Adentrarse en Cristo

Comentarios para revivir los pasajes del Evangelio y contemplar el Rostro del Señor.

Si miras el mapa verás que el mar de Galilea tiene forma de corazón. Y al igual que el corazón humano, éste es insondable, imprevisible, caprichoso, turbulento y, a pesar de su reducido tamaño, extremadamente peligroso.

¡SÁLVANOS, QUE PERECEMOS! (Mt 8, 25). Llámale cuando las olas se alcen amenazadoras. Porque el Señor duerme: Él reposa en el centro de tu tormenta, esperando que lo despiertes, o acaso a que tú te despiertes a Él.

¿NO TE IMPORTA QUE NOS AHOGUEMOS? Grítale fuerte, venga, dile que impere y gobierne y reine en ti. Hasta que, LEVANTÁNDOSE, INCREPÓ A LOS VIENTOS Y AL MAR, Y SE PRODUJO UNA GRAN BONANZA (Mt 8, 26). La paz que hace un momento reflejaba su rostro dormido, ahora la comunica al mar, que se acurruca dócil a sus pies…

Exsurge, Christe, ádiuva nos!: ¡PONTE DE PIE Y AYÚDANOS! No sea que me ahogue en este mar tuyo, donde tú navegas, y pescas y predicas y recorres a pie y donde duermes al vaivén de las olas; en este mar tuyo que es, Jesús, mi corazón…


¿NO TE IMPORTA QUE PEREZCAMOS? (Mt 8, 25) == En Cristo dormir es una forma de velar. Su despreocupación disipa nuestra falsa preocupación, su paz nos rescata del tumulto en que naufragamos, y durmiendo nos despierta de nuestra pesadilla.

¡Sálvanos!: al despertarte, Señor, me despierto yo para ti. Amanéceme, sé la aurora que me levanta levantándose.


ENTONCES LO DESPIERTAN, Y LE DICEN: MAESTRO, ¿NO TE IMPORTA QUE PEREZCAMOS? (en medio de la tempestad, Mc 4, 38)

– Lo que a ellos infunde temor, para Él es mano que le mece blandamente. El viento que aúlla para ellos, para Él suena como una nana.

¿En qué sueña para reposar tan tranquilo?, ¿qué miran sus ojos cerrados?

Jesús sueña en ti y en mí y por eso irradia paz. Sus sueños redentores ahuyentan tu miedo: métete en ellos. Si en Cristo sueñas con los demás nunca temerás la tempestad.


Los apóstoles temen ahogarse en la mar embravecida. Cerrando tus ojos, Señor, húndeme a mí en el mar de tu Corazón, donde me sueñas santo.


Yo me quedo dentro, Señor, cuando cierras tus párpados. En tus profundidades me muevo a mis anchas, libre por fin de la cautividad.

CUANDO EL SEÑOR CAMBIÓ LA SUERTE DE SION, NOS SENTÍAMOS COMO EN UN SUEÑO (salmo 125). Cuando te veo dormir en medio del oleaje, ¿cómo voy a inquietarme si tu sueño soy yo?.


BAJO LOS PÓRTICOS YACÍA UNA MUCHEDUMBRE DE ENFERMOS, CIEGOS, COJOS Y PARALÍTICOS (Jn 5, 5) == Esperan la señal propicia para curarse: que baje alguien del cielo y remueva las aguas, para tirarse de cabeza y salvarse…

Pero el que llega no es un enviado, sino la Piscina misma con rostro humano, diciendo: ¿QUIERES SER CURADO?, ¿quieres zambullirte en mí?, ¿te atreves, aunque no hagas pie? ¿quieres bañarte en mi gracia…?

El verdadero nombre de esta piscina de es Cristo y lo que aquellos esperaban sin saberlo se llama Bautismo…


HAY MUCHO

Cristo en Cristo, mucha sustancia de amor:

RESES CEBADAS, MANJARES SUCULENTOS dicen las parábolas,

TODO ESTÁ LISTO,

una mesa exquisita, QUE CONTIENE EN SÍ TODO DELEITE,

apetecible para este corazón mío famélico,

hastiado de tanta piltrafa.

Verdaderamente hay mucho,

mucho y bueno.

(Mt 22, 4; Lc 15, 27; Sb 16, 20)


QUERÍA VER QUIÉN ERA JESÚS (Lc 19, 1). Zaqueo, el publicano de Jericó, se lo tomó en serio y por eso no le valían los informes de segunda mano. No buscaba un dato sino una experiencia: los datos aburren, la experiencia arrastra.

Zaqueo, el hombre de la estatura corta y los deseos largos, se empinaba sobre los cogotes de sus vecinos. ¿Por qué se le aceleraba el corazón?, ¿a qué venían esos presentimientos? Sin duda el Espíritu Santo se lo había insinuado en el alma: quien hace por ver es porque sin duda ha comenzado a ver algo.

¿Y qué es ese algo? Zaqueo presentía que al ver a Jesús, al cruzar sus miradas, se vería a sí mismo. Cristo, en efecto, es el Espejo de la suprema revelación, donde cada hombre puede por fin verse, y verse con esperanza. Quien hace por ver a Jesús es porque, lo sepa o no, quiere verse en Jesús.

COMO ERA PEQUEÑO DE ESTATURA… Estatura no sólo física sino moral, pues ¿quién ignora en Jericó sus trapicheos y pecados? Sin embargo por encima de todo eso está el deseo. Si no tienes otra cosa, ¡desea mucho! Desear es aumentar la capacidad de recibir. Y quien desee lo que no tiene, que se suba encima de su carencia, como Zaqueo sobre el sicómoro: SE ADELANTÓ CORRIENDO Y SE ENCARAMÓ PARA VERLE.

Porque CUANDO SOY DÉBIL, dice san Pablo, ENTONCES SOY FUERTE; PORQUE LA FORTALEZA MADURA EN LA DEBILIDAD (2 Corintios 12, 10). Crías la virtud que no tienes a base de aceptar que no la tienes.

Con su pequeñez asumida Zaqueo se agigantó. Su humildad, en forma de árbol, le aupaba sobre todas las cabezas. “Habráse visto”, murmuraban los biempensantes, “¡todo un señor encaramado allí arriba, como un pajarraco!”.

Por encima de toda esta gente, nunca mejor dicho, me interesas tú, Señor. Ahora, en el sicómoro de la oración, contemplo a toda Jericó y al mundo entero, bajo mis pies. Todo es escalera donde me aúpo para verte pasar, y para ver que me ves, para ponerme a tiro, como pájaro que se posa en el árbol por donde pasa el cazador, pío, pío, Jesús, cázame…


¿ERES TÚ EL QUE HABÍA DE VENIR O HEMOS DE ESPERAR A OTRO?, preguntaron los discípulos de Juan (Mt 11, 3).. Y Jesús les responde mostrándoles a sus recién curados: ID Y ANUNCIAD A JUAN LO QUE ESTÁIS VIENDO Y OYENDO: LOS CIEGOS VEN Y LOS COJOS ANDAN, LOS LEPROSOS QUEDAN SANOS Y LOS SORDOS OYEN, LOS MUERTOS RESUCITAN Y A LOS POBRES SE ANUNCIA EL EVANGELIO; mirad a ellos si queréis saber de mí, yo respondo con palabras de carne y hueso, mi voz tiene forma de enfermo sanado, de pecador convertido, de ignorante enseñado; en mis milagros andantes me doy a conocer; en ellos e incluso a pesar de ellos, hablo yo”.


LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ (Jn 19, 22). Como buen romano, Pilato es sentencioso y lapidario: “Si he escrito esto y no otra cosa por algo será: en vez de rectificarlo yo interprétalo tú”. Y es verdad: lo que escribes queda fuera de ti, se te va de las manos, cobra vida propia.

La frase tiene lugar a propósito del INRI, que Pilato colocó en la cabecera de la cruz, para resumir así la identidad del condenado y su vida.

LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ, dice también Dios Padre. En la Cruz, en efecto, ha quedado rubricada con sangre su Palabra, su única Palabra, la que debe ser leída por TODO HOMBRE QUE VIENE A ESTE MUNDO (Jn 1, 9).


¿DE QUIÉN ES ESTA CARA Y ESTA INSCRIPCIÓN? (Mt 22, 20). Jesús muestra el denario a estos fariseos, que como hombres que son, llevan en sí la imagen y semejanza de Dios, son monedas vivientes del Rey eterno. La pregunta contiene, pues, una insinuación: ¿de quién es esa marca que hay en ti? ¿sabes de quién eres, a quién te debes, cuánto vales? ¿reconoces mi Rostro de Hijo en tu rostro de pecador? ¿mi semblante afeado en la Pasión para hermosear el tuyo?


¿DE QUIÉN ES ESTA CARA? (cf. Mt 22, 20).

Más que la del César, Jesús quiere indicarnos la suya propia. Y más que el tributo político, nos muestra aquel tributo a Dios que es su propia Persona: “Yo soy vuestro Precio, yo soy la Moneda para pagar vuestra deuda; ahora bien, debéis tomarme íntegramente: con la Cara… y con la Cruz”


El que se haga pequeño… será el más grande. ¿Y por qué es grande siendo pequeño? Jesús resuelve nuestra duda con un gesto: LO PUSO EN MEDIO DE ELLOS Y LO ABRAZÓ (Mc 9, 36).

La medida del Reino de los Cielos, o sea Cristo, son sus brazos: acurrúcate en ellos y serás grande.

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4 comentarios

  1. De verdad que leer estas reflexiones es vivir la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana, muchas bendiciones

  2. ME ENCANTA LAS REFLEXIONES DE VIDA..ME SIRVE PARA VIVIR COMO UN CRISTIANO DE PAZ Y EJEMPLO.GRACIAS POR ESTE PORTAL CATOLICO.DIOS LOS COLME DE MUCHAS BENDICIONES Y LA VIRGR DE GUADALUPE NOS CUBRA CON SU MANTO,JUNTAMENTE CON SU HIJO JESUCRISTO.

  3. ME ENCANTA LAS REFLEXIONES DE VIDA..ME SIRVE PARA VIVIR COMO UN CRISTIANO DE PAZ Y EJEMPLO.GRACIAS POR ESTE PORTAL CATOLICO.DIOS LOS COLME DE MUCHAS BENDICIONES Y LA VIRGR DE GUADALUPE NOS CUBRA CON SU MANTO,JUNTAMENTE CON SU HIJO JESUCRISTO.

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