Hagan lo que Él les diga

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.
Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.
Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.»
Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.»
Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.»

Hoy más que nunca estamos viviendo tiempos difíciles en los cuales las instituciones más afectadas y atacadas son el matrimonio y la familia. Lo más doloroso de esta tragedia que hoy se vive es la angustia, dolor y la inestabilidad que viven los hijos al ver desmoronarse el hogar donde deben crecer seguros y en un ambiente de unión familiar.

Cuando Dios preparó el plan de salvación de los hombres, nos envío a su hijo y lo hizo como parte de una familia y como hijo de María por amor a nosotros se abajo a nuestra humanidad, se hizo frágil y vulnerable entre nosotros y asi la familia es salvada cuando vive la vida que Dios dispuso para ella. Si realmente estuviéramos conscientes del amor de Dios por la familia y las intenciones con las cuales formó ese modelo de familia, seríamos más consecuentes y podríamos rescatar los verdaderos valores que lograrían restaurar tantos hogares que hoy viven el dolor de la separación.

María es el mejor modelo que Dios eligió para formar la institución de la familia otorgándole el privilegio de ser la madre de nuestro Señor, criarlo, educarlo y darle un hogar lleno de amor mostrándonos cómo debe crecer, formarse y desarrollarse un hijo emocionalmente con una vida ordenada, fiel, de mutua preocupación y cuidado, e intenso amor.

“He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.”
María al decir “si” al Señor aceptó sin vacilar ser parte del plan de salvación por lo cual debe ser parte importante para la unidad y salvación de todo matrimonio y familia, por eso debemos recurrir a ella con confianza en los momentos difíciles y de incertidumbre para que nos ayude a resolver todos los problemas que estemos atravesando y poder mantener nuestros hogares alegres y luminosos.

Como María tenemos que darle a Dios ese “sí” que nos compromete a colaborar en ese plan de salvación como padres de familia, conducir a nuestros hijos por ese mismo camino y puedan ellos también transmitir los verdaderos valores a sus hijos mostrándoles el camino hacia Dios y puedan colaborarle a nuestro Padre en la salvación de las almas y conducir a sus hijos al cielo.

Te doy gracias, Señor, por las familias. Te pido por las familias divididas, con problemas de comunicación y entendimiento, para que experimenten la reconcilia­ción y superen sus crisis. Te ruego también por tantas familias que han sido marcadas por el pecado de adulterio para que puedan perdonarse mutuamente buscando la restauración de sus hogares. Te pido, además, Señor por mí, para que sepa seguir defendiendo los valores del sacramento del matrimonio y de la familia.

A ti Madre Santísima, te doy gracias por aceptar ser la madre de nuestro Señor y mantener viva la esperanza y la confianza en Él. Pídele a tu hijo Jesús que ben­diga a nuestras familias y todas las familias del mundo y las bendiga especialmente a aquellas a las que más les falta el vino nuevo del Espíritu Santo para que sean renovadas y restauradas en el verdadero amor que sólo proviene de El.

Luce Bustillo de Schott 

Publicaciones relacionadas

2 comentarios

  1. Excelente escrito, muy acorde con las necesidades de hoy y consejos útiles y muy apropiados. La Virgencita y San José en union con Jesus, defiendan y protejan los matrimonios y las familias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.