El Respeto a la Mujer: La Reina María de Molina evitó un Fraticidio

El rey Sancho IV de Castilla se dio cuenta de que había concedido excesivos privilegios a su valido D. Lope de Haro, señor de Vizcaya. Y llegó un momento en que quiso el rey quitarle tales privilegios en un golpe audaz y temerario, pues D. Lope de Haro era hombre inteligente y sagaz.

El Rey Sancho IV convocó cortes en la Villa de Alfaro para tratar de los asuntos políticos del país. Y poco a poco fueron llegando los convocados a la reunión que se iba a celebrar en la casa donde se alojaban los reyes. En la reunión estuvieron todos los prelados, nobles y caballeros y principalmente no faltó a la cita el señor de Vizcaya, don Lope de Haro, y el Infante don Juan, que estaba entonces enemistado con su hermano el rey.

Don Sancho IV pide delante de las Cortes reunidas a don Lope de Haro le entregue todos los castillos que pertenecen a la corona. Don Lope se enfurece y grita con toda su fuerza: «¡A mí los míos!» Desenvaina un enorme cuchillo y avanza amenazador contra el Rey. Pero uno de los soldados de la guardia del Rey, de un golpe de espada, hace volar la mano de don Lope. Sancho IV se adelanta a su valido y le atraviesa con su espada. Luego arremete contra don Diego López Campos y le mata también. Todos los concurrentes se acometen a cuchilladas y espadas, mientras los prelados tratan de apaciguarlos. El Infante don Juan acomete puñal en mano a su hermano el Rey.

María de Molina, esposa del Rey, estaba retirada en su habitación, acostada en la cama, porque faltaba muy poco para que diera a luz a su cuarto hijo. Agotada de cansancio, oyó los gritos de los caballeros, el chocar de las espadas y los ayes de los moribundos. La Reina se levantó de la cama y se presentó en el salón en el momento en que ve a su marido, el Rey, que trata de matar a su hermano, el infante don Juan. Ella se lanza entre ellos y consigue separar a los dos hermanos, que se buscaban, con el puñal, el corazón. María consigue maniobrar de tal forma que se apodera de su cuñado y lo lleva a su habitación y lo encierra con llave para que nadie pueda entrar. A los pocos momentos se oyen en la puerta unos fuertes golpes. Es el Rey, que pide se le entregue a su hermano. María de Molina, sin abrir la puerta, le contesta: «Aquí está vuestro hermano, el Infante don Juan, pero no saldrá».

La Reina María de Molina evitó en la Villa de Alfaro el que su marido matara a su hermano y pasar a la Historia como un rey fratricida.

Explicación Doctrinal:

 

Dios ha creado al hombre y a la mujer para que se ayuden mutuamente en todo, vivan en amor en el matrimonio, tengan hijos y los eduquen cristianamente.

La mujer es compañera del hombre, no es su esclava. No es la mujer para ser objeto de hacer el hombre con ella su capricho. El hombre debe siempre respetar a la mujer en su honor y dignidad, pues es criatura de Dios y, por tanto, merece toda consideración, respeto y ayuda. La mujer es nuestra madre, hermana, esposa, hija. Y así como tú quieres que respeten a tu madre, a tu hermana, etc., también los demás exigen que se tenga respeto a su madre, a su hija, a su hermana, a su novia.

Cuando seas joven y converses con chicas o vayas con ellas de excursión o estés en una fiesta, sé alegre, pero también respetuoso y digno en tus palabras y obras con ellas. Tu actitud será muy agradable y serás digno de confiar en ti.

Norma de Conducta:

Tendré respeto al honor de la mujer, por ser criatura de Dios.

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