Soluciona los Problemas de tu Vida: Conrado Von Roentgen, expulsado

Conrado von Roentgen fue el descubridor de los rayos X. Nació el 27 de marzo de 1845 en la pequeña ciudad de Lennep, Alemania. Sus padres tenían una pequeña industria, con la cual podían vivir con desahogo.

La infancia de Conrado fue serena y tranquila. Le gustaba mucho pasear por las riberas del río y meterse en los bellos bosques de la ciudad. Las flores y los pájaros eran su ilusión y alegría.

Cuando Conrado von Roentgen tenía diez años, sus padres y él, por necesidades del comercio, se trasladaron a Holanda. Conrado se matriculó en el Liceo de Utrecht para estudiar el bachillerato. Como estudiante fue mediocre, no se distinguió por ninguna inteligencia asombrosa. Era como los demás. Sin embargo, tuvo una gran cualidad y pasión: construir toda clase de mecanismos, como un reloj de campanillas, un pequeño vehículo automático, una pequeña bomba para limpiar pipas, etc. Además de la habilidad mecánica que poseía, era un dibujante extraordinario. Un día, un profesor del Liceo, cuya severidad era temida por los alumnos, vio en la pizarra de su clase su propia caricatura dibujada por una mano habilísima. El dibujo era grosero e insultante. Las sospechas recayeron sobre Conrado von Roentgen. Fue sometido a largos interrogatorios, que terminaron con la expulsión del muchacho del Liceo. Conrado no había sido; fue otro alumno; éste, indignamente, se calló y prefirió injustamente que el castigado fuera un inocente.

Así obran los cobardes.

El joven Conrado supo enfrentarse con aquel primer problema grave de su vida y no se dio por vencido. Se preparó por libre para los próximos exámenes, recibiendo lecciones particulares. Pero al ir a examinarse de bachillerato, en el tribunal estaba el profesor ofendido. Este profesor consiguió que el muchacho fuera aplazado en el examen. Esta vez sus esperanzas Universitarias se desvanecieron por completo. Pero el descubridor de los rayos X no se dio por vencido. Supo con valentía hacer frente a las dificultades de su vida. Y buscó nuevas vías de solución a su problema. Conrado se trasladó a Suiza y se matriculó en la Universidad de Zurich, ya que, por caso excepcional en este centro de estudios no exigían título de bachillerato. A los veinticuatro años obtuvo el título de doctor en Ciencias Físicas por aquella Universidad.

Desde entonces, empezó a enseñar, a estudiar y a investigar sin descanso. A los cincuenta años de edad le llegó el triunfo. Estando en su laboratorio de física, observó que cada vez que la corriente pasaba a través del tubo de una bobina, unos cristales de bario adquirían cierta luz, de cuyo brillo quedó sorprendido. Tras esfuerzos tenaces averiguó que los rayos catódicos del tubo tenían la propiedad de traspasar los cuerpos opacos. ¿ A estos rayos les dio el nombre de «rayos X». Para hacer sus experimentos cogió un mazo de naipes y los rayos traspasaron la baraja. Cogió una caja de madera en que guardaba pesos calibrados y los rayos atravesaron la madera y en la pantalla se dibujaron las piezas de los pesos. Mientras efectuaba estos ensayos, su mano se interpuso entre los rayos y entonces con verdadero asombro contempló la imagen de los huesos de su mano proyectados en la pantalla.

Así triunfó Conrado von Roentgen ante las graves dificultades que desde niño se le presentaron en su vida, buscando una solución serena y firme a sus problemas.

Explicación Doctrinal:

A medida que te vas metiendo en la vida social y profesional no te faltarán en la vida problemas y dificultades graves. De espíritus tímidos y cobardes es encogerse y no hacer caso del problema que tiene encima. Cree el tímido que por no hacer nada todo se arreglará. Las dificultades de la vida no se arreglan ellas solas. Los problemas se solucionan poniéndose uno a reflexionar: ¿Qué debo haces? Y cuando has tomado una solución seria y bien meditada, te lanzas a actuar y a obrar. Si fracasas, no te desanimes, tú insiste por otro camino, lucha con firmeza, puesta tu confianza en la ayuda de Dios. Si así lo haces, demuestras ser todo un hombre. Si decae tu ánimo, tú adelante, a luchar y a triunfar. Todos los grandes hombres de ciencia, de cultura, de influencia en la civilización, etc., tuvieron sus fracasos, pero lucharon y triunfaron.

Norma de Conducta:

Ante las dificultades, lucharé y triunfaré.

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Un comentario

  1. Es maravilloso tener esta página que educa forma caracter y engrandece el espíritu de quien contempla estos ejemplos, Gracias es estupendo aprender cada día más en esta preciosa página.

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