. También permanecen en el que ora, ya que le hacen más perfecto, más amoroso. A veces los frutos se ven en la tierra, pero no siempre es así. No se pierden los frutos espirituales porque se conservan en Dios. No se puede decir lo mismo de otras realidades. El dinero, la fama, los placeres, y tantas construcciones humanas pasan, todo será quitado por la muerte de un modo violento, como un robo de ilusiones vanas que se va a producir con seguridad. Sólo hay un modo de conservar lo humano y es espiritualizando la vida. Lo humano entra en la eternidad a través del amor a Dios.

Unir trabajo y oración, lo humano y lo divino, es la meta de todo seguidor de Cristo. No se debe separar a Marta de María, sino ser Marta y María. Activos y rezando. Así lo hizo Jesús. Muchas veces se retiraba a orar en silencio y soledad hablando con el Padre. Pero la mayor parte de su vida la dedicó al trabajo manual. Y los tres años de vida pública están llenos de actividad apostólica. ¿Podremos separar lo que Dios ha unido? Mala cosa sería.

¿Cómo vivir vida de oración en medio del mundo? Con un poco de orden y mucho amor. Primero buscar el tiempo adecuado para esos momentos de diálogo con Dios, si no se encuentran es que se han planteado mal las cosas. Después trabajar como lo hizo Jesús en el taller de José. Ese trabajo transparentará la vida interior que se tenga y la paz se difundirá en el interior del alma como la luz de un candil, o de un foco, o del mismo sol brillante.

La vida interior es como el hilo que une las perlas del collar, no se ve, pero sin él serían cuentas sueltas nada más. Si hay oración, sea cual sea la actividad que se realice, se puede decir ¡Cuanto amo tu voluntad! Todo el día la estoy meditando; tu mandato me hace más sabio que mis enemigos, siempre me acompaña; soy más docto que todos mis maestros porque medito tus preceptos[66].

No debe haber oposición entre vida activa y vida de oración. Saber unirlas es la clave de la santidad en medio del mundo. Por eso se puede decir: ¿Ascética? ¿Mística? No me preocupa. sea lo que fuere, ascética o mística, ¿qué importa?: es merced de Dios. Si tú procuras meditar , el Señor no te negará su asistencia. Fe y hechos de fe, porque el Señor -lo has comprobado desde el principio, y te lo subrayé a su tiempo- es cada día más exigente. Esto es contemplación y es unión; ésta es la vida de muchos cristianos, cada uno yendo adelante por su propia vía espiritual -son infinitas-, en medio de los afanes del mundo, aunque ni siquiera se haya caído en la cuenta. Una oración y una conducta que no nos apartan de nuestras actividades ordinarias, que en medio de ese afán noblemente terreno nos conducen al Señor. Al elevar todo ese quehacer a Dios, la criatura diviniza el mundo[67] Estas palabras tan luminosas desarrollan las palabras de Jesús a Marta, a María y a todos nosotros en aquel memorable encuentro de Betania.

San Agustín, dirigiéndose a Marta le dice: “Tú no elegiste mal, pero ella eligió mejor”. No hay aquí menosprecio, ni exclusión, sólo un orden de prioridades según la regla de oro recogida en el Evangelio: Buscad el reino de Dios y todo lo demás se os dará por añadidura.


[65] Lc 10,38-42

[66] Salmo 119, 97-99

[67] Beato Josemaría Escrivá, Amigos de Dios. n. 308

Reproducido con permiso del Autor,

Enrique Cases, Mujeres valientes 3ª ed Eunsa pedidos a eunsa@cin.es

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23 comentarios

  1. es cuestion de pensar como estamos formados en la fe, cuales son nuestras prioridades es verdad que amo a dios sobre todas las cosas o solo vegeto mi fe,es decir vivo por vivir, sin sentido, por locual debemos reflexionar sobre nuestra relacion con dios para ser verdaderos creyenytes hijos de dios- ,

  2. Buen día, agradezco muchísimo esta reflexión sobre Mata y María y las implicancias para nuestra vida, nos muestra el equilibrio entre lo espirutual y lo mundano, esto que buscamos siempre y que en ocaciones nos hace sentir culpables por ocuparnos demasiado al trabajo. Este comentario es para leer y er a leer infinitinitas veces y sacar provecho de cada nueva lectura. Gracias, Dios lo bendiga!

  3. Me gustaría saber más de de la Madre de Jesús, lo que se refiere al antiguo testamento, ya que se hablaba de María, según algunas fuentes

  4. Que buen relato, me hace valorar mis prioridades. » LA ORACION Y LA RELACION CON MI DIOS «, despues todo será añadido como dice el ultimo renglon del relato. Pido a Dios que asi sea, y pido a Dios quite idolatria. adorarlo y seguirlo solo a el.

  5. la experiencia de conocer a cristo y de servirlo como lo hizo maria es unica y a la vez la persona de martha que busca en jesus la persona a quien acudir por ayuda en el momentos mas necesitados .hay circunstancias en la vida que nos da la oportunidad de parecernos a estas mujeres convertidas a disipulas de Cristo .

  6. esta reflexion es bella para mi ya que eso es lo que yo quiero ser Maria una mujer de oracion y martha mujer hacendosa y tener siempre en cuenta que primero Dios segundo los demas y por ultimo yo.Bendiciones

  7. me encantó la lectura e impregnó de sentido en mi estado de hia de DIOS,esposa-madre-misionera laica. siempre mi prioridad ha sodo mi habitual oración ponerme en su presencia y estar con DIOS y aaantes de realizar mis quehaceres me persigno, antes de mi intimidad sexual igual para que ÉLesté con nosotros, todo lo bueno y malo le presento a mi padreDIOS, he buscado,sondeado,preguntado c.omo hacer y llevar una vida interior donde JESÚS sea el hilo de todas las cosas y etapas de mi existencia,que pueda ofrecer a DIOS, así me lleve a vivir mi misión desde mi corazón-hogar-barrio-asociacion misionera ha almas que puerta a puerta DIOS nos coloca… todo por obra y gracia de mi papá DIOS…

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  10. Profunda reflexión. Me hace pensar en las prioridades de la vida. Amar a Dios, Orar y trabajar con amor. bye.

  11. Profunda reflexión. Me hace pensar en las prioridades de la vida. Amar a Dios, Orar y trabajar con amor. bye.

  12. Profunda reflexión. Me hace pensar en las prioridades de la vida. Amar a Dios, Orar y trabajar con amor. bye.

  13. holaa bueno gracias a dios y la virgen estamo tods alimendaoss..:)pero lo peoorr es para los nenes que se muerrenn o esass cosasas chau los amo qu dios los bendigaaaaa aaa todosss:D

  14. holaa bueno gracias a dios y la virgen estamo tods alimendaoss..:)pero lo peoorr es para los nenes que se muerrenn o esass cosasas chau los amo qu dios los bendigaaaaa aaa todosss:D

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  16. Me parece un exelente comentario.También conviene leer de la biblia Jn 11, 20 ( la resurrección de Lázaro) y ahora comparar la actitud de Marta con Jesús.Que cambio¡¡¡

  17. Me parece un exelente comentario.También conviene leer de la biblia Jn 11, 20 ( la resurrección de Lázaro) y ahora comparar la actitud de Marta con Jesús.Que cambio¡¡¡

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