El cosmos no es eterno

El cosmos no puede haber existido desde la eternidad»(69). Es dogma de fe que el cosmos no es eterno, sino que ha sido creado por Dios en el principio del tiempo. Dice San Pablo que Dios es «el Creador de todas las cosas, él existe antes que todas las cosas»(70).

3,1.- «El cosmos no puede haber existido desde la eternidad»(69). Es dogma de fe que el cosmos no es eterno, sino que ha sido creado por Dios en el principio del tiempo. Dice San Pablo que Dios es «el Creador de todas las cosas. él existe antes que todas las cosas»(70). «El ateísmo marxista se basa en la eternidad de la materia. Afirma que la materia ha existido desde toda la eternidad, y de este modo no necesitan a Dios-Creador. Pero la «eternidad de la materia» es una afirmación, no una demostración. Físicamente es inverificable, y filosóficamente es inaceptable. Pero los marxistas, que se precian de no admitir en su doctrina teórica y práctica sino los hechos que la Ciencia ha demostrado ser ciertos, esta afirmación de «la eternidad de la materia» la admiten sin demostración alguna. La imponen, sin más, como un postulado base de su ateísmo»(71). «Los marxistas-leninistas no demuestran la eternidad de la materia y por eso no consiguen desplazar la necesidad de un Dios, causa primera de todo cuanto existe»(72). «Casi por todas partes -informa Le Monde – el materialismo dialéctico como instrumento de análisis histórico está en retroceso. Si puede decirse que Marx ha muerto ya en el Este, el marxismo apenas resulta operativo en la historiografía occidental»(73). «Marx era rabiosamente ateo, pero no por convicciones racionales, sino por motivos emocionales y psicológicos… El psicólogo no tiene más remedio que reconocer en Marx un odio personal hacia el cristianismo casi idéntico al que sentía Freud … Tanto Marx como Freud -ambos judíos- decían que rechazaban el cristianismo en nombre de la Ciencia; pero lo verdaderamente innegable es que aquel rechazo provenía de un elemento emotivo»(74). «La idea materialista-marxista de una materia eterna es totalmente anticientífica. Está en contradicción palmaria con todos los datos de la Ciencia moderna»(75). Por el contrario «la Ciencia moderna le niega al Universo una existencia eterna, sea en el pasado, sea en el futuro»(76). Modernamente, como consecuencia de los nuevos descubrimientos científicos, el principio de la eternidad de la materia, ha resultado ser completamente falso según reconocen, con rara unanimidad, los propios hombres de ciencia quienes afirman que la materia comenzó en un momento determinado, hace algunos miles de millones de años . «Si el cosmos comenzó necesito de un Ser distinto del cosmos que lo puso en la existencia. De la nada absoluta, nada sale. A este Ser Creador del cosmos, le llamamos Dios. Por eso elmaterialismo marxista es imposible»(77). Le oí decir en una conferencia a D. Angel González Alvarez, Rector de la Universidad Complutense de Madrid, y Catedrático de Metafísica y Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas: «El ateo afirma que Dios no existe, pero no tiene pruebas para demostrarlo, porque no las hay. El ateísmo es una profesión de fe en la NO existencia de Dios». El científico italiano Antonio Chiichichi, dice en «Il Tempo» de Roma: «El ateísmo no tiene a sus espaldas ni la Ciencia ni la razón. El ateísmo es también un acto de fe. La única diferencia es que el ateo tiene fe en la nada, y el cristiano la tiene en Dios. Quien quiera profesar la fe en la nada, que continúe siendo ateo; pero a condición de que no pretenda que su opción esté motivada por razones científicas»(78). «El pretendido principio de la eternidad de la materia, está en abierta contradicción con los resultados que nos ofrece la Ciencia moderna . El que quiera estar de acuerdo con los últimos descubrimientos científicos que señalan una edad en la existencia de la materia, no tiene más remedio que negar la eternidad de la materia, pues las pruebas que los científicos aducen son concluyentes . Existen algunas discrepancias entre las cifras que se dan como edad de la materia . Pero lo importante es que todo el mundo está de acuerdo en aceptar una edad para la materia. Si la materia ha tenido un principio, no puede ser eterna . Antes, cuando en los siglos XVIII y XIX, Ciencia y Religión se hallaban en conflicto, a nosotros,los católicos nos llamaban retrógrados, ignorantes y obscurantistas. Ahora, por una curiosa ironía de los tiempos, estos «cariñosos» adjetivos, los podemos dirigir con mucha mayor razón, a los ateos recalcitrantes, que realmente dan muestras de atraso e ignorancia, cuando se empeñan en seguir defendiendo la eternidad de la materia, a pesar de que la Ciencia moderna, con pruebas experimentales, nos indica bien claramente que la materia tiene una edad y un principio en el existir»(79). «La vida finita del cosmos es algo científicamente probado. El científico que se para aquí, y dice que no sabe del origen del cosmos, es por pura pereza intelectual, pues donde no llega la Física llega la Metafísica. Basta ser hombre y tener sentido común para comprender que el origen finito del Universo debe tener una causa adecuada fuera del mismo Universo»(80). Esta causa no es otra sino Dios. La eternidad de la materia no se puede demostrar porque es un absurdo. En efecto: la materia tiene una existencia sucesiva(81), es decir, con un antes y un después; es decir, medible por el tiempo. Las sucesivas transformaciones de la materia y los cambios de la Naturaleza se van midiendo por el paso de los días, de las horas y de los minutos. Y todo lo que es medible por el tiempo, tiene una existencia temporal y limitada, no eterna. El tiempo es la duración del movimiento(82), y lo eterno no cambia. No tiene principio ni fin. Está siempre en el momento presente. No está sujeto al paso del tiempo. Si la materia en evolución fuera eterna querría decir que ha pasado por una serie infinita de momentos sucesivos(83). Y si no se llega al término desde aquí hasta allá, tampoco se puede llegar desde allá hasta aquí, pues la distancia es la misma. Efectivamente, la misma distancia hay de Madrid a Barcelona, que de Barcelona a Madrid. El mismo tiempo hay del día de hoy al primero de enero de 1950, que desde ese día hasta hoy. Si por más que subiéramos por la escalera del tiempo no llegaríamos nunca al principio del cosmos, tampoco llegaríamos nunca del principio del cosmos al día de hoy, si ese principio estuviera en la eternidad. Es así que hoy existe el cosmos actual que vivimos, luego si hemos llegado hasta hoy, también desde hoy, subiendo por la escalera del tiempo, podemos llegar, con el entendimiento, al principio del cosmos, por lejano que esté. Es decir, que el principio del cosmos no está en la eternidad: el cosmos no es eterno. Si el cosmos no es eterno , es necesario otro Ser que sea eterno, pues todo lo que empieza necesita de otro para empezar a existir.

3,2.- El único Ser eterno es Dios , porque Dios es el único Ser por el que no pasa el tiempo, que está totalmente fuera de la medición del tiempo. El tiempo es la duración del movimiento, y Dios es inmutable, es pura actualidad. En él no hay antes ni después. Es un presente permanente. Todo esto se demuestra en Filosofía. «Nosotros vivimos en el tiempo y no podemos concebir un ser que exista fuera del tiempo… Alguna intuición podemos tener de lo que es existir fuera del tiempo, cuando pensamos en las esencias, por ejemplo, en la esencia del triángulo: la triangularidad. No tiene sentido preguntar cuándo empezó a existir, ni cuánto tiempo lleva existiendo. La triangularidad no dura, simplemente es»(84). Todo esto puede ser difícil de entender para personas que no están acostumbradas a cuestiones filosóficas. Es como pedirle a un matemático que explique en dos palabras la resolución de las ecuaciones diferenciales o de las integrales elípticas; o, sencillamente, el uso de las tablas de logaritmos, a quien no ha estudiado matemáticas. Esto es imposible sin dedicar primero muchas horas, y aun años, a explicar multitud de conceptos preliminares indispensables. Y desde luego, no se debe buscar en esto una evidencia, como el axioma el todo es mayor que su parte y dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí .

3,3.- No se trata de demostrar la existencia de Dios científicamente, pues el estudio de Dios no es objeto de la Ciencia, sino de la Teología. El objeto de la Ciencia no es estudiar a Dios. La Ciencia estudia la Naturaleza. A Dios lo estudia la Teología. Por eso no tiene sentido buscar argumentos científicos para demostrar la existencia de Dios. La Ciencia se limita a responder a como se realizan las cosas. El porqué y para qué es propio de la Filosofía. Sin embargo la Ciencia sí nos da datos que nos hacen razonable la creencia de Dios. Esto es lo que dijo el Papa Juan Pablo II en su audiencia general del 10 de julio de 1985: Cuando se habla de pruebas de la existencia de Dios debemos subrayar que no se trata de pruebas de orden científico experimental. La pruebas científicas en el sentido moderno de la palabra, valen solo para las cosas perceptibles por los sentidos, dado que solamente sobre éstos pueden ejercitarse los instrumentos de la indagación y de la verificación de los que se sirve la Ciencia. Querer una prueba científica de la existencia de Dios significa hacer descender a Dios a las filas de los seres de nuestro mundo y, por lo tanto, equivocarse metodológicamente sobre lo que es Dios; la Ciencia debe reconocer sus límites y su impotencia para alcanzar la existencia de Dios; no puede ni afirmar ni negar esta existencia. Pero de todo esto no debe sacarse la conclusión de que los científicos sean incapaces de hallar en sus estudios científicos motivos válidos para admitir la existencia de Dios. Si la Ciencia como tal no puede alcanzar a Dios, el científico, que posee una inteligencia cuyo objeto no está limitado a las cosas sensibles, puede descubrir en el mundo las razones para afirmar un Ser que lo supera. Muchos científicos han realizado este descubrimiento. Quien con espíritu abierto reflexiona sobre aquello que está implicado en la existencia del Universo, no puede impedir el llegar al problema del origen. Instintivamente cuando somos testigos de ciertos acontecimientos nos preguntamos cuáles son las causas del mismo. Una hipótesis científica como la expansión del Universo hace descubrir más claramente el problema: si el Universo se encuentra en continua expansión, no debería llegar en el tiempo hasta lo que se podría llamar el «momento inicial», aquel en el que la expansión comenzó? Cualquiera que sea la teoría adoptada sobre el origen del Universo, esa cuestión más fundamental no puede ser eludida. Este Universo en constante movimiento postula la existencia de una causa que, dándole el ser, le ha comunicado este movimiento y continua alimentándolo. Sin tal Causa Suprema, el mundo y todo el movimiento que en él existe quedaría inexplicado e inexplicable, y nuestra inteligencia no podría quedar satisfecha. El espíritu humano pide recibir una respuesta a sus interrogantes solo admitiendo un Ser que ha creado el mundo con todo su dinamismo, y que continua sosteniéndolo en su existencia… A todas estas indicaciones sobre la existencia de Dios-Creador, algunos oponen las virtudes de la casualidad o de los mecanismos propios de la materia. Hablar de casualidad para el Universo que presenta una organización tan compleja en los elementos, y un finalismo tan maravilloso en la vida, significa renunciar a la búsqueda de una explicación del mundo. En realidad esto equivale a querer admitir los efectos sin causa. Se trata de una aplicación de la inteligencia humana que renunciaría así a pensar y a buscar una solución a sus problemas. En conclusión, miles de indicios empujan al hombre, que se esfuerza por comprender el Universo en que vive, a orientar la propia mirada hacia el Creador. Las pruebas de la existencia de

Dios son múltiples y convergentes . Ellas atribuyen a demostrar que la fe no mortifica a la inteligencia humana, sino que la estimula a reflexionar y le permite entender mejor todos los «porqués» puestos ante la observación de la realidad . «En el simple plano de las razones y de las pruebas, podríamos decir que las posibilidades de la existencia de Dios son incomparablemente mucho más grandesque las de su no existencia; y los hombres lo adivinan así. Su ateísmo no es un ateísmo especulativo, sino un ateísmo práctico»(85). Cuando uno, consciente o inconscientemente está interesado en rechazar la fe, se siente inclinado a encontrar más y más dificultades, y a no parecerle satisfactorias las soluciones que se le dan. No acepta una fe razonable y acepta un ateísmo que es indemostrable. Si Dios nos ha dado la razón es para que la usemos. Debemos ser creyentes bien formados, que sabemos lo que creemos y por qué lo creemos(86).

3,4.- Hace algún tiempo se hablo de la teoría de Frederick Hoyle sobre el origen del Universo. Se llama Universo estacionario. Sir Fred Hoyle era hijo de padres ateos y en su vida tampoco había sitio para Dios. Sin embargo, en 1983 sorprendió al mundo publicando un libro sensacional: «El Universo inteligente», donde apunta la necesidad de la existencia de Dios. La revista norteamericana «TIME», en un artículo de Arthur White lo anunciaba con este título: «El astrónomo que ha visto la LUZ». La LUZ con mayúsculas, se refiere a Dios. El subtítulo era: «Según Hoyle, una inteligencia superior guía la Naturaleza»(87). En este libro, Fred Hoyle reconoce las dificultades de su teoría hasta el punto de abandonarla, como afirma el profesor de Astronomía de la Universidad de Harvard (EE.UU.)Donald H. Menzel(88). La teoría del Universo estacionario de Fred Hoyle no cuenta con ninguna prueba experimental hasta el presente(89). Este modelo está hoy abandonado por las insalvables dificultades encontradas(90). Está hoy tan abandonado, que Nigel Henbest astrónomo inglés de la universidad de Oxford en su libro «El Universo en explosión» titula uno \de los capítulos: «Muerte de la teoría del Universo estable»(91). La teoría del Universo estacionario de Fred Hoyle debe ser abandonada. Hoy en día casi todo el mundo supone que el Universo comenzó con el Big-Bang… «Roger Perose y yo mostramos como la teoría de la relatividad general de Einstein implicaba que el Universo debía tener un principio»(92). Dice Robert Jastrow , investigador, astrónomo y cosmólogo norteamericano contemporáneo: «Prácticamente está eliminada la teoría del Universo estacionario de Fred Hoyle, obligándonos a aceptar la de la gran explosión inicial»(93). Esta teoría se llama del Big-Bang o del Universo en expansión. La desviación hacia el rojo en el espectro de la luz de las galaxias demuestra que el Universo está en continua expansión. Esta expansión de las galaxias, como la explosión de una bomba, nos lleva a pensar que estas galaxias debieron partir de un punto común(94). Esta teoría tiene a su favor tantos datos experimentales que hoy es aceptada, casi sin excepción, por todos los físicos y astrónomos contemporáneos(95). Cabe incluso hacer una especie de cuenta atrás hasta el momento en que el Universo nació. La mayoría de los cosmólogos están de acuerdo en que el Universo se inicio con una gran explosión hace unos 15.000 millones de años(96). Por eso la mayoría de los astrónomos aceptan el Big-Bang, como lo llaman los anglosajones. Es decir, la gran explosión en el comienzo del cosmos. Después del Big-Bang la radiación se condenso en partículas, y éstas al unirse formaron protones y neutrones que después formaron los átomos de hidrogeno, helio, etc. «La teoría de que el Universo nació en una gigantesca explosión o Big-Bang, ya no es una simple hipótesis académica, cada vez se hace más difícil prescindir de ella si se quiere dar cuenta de las propiedades fundamentales del Universo como hoy se observa. El extraordinario éxito de la teoría del Big-Bang está relacionado con su poder de predicción y con las brillantes confirmaciones que las observaciones han aportado a sus predicciones.(…)La teoría del Big-Bang ha adquirido categoría de ciencia»(97). «La teoría del Big-Bang, ha pasado, de hipótesis estrafalaria, a ser respetada teoría científica, merecedora de la más preciada distinción para los físicos de hoy»(98). Esta teoría la defienden los astrofísicos más acreditados, como Allan Sandage del Observatorio de Monte Palomar (California), especialista en la investigación sobre los quásares y radiogalaxias(99); Chushiro Hayashi, Profesor de Astrofísica de la Universidad de Tokyo (Japón); Arthur Code, Director del proyecto OAO-II de la NASA, y Yakov Zeldovitch , de la Academia de Ciencias de la URSS . Y también por Martin Ryle , catedrático de Radio-Astronomía en la Universidad de Cambridge, y Premio Nobel de Física en 1974. El científico español que trabaja para la NASA americana, D. Juan Oro , dijo por Radio Nacional de España el 7 de octubre de 1983 a las 7″30 de la tarde en el espacio Directo, directo , que la teoría del Big-Bang es una confirmación de la creación del cosmos por Dios. «Esta teoría del origen del Universo es aceptada por la inmensa mayoría de la comunidad científica, porque es la que mejor se ajusta a lo que se puede observar en la realidad»(100). Prácticamente todos los astrónomos aceptan hoy la teoría de que el Universo apareció en un instante de creación mediante la violenta explosión de una bola de fuego, hace unos 15 o tal vez 20 mil millones de años . «El 3Universo estacionario2 de Hoyle también exige un comienzo de materia (creación). Yakov Zeldovitch afirma que es ineludible admitir que el Universo ha tenido un comienzo. El proceso de la NADA a la existencia de la materia solamente nos es posible describirlo con la palabra CREACIÓN. Para que la materia comience a existir se requiere un agente no material de infinito poder: UN CREADOR»(101). «Físicos y astrónomos apuntan a la conclusión de que el Universo fue creado en una inmensa explosión (Big-Bang) hace unos 20.000 millones de años»(102). Para hacernos una idea de lo que es todo este tiempo, si reducimos la historia del universo a un año, el nacimiento de Cristo hace dos mil años, sucedería en el ultimo minuto del ultimo día del año. El astrónomo Phillip Morrison confesaba en una intervención ante la BBC de Londres: «Me gustaría poder rechazar la teoría del Big-Bang, pero tengo que rendirme a la evidencia»(103). Precisamente el Premio Nobel de Física de 1978 se concedió a los radioastrónomos Arno Penzias y Robert Wilson , especialistas en microondas, por haber recogido por primera vez en la historia el eco que queda de la gigantesca explosión que tuvo lugar en el comienzo de la creación del cosmos. El catedrático de Física Teórica de la Universidad Complutense de Madrid, D.Alberto Galindo , califica este hallazgo como uno de los más importantes de la astrofísica del siglo XX, sobre el comienzo de la creación del cosmos . Gracias a esta radiación de fondo sabemos que hubo una creación instantánea . El profesor F. Graham Smith , astrónomo real británico y director del Observatorio del Jodrell Bank, manifiesta que el ruido cósmico captado proviene del Big-Bang, la gran explosión que dio origen al Universo. El 23 de Abril de 1992 un equipo de investigadores, dirigidos por Jorge Smoot, anunciaba el descubrimiento de fluctuaciones en el fondo cósmico de radiación, detectadas por medio del satélite COBE (Cosmic Background Explorer )…Este fondo de radiación refleja el momento de la expansion del universo en el que tuvo lugar el acoplamiento entre materia y energía. El mismo Jorge Smoot , astrofísico de la Universidad de Berkeley (California), dijo en una conferencia de prensa en la Sociedad de Físicos de Estados Unidos en Washington: Lo que hemos hallado es una prueba del comienzo del Universo. Ha sido como ver a Dios . La teoría del Big-Bang es actualmente la más aceptada por los científicos para explicar el origen del cosmos, especialmente tras la presentación por parte de Jorge Smoot , de unas fotografías de la «explosión inicial» que puede considerarse como una imagen del Big-Bang . Por eso a Jorge Smoot se le ha llamado el hombre que fotografió el nacimiento del Universo con el satélite COBE. El COBE ha fotografiado con distintos colores fluctuaciones de temperaturas de irradiación situadas hace 15.000 millones de años luz. Todo esto confirma la teoría de la expansion del Universo expuesta por primera vez por el sacerdote científico belga Jorge Lemaître , por los años 30 de este siglo. Los días 26 y 27 de octubre de 1990 asistí en Madrid a un Simposium sobre Física y Religión. Uno de los científicos que hablo allí fue Julio A. Gonzalo , Catedrático de Física de la Universidad Autónoma de Madrid. Hizo esta afirmación: El Big-Bang ha pasado de ser hipótesis a ser teoría científica . Las observaciones del satélite COBE indican que no hay una teoría alternativa al Big-Bang sobre el origen del Universo . El astrónomo John Mather explico en la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana que las informaciones obtenidas por el satélite COBE no dejan dudas de que el Universo surgió a partir de una gigantesca explosión (Big-Bang). La teoría del Universo pulsante , de sucesivas expansiones y contracciones, es puro parto de la fantasía . No tiene ninguna confirmación científica. Mientras que la teoría del Big-Bang, del Universo en expansion, tiene multitud de comprobaciones científicas. El 29 de agosto de 1985 asistí en Loen a una conferencia del Profesor Carlos Sánchez del Río, Catedrático de Física de la Universidad Complutense de Madrid, y dijo: La expansion del Universo está confirmada por multitud de datos científicos experimentales, pero hoy no tenemos ningún dato científico experimental para afirmar que en el cosmos después de una expansion vendrá una contracción . Que a la expansion no sucederá una contracción se puede ver siguiendo los pasos que da el Catedrático de la Universidad de Roma, Director del Observatorio Armellini, que podríamos resumir diciendo: Las galaxias no volverán nunca a caer hacia atrás, pues su velocidad de fuga es tres veces mayor que la velocidad crítica . Hay procesos irreversibles: un huevo frito jamás puede volver a ser un huevo crudo. «Es físicamente sin sentido el hablar de volver al pasado»(104). El astrónomo James Jeans , uno de los mayores genios de la época actual dice: Un universo cíclico está en completo desacuerdo con el principio bien establecido de la Segunda Ley de la Termodinámica que nos enseña que el universo cíclico es imposible. (…) Al remontarnos hacia atrás en el tiempo llegaremos por necesidad al momento antes del cual no existía el universo presente . Además esta hipótesis del universo pulsante no excluye la idea de creación, pues en estas sucesivas expansiones y contracciones, siempre hay pérdida de energía, es decir, antes o después se llegará al final. Cuando en pleno siglo XX, los científicos teóricos y los experimentadores descubrieron la necesidad de admitir un principio del Universo, los sabios materialistas bregaron como verdaderos diablos…, pues saben muy bien que si logra imponerse la tesis del principio del Universo, el fin del materialismo habrá llegado . Si la Astrofísica conduce a admitir que el Universo ha comenzado alguna vez…, entonces el ateísmo no sería admisible.

La Ciencia explica cómo fue el origen del cosmos. Pero en el instante inmediatamente anterior al Big-Bang no hay Universo; no existe el objeto de la Ciencia Física. Ésta no puede, por consiguiente, entender de lo que es ajeno a su jurisdicción. Como dice Cloud , «de dónde puede haber provenido la bola, cuya explosión dio origen al Universo, es una cuestión que trasciende los límites de la Ciencia…; pertenece a la Metafísica y a la Teología» . Entre otros muchos, existe un libro científico que trata sobre el origen del cosmos. Se titula Los tres primeros minutos ; es una vista moderna del origen del Universo, por Steven Weinberg , Profesor de Ciencias de la Universidad de Harvard, Premio Nobel de Física 1980. De este libro dice el Premio Nobel de Física T. D. Lee : Este libro presenta el tema con claridad y gran precisión científica. Y un comentarista del New Yorker , afirma: Cuando antes se creía que era una locura pensar en la creación, después de leer este libro lo que parece locura es no aceptar la creación .

Robert Jastrow , científico y autor internacionalmente reconocido, que es el fundador del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, Profesor de Astronomía y Geología en la Universidad de Columbia, y Profesor de Ciencias de la Tierra en el Dartmouth College, que ha sido una figura relevante en el Programa Espacial Norteamericano desde su comienzo, y fue el Presidente del Comité de Exploración Lunar de la NASA, dice: El repentino nacimiento del Universo es un hecho científico probado… Fue literalmente el momento de la Creación . Y en su libro Dios y los Astrónomos dice: Cuando el astrónomo llega a la cumbre de sus conocimientos del origen del cosmos, le dan la bienvenida los teólogos que estaban allí desde hace muchísimos siglos . Los teólogos han dicho siempre lo que hoy dicen los astrónomos: que el cosmos comenzó por un acto de creación. El P. Antonio Romañá, S.I. treinta años Director del Observatorio de Astrofísica del Ebro, que tenemos los jesuitas en Tortosa, me dijo a mí, y yo lo dije en Televisión Española citándole a él: Hoy en Astrofísica nadie excluye la idea de creación . Es evidente que el Universo ha tenido un principio . En Ciencia, al igual que en la Biblia, el cosmos empieza con un acto de creación… Todo esfuerzo para hablar de un Universo eterno con materia eterna se estrella contra los datos científicos . No supone ninguna falacia afirmar que el tiempo comenzó con el Big-Bang junto con el espacio que nuestro Universo ocupa

Ian Barbour , profesor de Ciencias en Carleton enseña que el Big-Bang del Universo es una forma de creación divina.

El Big-Bang es el grito del Universo al nacer.

Que el Universo tuvo principio en un momento dado está confirmado por el mayor acelerador de partículas del mundo (LEP) inaugurando el 13 de noviembre de 1989 para simular las condiciones que dieron origen al universo.

3,5.- Otro de los argumentos para demostrar que la materia no puede ser eterna, es la transformación de unos elementos radiactivos en otros. Si la materia fuera eterna, ya no quedaría potasio-40, ni rubidio-87, ni uranio-235, pues ya se habrían transformado en argón-40, en estroncio-87, y en plomo-207 respectivamente . Por el punto de desintegración de los cuerpos radiactivos podemos afirmar que la materia no es eterna, pues si la materia fuese eterna ya se habrían transformado totalmente. Si hoy queda en el mundo potasio y uranio radiactivos es porque todavía no han transcurrido los miles de años necesarios para que se transformen en argón y plomo respectivamente. Es cosa sabida que la mitad del uranio que contiene una roca se transforma en plomo al cabo de 4.000 millones de años. También es sabido que si todavía hay uranio es señal que no existe desde hace una eternidad, pues en ese caso todo se habría convertido en plomo y ya no quedaría uranio en el mundo . Dice el conocido físico francés Jean E. Charon: «La materia tuvo que aparecer en un momento determinado. (…) La radiactividad natural proporciona un método sumamente preciso para fechar el nacimiento de la materia»(107). El hidrogeno que consta de un protón y un electrón, es la base de todos los demás elementos más estables que él. No se retrocede de un elemento más estable a otro menos estable. Es imposible que el Universo sea eterno: no quedaría nada de hidrogeno. Es cosa sabida que el hidrogeno se convierte en helio en un proceso continuo e irreversible. Si esto sucediera desde toda la eternidad ya se habría gastado todo el hidrogeno que todavía se quema en las estrellas , pues la cantidad de hidrogeno del universo es limitada, y lo que se pierde no se repone. ésta fue la explicación que dio el astrónomo soviético Fessenkov en la Academia de la Unión Astronómica Internacional, celebrada en Roma en 1952, hablando sobre el origen de las estrellas: No pueden ser eternas, sino que han tenido que producirse en un momento dado . La Ciencia moderna encuentra cada día nuevos datos que confirman la doctrina católica de que el cosmos no es eterno. Por métodos radiactivos se puede calcular la edad de los astros cuyos astrolitos han caído en nuestro suelo. También se ha calculado que la edad de la Tierra es de 4.500 millones de años . En la Naturaleza nada se crea ni se destruye; todo se transforma. Pero esto supone una creación previa de la Naturaleza. La conservación del binomio materia-energía, es una ley de la Naturaleza que no tiene sentido antes de la creación del cosmos. «La ley de la conservación de la energía se entiende de la suma total de energía de todo orden que el cosmos encierra: mecánica, química, eléctrica, calorífica, etc. Pero la energía calorífica se llama energía degradada porque no puede transformars íntegramente en otra energía. La energía mecánica puede transformarse enteramente en energía calorífica, pero no al revés. La energía calorífica crece continuamente en el Universo y como, en su mayor parte, no es apta para producir de nuevo un trabajo útil, resulta que la energía utilizable disminuye incesantemente. Este proceso de degradación de la energía, se llama entropía. La entropía crece sin interrupción hasta llegar a la muerte térmica del Universo»(108). Ahora bien, es evidente que si el Universo debe acabar, ha debido también comenzar; porque de otro modo, si el Universo hubiera existido desde toda la eternidad, ya se hubiera transformado toda la energía y habríamos llegado ya al fin . Paul Davies , Profesor de Matemáticas del «King»s College» de Londres, dice que: «El fin del cosmos se calcula para dentro de cien mil millones de años»(109). Esta continua degradación de la energía, expresada en la ley de la entropía, ha hecho que los científicos abandonen la teoría del Universo pendular, pulsante, oscilante, cíclico. Dice, entre otros, Jean E. Charon , científico francés: «No hay evolución cíclica. La evolución del Universo es lineal»(110). Como el agua que cae desde una cascada produce una energía (mover una turbina), pero ese agua ya no puede volver arriba por sí misma. Arthur Eddington, considerado como uno de los más grandes astrofísicos de los últimos tiempos , habla en su libro «The Nature of the Physical World» de la muerte térmica del Universo: «El Universo se está descargando… No encuentro ninguna dificultad en aceptar las consecuencias de la teoría científica actual por lo que concierne al porvenir: la muerte térmica del Universo. Quizás sea dentro de billones de años, pero el reloj de arena se vacía lenta, pero inexorablemente… Debemos fijar su carga en alguna época… El principio del proceso mundial presenta dificultades insuperables, a no ser que convengamos en considerarlo como sobrenatural»(111). Dice P. Carreira, S.I., Profesor de Física y Astronomía en la Universidad de Cleveland (EE.UU.): «Tenemos una perfecta concordancia entre la ciencia moderna y la idea bíblica y cristiana de la creación. El Universo comienza por creación. El concepto de creación está en perfecto acorde con la Física y la Astrofísica modernas.(…) La ciencia moderna lleva naturalmente, por las medidas experimentales, y también por el desarrollo teórico de la Astrofísica, a la idea de un Universo creado. La ciencia moderna afirma, como dato científico, que el Universo tiene una edad limitada, que hay un tiempo máximo de las estructuras que observamos, y que antes no hay estructura material que se pueda describir por las leyes físicas»(112). Pío XII les dijo a los científicos del mundo entero reunidos el 22 de noviembre de 1951, que «la Ciencia de hoy ha confirmado con la exactitud propia de las pruebas físicas, que nuestro Universo es obra de un CREADOR»(113).

3,6.- C. Rubbia , Premio Nobel de Física, dice: «Hemos descubierto una precisa imagen de nuestro mundo. Para mí está claro que esto no puede ser consecuencia de la casualidad. Hay evidentemente alguien haciendo las cosas como son»(114). En 1973, Jean Heidmann , Astrónomo titular del Observatorio de París, publico un libro titulado «Introducción a la Cosmología», en el que después de muchas páginas de formulas matemáticas termina hablando del origen de la materia y dice esta frase: «Esto es en toda su sencillez el fiat lux , expresión bíblica del momento de la creación»(115). En el XXI Congreso de Premios Nobel celebrado en Lindau (Alemania), hablo el Profesor de la Universidad de Cambridge, Paul Dirac , Premio Nobel de Física, que murrio en octubre de 1984 , uno de los físicos más destacados del siglo XX , en frase del también célebre científico británico Fred Hoyle . Está considerado como uno de los fundadores de la mecánica ondulatoria, y descubridor de la antimateria, al intuir la existencia del positrón (electrón positivo) que más tarde fue descubierto por David Anderson también Premio Nobel. Más tarde, otro Nobel Emilio Segre descubrió el antiprotón (protón negativo) . Dirac afirmo que es necesario admitir la existencia de Dios en la creación del Universo, pues atribuirlo a la casualidad , no es científico(116). Hoy a muchos hombres cultos y entregados a la investigación científica, la fe religiosa no les parece inconciliable con las certezas científicas . «Es falso creer que la fe es algo perteneciente al pasado más remoto de nuestra civilización. Yo sostendría lo contrario. Hoy día la mayor parte de los científicos, empezando por los físicos nucleares, tienen una actitud muy respetuosa ante la Religión, o son ellos mismos cristianos practicantes. Bernard Lowell , el astrónomo de Jodrell Bank, me decía que nadie se atreve hoy a formular teorías de tipo positivista o materialista sobre el origen o el fin del universo»(117). El doctor Pascual Jordán , español de nacimiento, Catedrático de Física Atómica en la Universidad de Hamburgo, varias veces candidato a Premio Nobel de Física , especialista en cuestiones cosmológicas y biofísicas, colaborador de Einstein y Max Planck en las teorías de la relatividad y mecánica cuántica, es en la actualidad uno de los científicos de mayor prestigio internacional. Recientemente ha publicado un libro en el que afirma que «la Física Moderna no sostiene ya más un concepto materialista del Universo basado en la negación de la existencia de Dios»(118). Max Planck , Premio Nobel de Física, Profesor de Física Teórica y Director del Instituto Físico en la Universidad de Berlín, indiscutible patriarca de la Física de nuestro siglo y llamado con razón «el padre de la Física moderna», dice: «Lo que nosotros tenemos que mirar como la mayor maravilla es el hecho de que la conveniente formulación de esta ley produce, en todo hombre imparcial, la impresión de que la Naturaleza estuviera regida por una voluntad inteligente»(119). El hombre puede conocer como fue el origen del cosmos, pero la explicación del como no excluye el por qué . Es decir, siempre queda en pie la necesidad de un Ser Inteligente, Autor de las leyes del cosmos. Todo esto acontece como si este Universo nuestro fuera la obra de un compositor . Alberto Einstein , muerto en 1965, uno de los mayores físicos y matemáticos de nuestro tiempo, Premio Nobel de Física en 1921, que demostró matemáticamente que la velocidad de la luz es velocidad límite y no se puede superar, era creyente . Reconoció su humilde admiración hacia un espíritu superior e ilimitado . Afirmaba que el hombre de ciencia tiene que ser profundamente religioso . Decía con frecuencia: «La Ciencia sin Religión es coja, y la Religión sin Ciencia es ciega»(120). Edmundo Whittaker, Profesor de la Universidad de Edimburgo, se convirtió al catolicismo «como fruto de sus investigaciones sobre el origen del Universo»(121).

3,7.- Prescindo de lumbreras de la antigüedad como San Agustín, Santo Tomás o Miguel ángel, que siempre rezaba de rodillas antes de empezar a trabajar en su obra de arte. Lo mismo que Newton , era creyente Kepler . Leverrier , descubridor del planeta Neptuno, fue ferviente católico. Laplace murrio como fervoroso cristiano asistido por un sacerdote. Incluso Galileo , a pesar de su lamentable proceso, murrio como buen cristiano en 1642. Copérnico (a quien debemos el sistema heliocéntrico) y Lemaître , muerto en 1966 (autor de la teoría de la expansion del universo hoy en boga), fueron sacerdotes. Un destacado historiador -Deunert- tan solo ha hallado en el campo de las Ciencias Naturales un 2% de científicos de fama que se declaren materialistas y ateos. Entre 8.847 nombres de sabios citados por Poggendorff en su «Dictionaire des Sciencies Exactes» la inmensa mayoría son creyentes e incluso un 10% son sacerdotes o religiosos(122). El 1 de febrerode 1976 murrio en Munich a los 74 años de edad Werner Heisenberg , que está considerado como el físico más grande de todos los tiempos, Premio Nobel por sus investigaciones sobre Física Nuclear. él formulo matemáticamente la teoría unificadora de los campos energéticos, gravitatorio, electromagnético y nuclear (fuerte y débil); lo cual, Einstein no consiguió a pesar de sus esfuerzos. En abril de 1969 paso por Madrid. En una entrevista que hizo para la prensa, dijo entre otras cosas: Lo que sí creo es en Dios, y que de él viene todo. Las partículas atómicas tienen un orden, que tiene que haber sido impuesto por alguien . Heisenberg le dijo a Vintila Horia : «La teoría de un mundo creado, es más probable que la contraria, desde el punto de vista de las ciencias naturales. La mayor parte de los hombres de ciencia que yo conozco han logrado llegar a Dios»(123). En un ABC dominical leí que Werner von Braun , padre de la astronáutica y cerebro de los vuelos espaciales que han llevado el hombre a la Luna, manifestaba que era creyente y que todos los días oraba a Dios(124). Decía: «El hombre tiene necesidad de fe como tiene necesidad de agua, de aire….Tenemos necesidad de creer en Dios». Dice Salvador de Madariaga que «los hombres más eminentes en la vanguardia de la Ciencia no vieron que hubiera nada en su actitud científica que les impidiera creer en Dios»(125). Y Alexis Carrel, muerto en 1944, Premio Nobel de Medicina, dice: «Yo creo todo aquello que la Iglesia Católica quiere que creamos. Y, para hacer esto, no encuentro ninguna dificultad, porque no encuentro en la verdad de la Iglesia ninguna oposición real con los datos seguros de la Ciencia»(126). P. Manuel M. Carreira, S.I. , Doctor en Ciencias Físicas y Profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Cleveland (EE.UU.), dice: «Ni por ser sacerdote he tenido que viciar un razonamiento científico, ni fue preciso nunca que cerrase mis ojos a la Ciencia para mantener la fe»(127). El Premio Nobel Paul Sabatier , muerto en 1941, ha dicho: «Contraponer la Ciencia con la Religión es cosa de gente poco experta en uno y otro tema»(128). El Dr. Juan Oro , nacido en Lérida, que es uno de los más prestigiosos bioquímicos de Estados Unidos y que trabaja para la NASA, afirma: «Para mí no hay contradicción entre Fe y Ciencia»(129). El Profesor Baltasar Rodríguez-Salinas , Catedrático de Teoría de Funciones en la Facultad de Ciencias Matemáticas de Madrid, en un discurso que pronuncio en la Academia de Ciencias, comenzó con una cita del genial matemático Cauchy: «Yo soy cristiano, es decir, yo creo en la divinidad de Jesucristo , con Tycho-Brahe, Copérnico, Descartes, Newton, Kepler, Fermat, Leibniz, Pascal, Grimaldi, Euler, Gauss, Guidin, Boscowich, Gerdil , con todos los grandes astrónomos, todos los grandes físicos, todos los grandes matemáticos de los siglos pasados. Yo también soy católico como la mayor parte de ellos; y si se me pregunta la razón, diré que mis convicciones son el resultado, no de prejuicios de nacimiento, sino de un examen profundo»(130). Otros muchísimos científicos son católicos, como Pasteur, De Broglie, Schrödinger, Pauli, y Max Planck que se convirtió al catolicismo al final de su vida, como afirmo el Profesor Stanley L. Jaki, húngaro, Profesor de varias Universidades de Estados Unidos, en el Congreso sobre Física y Religión celebrado en Madrid en Octubre de l990 . Angel Santos Ruiz , Catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid, dice: «Ningún hecho científico, plenamente confirmado, ha tenido que rechazarse por estar enfrentado con la doctrina revelada»(131). » De hecho, ningún físico, químico, biólogo, etc., ha tenido que renunciar nunca a sus convicciones sobre Dios, el alma, la Ley Moral y lo sobrenatural, porque fueran incompatibles con su ciencia»(132). El 23 de agosto de 1985 le oí decir al Rector de la Universidad de Santander, y Catedrático de Física, D. Francisco González de Posada , en unas conferencias que pronuncio en Laredo: La Ciencia de hoy no le da al ateo ningún dato que le confirme en su ateísmo. D. Santiago Ramon y Cajal, Premio Nobel 1906, jamás dudo de la existencia de Dios , en frase de su hermano Pedro ; quien además afirma que si él hubiera llegado a tiempo, su hermano «Santiago hubiera muerto con los sacramentos»(133). Leonardo Torres Quevedo , que murrio en Madrid, el 18 de Diciembre de 1936, a los 84 años de edad, fue ingeniero y matemático. Invento en 1895 una máquina de calcular ecuaciones que es precursora de las computadoras electrónicas de hoy . El 25 de octubre de 1906, en la ría de Bilbao hizo evolucionar un bote sin tripulantes por ondas hertzianas, gracias al telekino, desde la terraza del Club Náutico. El bote avanzo, retrocedió, viro en redondo, sorteo otras embarcaciones que había en el puerto y llego a la escala del vapor Elcano, donde se hallaba la representación oficial . El telekino es precursor de los cohetes teledirigidos de hoy. El 10 de febrero de 1916 se inauguro en las Cataratas del Niágara el transbordador que Torres Quevedo proyecto y se adjudico en concurso internacional, y sigue funcionando en la actualidad. El Ayuntamiento de Camargo (Santander) organizo en el mes de agosto de 1991 una exposición en Maliaño con ocasión del 75 aniversario del transbordador del Niágara, obra de Torres Quevedo, nacido en Santa Cruz de Iguña (Cantabria), el 28 de Diciembre de 1852. En esta exposición vi una réplica de este transbordador que en 75 años no ha tenido ni un accidente ni una avería grave. En América lo llaman el aerocar español . Va sostenido por seis cables y anclaje con contrapesos, con lo cual se mantiene constante la tensión de los cables, independientemente del peso, según la barquilla estuviera más o menos cargada de gente; y le proporciona un alto coeficiente de seguridad. Antes de construirlo en el Niágara, lo instalo en el Monte Ulía de San Sebastián en 1907 para probarlo. Fue el primer tranvía aéreo del mundo. En 1914 invento el ajedrecista mecánico, que siempre gana. Es una máquina precursora de los robots de hoy. Se conserva en la Escuela de Ingenieros de Caminos. En 1951 fue presentado, por Gonzalo Torres Quevedo (hijo del inventor, ayudante suyo y colaborador), en París, en un Coloquio Internacional de Cibernética, y dio mate a Tartakower, entonces campeón del mundo de ajedrez. La máquina anuncia por un altavoz al contrincante cuando hace trampa o se equivoca. A la tercera se enfada y no juega más . En 1976 estuve en Toledo predicando conferencias cuaresmales, y entonces tuve la satisfacción de conocer a Valentina Torres Quevedo , hija del inventor, que me facilito los recortes de periódicos que cito. Ella me dijo que su padre murrio como un buen cristiano, como había vivido: comulgaba todos los Primeros Viernes de mes. Según uno de los comentaristas de los acontecimientos internacionales mejor informados de nuestro país, la gran mayoría de los investigadores y técnicos de la navegación espacial no solo de los Estados Unidos, sino también de la Unión Soviética, confiesan, cuando la conversación ha alcanzado un determinado clima de intimidad, su fe en Dios. Es más, casi sin excepción, admiten y añaden que su fe surge como consecuencia de sus mismas investigaciones científicas . Dos mil trescientos miembros de la Asociación Norteamericana de Científicos admiten ser creyentes . El Premio Nobel de Física 1985, Carlos Rubbia , Director del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) que ha descubierto una nueva forma de generar energía nuclear por fisión, que es más barata, limpia y segura, y no sirve para fabricar bombas atómicas, ha dicho: La Ciencia más avanzada se acerca a la Religión . Y Pío XII : «La ciencia moderna descubre a Dios detrás de cada nueva puerta que abre»(134). Juan Pablo II , dijo en la Universidad de Madrid: La Ciencia y la Fe no son opuestas, sino convergentes en el descubrimiento de la realidad integral que tiene su origen en Dios . El filosofo alemán contemporáneo Martín Heidegger dijo en una entrevista a la revista alemana «Der Spiegel» en 1966: «La literatura actual, en su mayoría, es destructiva. Solo Dios puede salvarnos todavía. Frente a la ausencia de Dios, nos hundimos»(135). Boris Yeltsin, Presidente de Rusia, declaro que «el comunismo intento durante 70 años imponer el ateísmo, pero no lo ha logrado»(136). El soviético Alejandro Solzchenitsyn, Premio Nobel 1970, que estudio Matemáticas y Física en la Universidad Rostov y luego curso los estudios de Literatura en el Instituto de Filosofía de la URSS, se manifiesta creyente. Es muy conocida la oración que escribió: Qué maravilla es vivir contigo, Señor! Qué fácil me es creer en Ti! Tu me envías la clara certidumbre de tu existencia. Chabanis después de entrevistar a varios pensadores ateos, afirma: Pensaba encontrar en ellos un ateísmo riguroso y bien fundamentado, pero lo que había era ausencia de búsqueda de la Verdad Absoluta . La increencia de muchas personas tiene su origen en su ignorancia religiosa. A nadie le puede convencer lo que no conoce. Yo no puedo opinar sobre la comida de Kenya, pues no sé lo que allí se come. Sería interesante contar las páginas que ese ateo ha leído de su profesión y las que ha leído de cultura religiosa. Seguramente la diferencia es enorme. Cuál sería su información profesional si invirtiéramos los números? Nos vamos a extrañar de su ignorancia religiosa?

3,8.- El ateísmo deja sin resolver muchas más cosas que todos los misterios que acepta la fe. Por eso Alexis Carrel , Premio Nobel de Medicina, dijo: No soy lo suficientemente crédulo, para ser incrédulo. Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, el 75% de los españoles creen en Dios .Y según otra del Instituto Gallup, el 94% de los norteamericanos cree en Dios, y el 58% en el infierno. Ya dijo Berdiaef que el hombre es un ser incurablemente religioso . Y Max Scheler: «el hombre o cree en Dios o se fabrica un ídolo. Este ídolo será la raza, el Estado, una mujer o el dinero; pero el hombre no puede vivir sin adorar algo»(137). El agnóstico se escapa con un no sé por no querer reconocer lo razonable que es un Dios Creador. La fe complementa la razón como el telescopio complementa al ojo. Con el telescopio veo estrellas que no veo a simple vista. Con la fe obtengo respuestas a muchas cosas para las que la Ciencia no tiene respuesta: Qué sentido tiene la vida del hombre? De donde viene? A donde va? Qué hay después de la muerte? Es mucho más razonable creer en Dios que ser ateo. El ateo no solo no puede demostrar que no hay Dios, sino que desde el ateísmo no se pueden resolver los grandes interrogantes de la vida. De donde viene? A donde va? Qué pasa después de la muerte? Qué sentido tiene la vida? Como saciar el apetito de felicidad?, etc., etc. El ateo se condena a vivir en la angustia, en la duda, en la desesperación; a no ser que prefiera dejar de ser hombre y vivir de espaldas a todo pensamiento transcendente. El animal no puede hacerse preguntas trascendentes. El hombre sí. Y solo con Dios encuentra respuestas. Como dice el Concilio Vaticano II , sin Dios quedan sin respuesta los problemas más agudos de la existencia humana como son el sentido de la vida y de la muerte, de la culpa y del dolor. Y estos problemas son insoslayables. No hay nadie que, al menos en ciertos momentos de su vida, deje de planteárselos. El materialismo dice que todo lo que existe es material, porque todo lo que se ve, se toca, se mide, etc., es material. Esto es tan simple como el pescador que niega que haya peces más pequeños que los que sus redes pescan, porque los más pequeños se le escapan por los agujeros . El hecho de que haya tantos hombres de ciencia creyentes es prueba de que la Ciencia no es obstáculo para creer. Si lo fuera, todos los científicos serían ateos; y, como hemos visto, muchos hombres de ciencia se declaran creyentes. El hecho de que haya científicos ateos habrá que explicarlo por otros caminos, pero no el hecho de ser científicos . El problema del hombre contemporáneo es la fraudulenta y persistente manipulación a que ha sido sometido por el racionalismo materialista que le asegura que «La Ciencia» ha demostrado la no existencia de Dios . No hay ningún argumento científico que demuestre que no hay Dios . Por el contrario, hay muchos datos científicos que confirman la fe del creyente: desde lo que dicen los astrónomos sobre el origen del cosmos (ver n 3 ), hasta los estudios científicos realizados en la Sábana Santa de Turín(138). El 13 de octubre de 1988 se hizo publico que el resultado del análisis del carbono-14 sobre la Sábana Santa , deduce que el tejido es de la Edad Media, es decir que la Sábana Santa no pudo cubrir el cuerpo de Cristo en el siglo I, por lo tanto es falsa. Esta noticia fue rechazada por todos los especialistas en la Sábana Santa. No se podían ignorar las anteriores investigaciones en los campos de la Historia, Medicina, Bioquímica, Numismática, Palinología, Arqueología, etc. que confirmaban la autenticidad de la Sábana Santa. De hecho se han celebrado dos Congresos Científicos Internacionales, uno en París en septiembre de 1989, y otro en Cagliari (Italia) en abril de 1990, donde se han invalidado las pruebas del Carbono-14 en la Sábana Santa. En las palabras de clausura del Congreso de Cagliari, dijo el Dr.Baima Bollone , Presidente del Centro Internacional de Sindonología de Turín: La tónica general del Congreso ha sido la inaceptabilidad de la prueba del carbono-14 en la Sábana Santa. En este Congreso se presentaron veintisiete trabajos de investigación. Yo tuve el honor de presentar en este Congreso un trabajo de investigación en nombre del Centro Español de Sindonología, que fue muy bien acogido, como expreso el Presidente de la Mesa. En la sexta edición de mi libro de la Sábana Santa hago un resumen de este Congreso y del trabajo de investigación que allí presento España. Con todo, no hay que desorbitar el valor del conocimiento científico experimental. También es válido el conocimiento histórico y metafísico. El conocimiento científico experimental no es el único modo de conocer. Hay realidades que se escapan al conocimiento experimental. El razonamiento filosófico no es científico. Cuando Descartes dice: Pienso, luego existo , hace un razonamiento válido; y sin embargo no es científico, sino filosófico. La Ciencia no lo explica todo. Hay cosas que se le escapan. Lo mismo que una red de trama grande no puede capturar peces pequeños, pero no por eso dejan de existir boquerones y chanquetes. Hay cosas inalcanzables para la ciencia experimental. La Ciencia no sirve para demostrar la existencia de Dios, como tampoco sirve para demostrar el amor de una madre o la fidelidad de un esposo, aunque todo esto sea una realidad. Sin embargo, no hay duda de que la Ciencia nos aporta datos válidos que confirman la existencia de Dios. Las razones para creer son suficientes, pero no evidentes como un axioma; pues Dios quiere que el hombre le acepte libremente y no a la fuerza. Las verdades de la fe son razonables y ciertas. Las podemos creer con toda firmeza, pero no se nos imponen con una evidencia aplastante , pues entonces la fe no sería meritoria, y Dios ha dispuesto que en esta vida merezcamos con la virtud de la fe. Decir el todo es mayor que su parte es tan evidente que el aceptarlo no tiene mérito ninguno. La oscuridad de la fe es absolutamente necesaria para que el acto de fe sea libre. Y la libertad de la fe es imprescindible para hablar de valores religiosos en ella . La fe es suficientemente oscura para que la adhesión a ella sea libre; y al mismo tiempo bastante clara como para que la dicha adhesión sea razonable . La fe es segura y oscura al mismo tiempo. Segura porque se basa en la palabra de Dios, y oscura por la limitación de nuestro entendimiento. Por eso decía Santa Teresita del Niño Jesús: «Señor, no te entiendo nada; pero te creo todo, porque me fío de Ti». Hoy, en algunos ambientes, está de moda el agnosticismo ;personas que prescinden de Dios. No les interesa Dios. Se instalan en el mundo como si no hubiera nada al otro lado de la muerte. Lo primero que hay que decir es que negar a Dios, no es destruirle; y el que piense que no hay nada más allá de la muerte, se va a enterar en cuanto se muera. Pues las cosas son como Dios ha dicho que son, no como nos puedan parecer a nosotros. Y si Dios ha dicho que seguiremos vivos más allá de la muerte, esto es así aunque haya quien no lo acepte. La fe es aceptar lo que no entiendo porque me fío del que me lo dice. Pero la fe es razonable. Si no lo fuera, los creyentes seríamos unos insensatos. Por eso la fe no es un salto en el vacío, a lo loco. Es muy razonable aceptar lo que no entiendo, si puedo fiarme del que entiende y me lo dice. La fe en Dios es perfectamente razonable . Hay muchas más razones para creer que Dios existe que para dudar de su existencia. Pero hay que rechazar, tanto el racionalismo que solo acepta lo que se puede demostrar (los misterios son indemostrables), como el fideísmo que desprecia la razón, y pretende que la fe sea un salto en el vacío , sin ningún motivo de credibilidad. Si la fe no tuviera ninguna motivación de tipo racional no sería responsable ni humana. Por eso la teología católica ha defendido siempre la capacidad natural que tiene el hombre para llegar con la luz de la razón a conocer la existencia de Dios-Creador. Así lo define el Concilio Vaticano I . La misma Santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, Principio y Fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana partiendo de las cosas creadas. Dijo San Pablo : «Lo invisible de Dios, desde la creación del mundo , se deja ver a la inteligencia a través de sus obras»(139). Sin embargo, aunque la razón me indica que hay motivos serios para creer, la razón no causa la fe. Solo cuando el corazón humano se rinde a la gracia en un acto de humildad y sencillez es cuando nace la fe. La razón tiene que ir acompañada de la oración humilde. Es preciso tener un corazón limpio para creer en Dios. No podemos olvidar que Dios solo se manifiesta a los humildes . La Ciencia que tiene por objeto la exposición de los motivos de credibilidad, o sea, las razones y argumentos que demuestran ser la fe razonable, se llama Apologética . El Cardenal Newman , que era protestante, se convirtió al catolicismo por puro raciocinio. Dice el Cardenal Daneels , Arzobispo de Malinas, la supresión de toda sana apologética es un funesto servicio prestado a la causa de la evangelización. En Mayo de 1935 se convirtió al catolicismo Marchant, Ministro de Instrucción Publica de Holanda. Al ser interrogado por un miembro de la izquierda del Senado, contesto: Creo, porque reflexiono . Pero no se trata de convencer a nadie a base de pruebas, sino de hacer ver lo razonable que es creer. Derramar luz sobre las verdades de la fe. Tal es el papel de la Apologética. Pero no olvidemos que la conversión no nace solo tras haber sido convencido, sino tras una iluminación de mi entendimiento y adhesión de la voluntad a Dios, acogiendo las verdades reveladas y acomodando todo mi ser a esa iluminación. Los motivos de credibilidad constituyen un preámbulo racional de la fe. El acto de fe constituye esencialmente un asentimiento a estas verdades porque Dios las ha revelado. Y por supuesto que no basta asentir a las verdades reveladas por Dios; es preciso vivir de acuerdo con ellas. Para el que tiene fe, mil objeciones no le hacen dudar; y al que no tiene fe, mil pruebas no le convencen. El hombre se convence por razones , pero es la voluntad la que elige las razones que quiere que le convenzan. Por eso no basta dar razones que van solo al entendimiento. Hay que presentar valores que mueven a la voluntad: bondad, belleza, importancia, utilidad o necesidad para el hombre en cuanto tal. Un hombre puede conocer que el tabaco es malo para su salud; pero mientras el placer del tabaco sea para él un valor superior al daño que pueda hacerle a su salud, no dejará de fumar. La fe es razonable, pero las razones no bastan para creer. Hace falta un acto de voluntad. Y la voluntad no se decide por razones lógicas, sino por motivos y valores . No es lo mismo estar convencido que convertido. El hombre, además de la razón, tiene un corazón, y con frecuencia éste manda sobre la razón. Las obras salen más del corazón que de la razón. Ya lo dijo Jesucristo: «Del corazón sale todo lo que mancha al hombre»(140). Si uno considera al cristianismo como un antivalor por los sacrificios que exige, es muy difícil que crea. Pero si considera el cristianismo como un valor superior a todo sacrificio porque garantiza una eternidad feliz, empieza a poner la base de una posible fe, si al mismo tiempo tiene la oportunidad de conocer suficientemente las razones en que se apoya la credibilidad del cristianismo. Un hombre que sinceramente quiere la salud acepta encantado una medicina que le ofrece garantías de curación, aunque suponga costosos sacrificios. Para tomarla basta que ofrezca esperanza razonable de curación. Pero negarse a tomarla porque no hay seguridad absoluta de su eficacia, es absurdo. No te deslumbres , con estas afirmaciones que a veces se oyen de labios poco documentados: «La Ciencia moderna contradice a la Fe». Porque puedes tener la seguridad de que la verdadera Ciencia no ha contradicho nunca, ni contradirá jamás a los dogmas de Fe, porque Dios, la misma Verdad, es el Autor de la Ciencia y de la Fe; y no puede contradecirse. Efectivamente, la Ciencia es el conocimiento de las leyes que Dios ha puesto en la Naturaleza que son la base de la Ciencia; y Fe es el conocimiento de las verdades que Dios ha revelado. Dios, Sabiduría infinita, es Autor tanto de las verdades científicas como de las verdades religiosas: luego estos principios jamás pueden ser incompatibles entre sí. Cuando parezca que hay incompatibilidad, se debe a los hombres que han rebasado o mal interpretados las verdades de la Ciencia o de la Fe . Dice el Concilio Vaticano II: «Las realidades profanas y las realidades de la fe tienen su origen en el mismo Dios»(141). Hay que tener en cuenta que no es Ciencia indiscutible la hipótesis de trabajo de un científico. Así como tampoco es Verdad Revelada la teoría personal de un teólogo. Cuando hablo de Ciencia, hablo de ciencia indiscutible, no de la hipótesis de trabajo de un científico. Y cuando hablo de Fe hablo de verdades dogmáticas,no de una norma disciplinar de la Iglesia, como ocurrió en el caso Galileo (ver n 39, 1) Pero entre ciencia indiscutible y dogmas de fe jamás ha habido contradicción, ni la habrá en el futuro, por lo que acabo de decir. Muchas de las dificultades que algunos creen encontrar en aparentes contradicciones entre la Fe y la Ciencia, o bien provienen de haber tomado como verdades reveladas afirmaciones que bien examinadas no gozan de tal garantía, o bien provienen de mirar como verdades científicas adquiridas definitivamente cosas que más tarde se verá no pasan de simples hipótesis o teorías, que con el tiempo, se han de ir retocando . No solo no hay contradicción entre Ciencia y Fe, sino que mutuamente se ayudan y complementan. La Física ha cambiado mucho durante los últimos cien años, y las posiciones radicalmente materialistas de algunos físicos del siglo XIX resultan hoy insostenibles. Muchos ideólogos influyentes, sin embargo, han permanecido anclados en el pasado, y habrán de pasar muchos años hasta que desaparezcan los prejuicios antirreligiosos, supuestamente científicos, que propagaron los ilustrados del siglo XVIII . Max Planck , Premio Nobel de Física dijo: «No se da contradicción alguna entre la Religión y las Ciencias Naturales; ambas son perfectamente compatibles entre sí»(142). Rudolf Kippenhahns , Director del Instituto de Astrofísica Max Planck de Munich, dice: «Me preguntan una y otra vez en mis conferencias, si en la concepción científica del Universo queda lugar todavía para Dios… Cuanto más pienso sobre ello, menos entiendo que los conocimientos científicos deban suprimir las ideas de la fe»(143). Como dice el profesor de la Universidad de Navarra, doctor en Ciencias Físicas, Mariano Artigas : la Ciencia nunca se ha opuesto a la Religión, y nunca se podrá oponer, porque no hay oposición real . Es más, añadió: «Hoy se puede afirmar como un hecho patente que los grandes científicos, prácticamente sin excepción, están de acuerdo en que no hay oposición real entre Ciencia y Religión»(144). La verdadera Ciencia no solo no se opone a la Religión, sino que la confirma cada vez más con sus nuevos descubrimientos. Por eso Pío XII dijo en su discurso a la Academia Pontificia de Ciencias en 1951: «La verdadera Ciencia encuentra a Dios detrás de cada nueva puerta que abre»(145). Es más, la Historia nos enseña que cuando una teoría se opone a lo que la fe sostiene como cierto y como seguro, esta teoría ciertamente es falsa. Antes o después será desbancada por otra nueva teoría. Así ha sucedido siempre. Y es natural: porque esa teoría se debe a un hombre que se puede equivocar; en cambio la fe se debe a Dios, que no puede equivocarse. Pero hombres a quienes estorba la Religión se agarran ansiosos a estas teorías mal demostradas como si fueran dogmas de fe, para desechar los verdaderos dogmas de fe que les estorban. No porque en los dogmas de la Religión haya misterios -como decíamos antes, la vida está llena de misterios, y eso a nadie extraña-; lo que ellos tienen contra la Religión no son dificultades científicas, sino prejuicios y dificultades morales. Si la Religión no obligara a tener a raya las pasiones, nadie tendría dificultades contra la Religión. Y si los preceptos morales dependieran de las verdades de la Física, muchos negarían la Física en lugar de negar la Religión. Ya dijo Bacon: «Solo niega a Dios aquel a quien conviene que no exista». Y Juan Jacobo Rousseau: «Mantened vuestra alma en estado de desear que Dios exista, y no dudaréis nunca de él». Con todo, conviene observar que el ateísmo va en retroceso. Paul Paupard , Presidente del Pontificio Consejo para los No Creyentes, dijo en Madrid que el ateísmo técnico está disminuyendo en el mundo. En España solo se declara ateo el 7% de los españoles . No negamos que un ateo pueda ser honrado, pero evidentemente le falta motivación. Cuando el hombre arranca a Dios de su vida se vuelve contra sus hermanos los hombres. Es lo que expreso Hobbes con frase cruda: El hombre es lobo para el hombre . Si no se respeta a Dios, qué otra cosa se puede respetar? Las consecuencias, a la larga, son funestas. Si a un árbol se le cortan las raíces, tendrá algunas reservas, pero para poco tiempo. Terminará por secarse y troncharse. La raíz de nuestro pueblo está en el cristianismo. El fideísmo es absurdo pues pretende que creamos en Dios sin tener fundamento racional de la fe. Dice el Concilio Vaticano I: Podemos conocer a Dios por la razón natural . Es una certeza que excluye toda duda razonable, pero no se trata de una evidencia axiomática. La fe es un acto de la voluntad tras el examen, por la razón, de los motivos de credibilidad. Por eso la razón prepara la fe, no la impone. Para dar este paso al frente es necesaria la gracia de Dios. Por eso hay que pedir a Dios el don de la fe. La fe es un don en el sentido de que Dios nos ayuda para que nuestra razón no se vea entorpecida por obstáculos psíquicos, morales, culturales, ambientales, etc., que le impidan su correcto funcionamiento. Los fundamentos de la fe hacen la fe razonable. La fe suple la razón, pero no la destruye. La razón no es causa de la fe, que es un puro don de Dios; pero es condición indispensable para que la fe sea responsable, humana y no arbitraria. Si la fe no fuera razonable los creyentes seríamos unos estúpidos . El fideísmo, que es creer sin pruebas, es de raíz netamente protestante (Barth, Bultmann). Ha hecho presa en algunos teólogos católicos que han olvidado el mandato de Pedro(146) de dar razón de su esperanza. Las consecuencias han sido nefastas. Pues no se puede fundamentar la fe sobre la duda y la inseguridad. Hoy está de moda hablar de riesgo de la fe, del túnel… Pero no puede existir una pastoral convincente si no se razona la fe. A nadie le atrae dar un salto en el vacío sin garantías. En las cosas importantes todos queremos seguridad. Nadie pone su dinero en un Banco que está en el borde de la quiebra. Nadie toma un alimento putrefacto con peligro de intoxicarse. Como dice el P. López Pedraz, S.I.: ´»La evidencia para cada uno es el resultado final de un esfuerzo de atención, de interés, de voluntad, que antecede a la admisión clara. Admitiríamos la sinceridad del que justifica su desinterés con el pretexto de no ver claro desde el principio? En la raíz del no ver puede estar un fallo de la voluntad. En tal caso la oscuridad no excusa, acusa; y la ceguera final es culpable (…). La ceguera voluntaria puede llegar a constituir el irremisible pecado contra el Espíritu Santo, contra el que se estrellan todas las manifestaciones luminosas, incluso las más conformes al gusto del interesado (…). Hace falta limpiar los ojos. No basta con querer ver: los judíos querían ver y muchos terminaron por no ver. Se requiere disponibilidad o receptibilidad para lo que aparezca, sin interponer condiciones que enturbian o tapan visión. Purificación de prejuicios. Purificación de sentimientos: cuántas veces no dedicamos la atención debida a una persona o a un asunto porque se interponen ciertos resabios de simpatía o antipatía, oscuramente nacidos en nosotros, o contagiados por el ambiente, que nos impiden no solamente ver claro sino interesarnos por ver? (…). Si un minero, atrapado al derrumbarse la mina, a oscuras, oprimido y en trance angustioso de asfixia, ve aparecer por una grieta una vaga luminosidad, por tenue que sea, esto le basta y le sobra para ponerse alerta por si aquello que viene del otro lado de las rocas, donde hay más luz, le anuncia una esperanza de salvación. Dará voces para comunicar su presencia a los posibles salvadores. Si se inhibiese diciendo: «esto no me basta, no hago nada hasta que tenga más luz y señales más claras», podría quedar sepultado para siempre».

3,9.- También hace falta orar . Como puede orar un ateo, que no sabe si hay Dios? Puede caer en ceguera culpable por no orar? Esto es una paradoja inadmisible? No: el que se encuentra perdido en un bosque, sin saber lo que hay en el entorno, grita pidiendo auxilio. A quién grita? A nadie. Aquien sea. Grita por si hay alguien.Pues bien, ningún ateo consecuente podrá eliminar, en conciencia, al menos, la sospecha de que haya Alguien.Ya dijo Pascal: «No hay más que dos clases de personas a las que se puede llamar razonables: aquellos que sirven a Dios con todo su corazón, porque lo conocen; y aquellos que buscan a Dios con todo su corazón, porque no lo conocen»(147). Lo religioso es una dimensión necesaria, constitutiva del hombre. No es algo accidental u opcional, como puede ser afición al tenis o a coleccionar mariposas. El increyente, es, sin duda, un ser psicológicamente mutilado. El hombre no puede despreocuparse impunemente de Dios. Es una pena la ignorancia religiosa. La fe es lo más importante de la vida, porque es lo único que responde a las verdades fundamentales. Todo ser racional, alguna vez en su vida, es lógico que se pregunte: qué sentido tiene la vida? qué será de mí después de la muerte?. El agnóstico no sabe responder. En la tumba de un ateo se lee: He vivido en medio de dudas, y muero en la incertidumbre. No sé a donde voy . De qué me sirve saber el numero de mis cromosomas o las vibraciones de la luz ultravioleta si no sé el sentido de mi vida? Solo la fe tiene ante el dolor explicación y consuelo. Para el ateo solo hay tinieblas y desesperación. La fe da rectitud, alegría y esperanza. El hombre tiene un dimensión religiosa que no se puede apagar. El hombre añora lo religioso. Setenta años de ateísmo militante en la U.R.S.S. no han podido acabar con la fe del pueblo ruso que ha resurgido con fuerza mientras rodaban por el suelo las estatuas de Lenin y Stalin. El alma humana tiende naturalmente a Dios, y es imposible ir contra la naturaleza: Si tiras una piedra hacia arriba, al cesar el impulso, terminará por caer a tierra. Si soplas sobre el fuego para que el humo vaya hacia abajo, cuando dejes de soplar el humo se irá hacia arriba. El barco tiende a flotar. Solo se quedará en el fondo del agua si está agujereado. El alma que no siente su destino hacia arriba es que está rota, destrozada. Por eso naufraga como un barco agujereado. El que tiene fe ve a Dios detrás de todo lo mundano. Como el que sabe que detrás de los nubarrones está el Sol.

3,10.- La fe es un don de Dios . Es una gracia de Dios, que debemos pedir sin descanso. Incluso el que cree que no tiene fe, debe orar. Al menos podría decir: Señor, si existes, concédeme el don de la fe . Como es cierto que existe, será oído y obtendrá la fe. Carlos de Foucauld (1858-1916) oficial del ejército francés encontró la fe, a los 28 años, después de llevar una vida desordenada, repitiendo: «Dios mío, si existes, haz que te conozca»(148). Y como Dios existe. se lo dio a entender: murrio como un santo. Dios sale siempre al encuentro del que sinceramente le busca . «Dios está cerca de los que lo buscan sinceramente»(149). La fe es un don sobrenatural de Dios. Para creer, el hombre necesita los auxilios interiores del Espíritu Santo. Con ella profundizamos en el conocimiento de la Religión y vemos cosas insospechadas para el que no la tiene. Es la diferencia entre la contemplación de la partitura de un concierto hecha por un profano o por un gran músico. El espíritu de fe nos hace juzgar de todas las cosas según las normas de la fe, desde el punto de vista de Dios. Esta iluminación hay que pedírsela al Espíritu Santo. La fe ilumina la noche. Pero no suprime la noche. Como las luces que señalan al piloto la pista de aterrizaje. Le señalan el camino, pero no iluminan las tinieblas. Vamos viendo según vamos avanzando. Como con la linterna que alumbra nuestros pasos. La fe ilumina la Verdad. Nos da a conocer cosas insospechadas, y nos lleva a aceptar la Verdad y a adherirnos a la Persona que nos la transmite. Se une a ella como dos ríos en uno solo. Es una opción por Algo y por Alguien. Dios no se impone. Quiere ser elegido libremente. Dios se me ofrece en una declaración de amor, y espera mi respuesta. La fe nos adhiere a Dios y nos impulsa a adherirnos cada vez más perfectamente a él por la gracia. Precisamente nos hace ver que en realidad solo podremos estar reunidos a él si estamos en gracia.

3,11.- En la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela . La fe no debe ser solo intelectiva, seca fría, sin palpitación vital. Debe ser alegre, optimista, ardiente, que brote de las entrañas del espíritu, y vivifique todo nuestro ser y nuestro obrar. Fe que se ilumine con la cabeza, y se caliente con el corazón. La fe da optimismo para llevar esta vida tan llena de calamidades. Es como el pájaro que oye crujir la rama sobre la que está, al ser zarandeada por vendaval: él no teme, porque tiene alas.


(69) – PASCUAL JORDAN:El hombre de ciencia ante el problema religioso III,12.

Ed. Guadarrama.

(70) – SAN PABLO: Carta a los Colosenses,1:16s.

(71) – CARLOS STAEHLIN, S.I.: Ateísmo marxista, 4. Ed. EAPSA. Madrid.

(72) – B. ORTONEDA, S.I.: Principios fundamentales del marxismo-leninismo, pg.

712. Espasa

(73) – Revista PALABRA n. 245 (XII, 1985)31.

(74) – LEPP: Ateísmo en nuestro tiempo, pg. 56-60. Ed. Mc Millan. New

York, 1966.

(75) – MANUEL Mª. CARREIRA, S.I.:Profesor de Física y Astronomía

de la Universidad de Cleeveland (EE.UU.): Antropocentrismo científico

y religioso. Ed. A.D.U.E. Madrid, 1983.

(76) – ROBERTO JASTROW: Until the Sun dies, pg. 30. Norton, New York, 1977.

(77) – CLAUDE TRESMONTANT: Ciencia del Universo y problemas metafísicos,

pgs.33, 52, 57 y 73. Ed. Herder. Barcelona,

(78) – Diario YA del 31-III-87,pg. 6.

(79) – JOSÉ Mª. CIURANA: Fin del materialismo ateo, IV. Ed. Bosch.

Barcelona, 1974. Excelente libro para razonar las sinrazones del ateísmo.

(80) – GIAN CARLO CAVALIERI: Revista PALABRA, n. 235 (XI, 1985)32

(81) – ANTONIO DÚE, S.I.: Dios y la Ciencia, XIII. Granada

(82) – ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.: Teología de la salvación,

2ª, III, 149. Ed. B.A.C. Madrid.

(83) – FRANCISCO DE LA VEGA, S.I.: Apuntes de Filosofía, 5º curso.

Colegio de El Palo. Málaga

(84) – JUAN LÓPEZ PEDRAZ, S.I. Cuando se está perdiendo la fe,III,A,4.

Ed. Sal Terrae.Santander.

(85) – IVES CONGAR, O.P.: Dios, el Hombre y el Cosmos, XVI, 3. Ed. Guadarrama.

Madrid.

(86) – MONS. CRISTIANI: Nuestras razones de creer, I, 2. Ed. Casal i Vall. Andorra.

(87) – Revista TIME, 5-II-79.

(88) – DONALD H. MENZEL: Astrnomy, XVIII, 7. Ed. Chanticleer Press. New York.

(89) – IAN G. BARBOUR: Problemas sobre Religión y Ciencia, 3º, XII,

1. Ed.Sal Terrae. Santander, .

(90) – Revista INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, 58 (VII-1981)116.

(91) – NIGEL HENBEST: El Universo en explosión. Ed. Debate. Madrid, 1982.

(92) – STEPHEN W. HAWKING; Historia del tiempo, pg.75, 78 y 57. Ed. Crítica.

Barcelona, 1988.

(93) – VINTILA HORIA: Viaje a los centros de la Tierra, 2º, II, 2. Ed.

Plaza y Janés. Barcelona, 1971.

(94) – JOSÉ Mª. CIURANA: En busca de las verdades fundamentales,

Apéndice, B, b. Ed. Bosch. Barcelona. 1988. Breve pero excelente libro

que responde acertadamente a su título.

(95) – MANUEL Mª. CARREIRA, S.I.: La creación del Universo en la

Ciencia moderna, 1983.

(96) – Revista INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, 83 (VIII, 1983)58

(97) – Revista MUNDO CIENTÍFICO, 34 (III, 1984) 326 y 338.

(98) – JULIO A. GONZALO, Catedrático de Física de la Universidad

Autonoma de Madrid: Física y Religión en perspectiva, V. 2. Ed.

Rialp. Madrid, 1991.

(99) – PIERRE ROUSSEAU: L1 Astronomíe, XI, 12. Librairie Generale Francaiçe.

París.

(100) – JOSÉ MANUEL NIEVES: ABC del 8-IV-90, pg.74

(101) – MANUEL Mª. CARREIRA, S.I.: Metafísica de la materia, VIII.

Universidad de Comillas. Madrid.

(102) – JULIO A. GONZALO, Profesor de Física en la Universidad Autonoma

de Madrid: Física y Religión en perspectiva, V, 2. Ed. Rialp.

Madrid, 1991

(103) – ROBERT JASTROW: New York Times Magazine, 28-VI-78

(104) – MANUEL Mª CARREIRA, S.I.: Metafísica de la materia,IX. Universidad

de Comillas. Madrid.

(105) – STEVEN WEINBERG: Los tres primeros minutos del Universo. Alianza Editorial.

Madrid, 1980

(106) – ROBERT JASTROW: El telar mágico, I. Ed. Salvat. Barcelona, 1985

(107) – JEAN E. CHARON:Los grandes enigmas de la Astronomía,pg.37s y

46 Ed. Plaza. Barcelona.

(108) – MANUEL Mª. CARREIRA, S.I.: Dios, el hombre y el Universo, VI. Madrid,

1976.

(109) – PAUL DAVIES: El Universo desbocado, X. Ed. Salvat. Barcelona, 1988.

(110) – JEAN E. CHARON: De la materia a la vida, pgs.167, 172, 313 y 404. Ed.

Guadarrama. Madrid

(111) – ARTHUR EDDINGTON: The Nature of the Physical World, pgs.89-91. 1947

(112) – MANUEL Mª. CARREIRA, S.I.: El hombre, centro del Universo. A.D.U.E.

Madrid, 1983

(113) – Acta Apostolicae Sedis, 25, I, 1952, pg.31

(114) – Diario YA del 20-VII-85, pg.8

(115) – JEAN HEIDMANN: Introdution a la Cosmologíe, pg. 231. Presses

Universitaires de France,

(116) – Revista ECCLESIA, n.1.554(14-VIII-71)30

(117) – VINTILA HORIA: Diario YA, El ateísmo político

(118) – Revista ECCLESIA, n.1.208 (5-IX-64)29

(119) – MAX PLANCK: Religión y Ciencias Naturales, pg. 24. Leipzig

(120) – DR. VENANCIO GARCÍA RODRÍGUEZ: Hombre, materia, evolución

y vida, XXXVIII, 5. Ed. Plaza y Janés. Barcelona

(121) – ANTONIO DÚE, S.I.: Rev ista PENSAMIENTO, 11(1965)190-194

(122) – ÁNGEL Mª. ROJAS, S.I.: Espiritualidad del estudiante, II,

A, 2, 5. EDAPOR. Madrid. 1984.

(123) – VINTILA HORIA: Viaje a los centros de la Tierra, 2ª,I, 3. Ed. Plaza

y Janés. Barcelona. 1971.

(124) – Diario ABC del 18-V-1969.

(125) – SALVADOR DE MADARIAGA: Dios y los españoles, 2ª, IV. Ed.

Planeta. Barcelona. 1975.

(126) – Revista PALABRA, 95 (VII-73) 33

(127) – MANUEL Mª.CARREIRA, S.I.: Dios el hombre y el universo, I, 1. Madrid.

1976.

(128) – Revista MUY interesante, 55 (XII-85) 13

(129) – Diario YA dominical del 8-I-87, pág. 20.

(130) – Diario YA del 6-XII-84, pág. 10.

(131) – ÁNGEL SANTOS RUIZ: Vida y espíritu ante la ciencia de

hoy, XX. Ed Rialp. Madrid. 1970.

(132) – MARIANO ARTIGAS: Ciencia, Razon y Fe, VI, 6. Libros M. C. Madrid. 1985.

(133) – GARCÍA DURÁN: Cajal, 2ª, I, 1. Institucion Fernando

el Catolico. Zaragoza.

(134) – Acta Apostolicae Sedis, 44 (1952) 31.

(135) – Diario YA del 10-III-1977. Pág.25.

(136) – Revista ECCLESIA, 2560,(28-XII-91),20.

(137) – JOSÉ M. CIURANA: La verdad del Cristianismo, I, B, c. Ed. Bosch.

Barcelona, 1980. Magnífico libro para demostrar que la Iglesia Católica

es la unica fundada por Cristo-Dios.

(138) – JORGE LORING, S.I.: La autenticidad de la Sábana Santa de Turín.

Invalidez de la prueba del CARBONO-14. Madrid, 1990. Sexta edicion con cincuenta

fotos en color.

(139) – SAN PABLO: Carta a los Romanos, 1:20.

(140) – Evangelio de SAN MATEO, 15:19

(141) – Concilio Vaticano II: Gaudium et Spes: constitución sobre la

Iglesia en el mundo actual, nº 36

(142) – WERNER HEISENBERG: Diálogos sobre Física Atomica, VII.

Ed. BAC. Madrid, 1972

(143) – RUDOLF KIPPENHAHNS: Luz del confín del Universo. Ed. Salvat.

Barcelona, 1989

(144) – MARIANO ARTIGAS, Doctor en Ciencias Físicas y Profesor de la

Universidad de Navarra: Física y Religión en perspectiva, Apéndice

4. Ed. Rialp. Madrid, 1991

(145) – PASCUAL JORDAN: El hombre de Ciencia ante el problema religioso, III,

15. Ed. Guadarrama. Madrid, 1972

(146) – Primera Carta de SAN PEDRO: 3:15.

(147) – PASCAL: Pensamientos, nº11.

(148) – ANDRÉS LEONARD: Razones para creer, IX, 3. Ed. Herder Barcelona.

1990.

Publicaciones relacionadas

3 comentarios

  1. Qué grande el padre Jorge Loring S.I. al escribir todo esto inspirado por el Espíritu Santo, espero poder verlo canonizado algún día.

  2. Me da mucha alegria esta explicacion tan amplia que necesitan tantas personas, entre ellos esta mi esposo creo que es una explicacion que no es cuestionable esta muy claro me gusto mucho Dios los bendiga y aumente nuestra fe.

  3. Maravilloso, mi hijo se encuentra confundido entre la ciencia respecto a esa teoria del Big Bang en no creer en la creacion del universo, hecha por Dios con su gran poder y gloria y el haber encontrado este documento para que el pueda comprender que todos los cientificos, siempre se han dejado llevar de la mano de Dios para sus planteamientos, teorias y todo ese legado de descubrimientos cientificos y que nunca han dejado a su Dios por un lado o sea que han ido de la mano y que su inteligencia y todo conocimiento proviene de Dios, que no descartan que la creacion del universo antecede a sus afirmaciones cientificas. Gracias por este articulo es un apoyo grandioso, comentare mas adelante de como hijo sale de esa oscuridad de conocimiento y convierte su posicion actual en la de la Fe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.