LA HISTORIA MANDA

La inauguración de la Copa del Mundo en Sudáfrica resultó fastuosa e impactante. Los anfitriones no escatimaron recursos de ninguna índole para lograrlo puesto que a la belleza de los números artísticos se sumó la tecnología y esa calidez solamente propia de esta tan especial nación.

El caso es que los asistentes al evento y los millones que lo presenciaron por la televisión, pudieron deleitarse con estos pasajes de la historia del continente negro.

Una vez pasado el hermoso número, se dio paso a la ceremonia inaugural que más bien pareció la fiesta personal del presidente Joseph Blatter quién como suele hacerlo, convirtió una celebración deportiva en un evento político donde, además, le faltó sensibilidad para entender que es una peladez tener a los jugadores quince minutos inmóviles y con el frío que hacía. ¡Qué barbaridad!

México desaprovechó enfrentar al rival más sencillo en las últimas ediciones del Mundial comparable, quizá, solamente al Angola del 2006 y no fue capaz de hacer valer su evidente superioridad.

Las distracciones en la marca, la poca aplicación táctica y las facilidades otorgadas por los defensores sudafricanos hacían presagiar, créame usted, una fiesta mexicana con baile y goleada. Sin embargo, la enfermedad que puede resultar terminal para la selección consistente en no poder concretar las oportunidades que fabrica, hicieron que la primera mitad terminara en un espantoso cero a cero favorable al equipo local.

Para la segunda mitad, el “Vasco” corrigió el increíble vacío que había generado dejando a Andrés Guardado en la banca y lo hizo ingresar, buscando un poco más de profundidad pero se volvió a ver una película que deberíamos saber de memoria: En un contragolpe, cayó el gol del rival que, hay que decirlo, fue una soberbia anotación.

Un poco a la desesperada, se hizo ingresar a Cuauhtémoc Blanco y a Javier Hernández quienes no exhibieron el nivel al que nos tienen acostumbrados.

Blanco lució lento y carente de ideas y el “Chicharito” simplemente ni la tocó.

La conclusión podría ser simplista: Jugamos como nunca y empatamos como casi siempre pero no tiene por qué ser así. La realidad es que siendo mejor el Tri que su rival, la falta de puntería obliga a hablar en tono pesimista.

Por otro lado, la defensiva mexicana exhibió una fragilidad alarmante que tiene que corregir so pena de encajar varios goles cuando de enfrentar a un rival serio se trate, llámese Francia, Uruguay o el que toque si es que califica.

A mí la selección me dejó con apetito pero la Historia se impuso. Nunca un local ha perdido en el juego inaugural.

1 2Página siguiente

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.