Dos catedráticos del Centro Español de Sindonología, hallaron en la Sábana Santa de Turín huellas de las vértebras del cuerpo que envolvía y que quedaron marcadas en la tela, lo que confirmaría la teoría de que ocurrió una misteriosa explosión en el momento de la resurrección. Los dos especialistas, el catedrático de Medicina Legal de la Universitat de València José Delfín Villalaín, y la catedrática de Bellas Artes Margarita Ordeig Corsini, señalaron al periódico Paraula que el hallazgo "confirmaría por primera vez con huellas óseas la teoría del físico de la NASA John Jackson, máximo experto mundial en la materia, de que el cuerpo que aparece en la Sábana Santa pudo traspasar la tela en que quedó grabada la imagen”.
Los catedráticos valencianos calificaron como "muy sorprendente y esperanzador" el descubrimiento dado que la huella de las vértebras aparece en la parte superior de la tela que se encontraba sobre el cuerpo y no en la dorsal que estaba debajo.
Según Paraula, el hallazgo "se produjo de forma fortuita hace escasas semanas" y "será presentado a la comunidad científica en los próximos días".
El descubrimiento ocurrió cuando Margarita Ordeig "se disponía a hacer un dibujo sobre la posible musculatura del cuerpo que aparece en la Sábana Santa para un análisis que lleva a cabo sobre sus dimensiones y colocó unos acetatos sobre una fotografía de más de dos metros de la tela".
Cuando comenzó a dibujar los diferentes músculos siguiendo los perfiles del cuerpo, "al llegar al tórax y al abdomen, reparó en que unas pequeñas marcas repetidas los recorrían verticalmente".
La catedrática reconoce que "en ese momento me quedé paralizada" y asegura que "estaba tan nerviosa y emocionada que no pude continuar dibujando, porque sabía que no hay constancia sobre la existencia de huellas de vértebras en la Sábana".
Ordeig decidió consultar su hallazgo con el forense Villalaín, catedrático de Medicina Legal y autor de más de 1.200 autopsias quien, "en un primer reconocimiento del cuerpo sobre la misma fotografía confirmó el hallazgo".
Villalaín confirmó la presencia de seis vértebras, tres costillas y el hueso sacro después de comprobar "que las milimétricas curvas de las huellas corresponden exactamente al singular perfil y localización de tales huesos".
La teoría de Jackson
El físico norteamericano de la NASA, John Jackson, que por décadas se ha dedicado a estudiar el Sudario y dirige uno de los centros de Sindonología más prestigiosos del mundo en Colora Springs, Estados Unidos, ha señalado que "ninguna de las técnicas de pintura e impresión que hoy día se conocen pudieron dejar una huella con las características de las que presenta la Sábana Santa".
El científico estadounidense estima que "pudo ser una fuente de energía la que produjo la imagen", y aclara que "no se conoce ninguna capaz de imprimir una huella igual". La hipótesis de Jackson es que fue una energía hoy día desconocida y similar a una radiación la que provocó la imagen.
Para Villalaín, la teoría de Jackson "cobra ahora mucha fuerza" y “lo que es seguro al 99.9 por ciento es que la imagen no la produjo la mano humana, sino una energía que hoy desconocemos”.