Los múltiples sacrificios de Israel

Hemos evocado hasta aquí aquellas principales figuras de la Antigua Alianza, que anuncian y anticipan el sacrificio único y definitivo de la Alianza Nueva. Añadiremos todavía algunos datos más sobre los ritos sacrificiales de Israel.

 

En Israel, como en otros pueblos, el sacrificio es una acción ritual por la que se ofrece a Dios algún bien creado, privándose de él en todo o en parte, para expiar por el pecado (Miq 6,6-7), para eliminar la culpa y la impureza (Lev 14,4-7.52; 16,21-25; Dt 21,1-9), para expresar devoción y adoración, y para ganarse, en fin, el favor y la protección de Dios. En efecto, no conviene que las criaturas se acerquen a su Creador si no es en actitud de perfecta sumisión y agradecimiento. Es el mismo Dios quien así lo manda: «No te presentarás ante mí con las manos vacías» (Ex 23,15; 34,20).

 

Antes de seguir adelante, es importante advertir aquí que los israelitas -a diferencia de babilonios, egipcios y otros pueblos antiguos-, protegidos por la Palabra divina, nunca creyeron que la Divinidad necesitase ser alimentada con los sacrificios y libaciones rituales. Yavé, en efecto, dice a su pueblo: «Las fieras de la selva son mías, tengo a mano cuanto se agita en los campos. Si tuviera hambre, no te lo diría: pues el orbe y cuanto lo llena es mío» (Sal 50,8-13). No es Dios quien «necesita» los sacrificios rituales; es el hombre el que está necesitado de hacerlos, para, ofreciendo al Señor parte de los dones de Él recibidos, afirmar así su propio corazón en la sumisión y en el amor, y expiar por tantos abusos cometidos en las criaturas, con desprecio de su Creador. La misma verdad inculcará San Pablo a los atenienses, tan apegados a la veneración de sus templos: «siendo Señor del cielo y de la tierra, él no habita en templos hechos por mano del hombre, ni por manos humanas es servido, como si necesitase de algo, siendo Él mismo quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas» (Hch 17,24-25).

 

El pueblo de Israel ofrece, pues, al Señor de sus propios bienes, de sus medios de sustento, y hace sobre todo víctimas animales de sus propios ganados. Ofrece también pan, vino, aceite u otros alimentos, o incluso oro y plata (Núm 7,31-50). Hace oblación de las primicias de los frutos del campo o de los ganados. Y según la condición nómada o sedentaria del pueblo, cambian, lógicamente, las ofrendas presentadas al Señor.

 

En estos sacrificios la víctima puede ser ofrecida totalmente, como en el caso del holocausto o sacrificio total. Pero otras veces se ofrece sólo una parte de la víctima, la grasa, los riñones, y sobre todo la sangre, es decir, lo que es tenido como fundamento de la vida (Lev 3; 17,10-14), y el resto es consumido en un banquete sacrificial (Dt 12,23-27). También en ocasiones se hace aspersión de la sangre victimal sobre el altar y el pueblo (Ex 24,3-8)

 

Los profetas y el culto de Israel

La legislación sacerdotal y las prescripciones rabínicas configuran al paso de los siglos, particularmente acerca del culto ofrecido en el Templo, un mundo ritual sumamente minucioso, en cuyos detalles no entraremos. Se multiplican más y más los sacrificios de purificación o de expiación, de acción de gracias o de reparación, matutinos o vespertinos, etc. Y el pueblo judío, perdido a veces entre las exterioridades rabínicas, no pocas veces no tiene escrúpulos de conciencia para unir a esas prácticas rituales externas una vida moral indigna, desleal, injusta, como si la salvación viniera de la eficacia mágica de ciertas prácticas rituales reiteradas, y no estuviera más bien reservada para -como suele decirse en la Biblia- «los que aman al Señor y cumplen sus mandatos» (+Sir 2,15-16; Dan 9,4; Sal 118; +Jn 14,15; 15,10). El sacrificio exterior, entonces, es algo completamente vacío, pues no va unido al sacrificio interior, es decir, a la ofrenda personal.

 

Contra esa ignominia claman una y otra vez los profetas de Israel. En efecto, el mismo Yavé que ha suscitado esos ritos culturales, suscita también profetas y autores sapienciales que con su enseñanza purifican al pueblo de esos errores gravísimos, como también purifican los ritos judíos de toda adherencia idolátrica bastarda (Is 1,10-16; 29,13; Jer 7, 4-23; Ez 16,16-19; Os 4,8-18; 8,4-6.11-13; Am 5,21-27; Miq 6,6-8).

 

((Es falso, sin embargo, afirmar que los profetas de Israel condenasen el culto y los sacrificios. Los profetas, lo mismo que los salmistas (Sal 39,7-11; 68,31-32), reverencian el culto del Templo (Is 30,29), y se duelen de que los desterrados se vean privados de él (Os 9,4-6).))

 

Así pues, cuando Jesucristo condena toda exterioridad religiosa que esté vacía de verdad interior, hace suya, esta tradición profética: «Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí» (Mt 15,79 = Is 29,13). «Prefiero la misericordia al sacrificio, y el conocimiento de Dios al holocausto» (Mt 9,13 = Os 6,6). «Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones» (Mt 21,13 = Jer 7,7-11).   
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4 comentarios

  1. hace como una semana escuche que se esta cumpliendo la profecia de los sacrificios otra vez en israel y que ya hace 2000 años que no se practicaba esto es un anuncio mas de que el fin del mundo esta probablemente mas cerca de lo que creíamos es importante pensar en esto ya que esta es una de las mas grandes profecías de nuestra destrucción,claro que para quienes cumplen el mandamiento de vuestro padre sera la gloria y la vida eterna no como el crugir y sonar de dientes para quienes han ido en contra del Dios y Salvador que es mas real que la realidad misma

  2. hace como una semana escuche que se esta cumpliendo la profecia de los sacrificios otra vez en israel y que ya hace 2000 años que no se practicaba esto es un anuncio mas de que el fin del mundo esta probablemente mas cerca de lo que creíamos es importante pensar en esto ya que esta es una de las mas grandes profecías de nuestra destrucción,claro que para quienes cumplen el mandamiento de vuestro padre sera la gloria y la vida eterna no como el crugir y sonar de dientes para quienes han ido en contra del Dios y Salvador que es mas real que la realidad misma

  3. hace como una semana escuche que se esta cumpliendo la profecia de los sacrificios otra vez en israel y que ya hace 2000 años que no se practicaba esto es un anuncio mas de que el fin del mundo esta probablemente mas cerca de lo que creíamos es importante pensar en esto ya que esta es una de las mas grandes profecías de nuestra destrucción,claro que para quienes cumplen el mandamiento de vuestro padre sera la gloria y la vida eterna no como el crugir y sonar de dientes para quienes han ido en contra del Dios y Salvador que es mas real que la realidad misma

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