Idiomas en la Biblia

Una lengua es una cultura distinta, un modo diferente de concebir el mundo y la realidad. Percatarnos de este hecho es saber respetar la diversa mentalidad que hay en los libros. Una lengua es una cultura distinta, un modo diferente de concebir el mundo y la realidad. Percatarnos de este hecho es saber respetar la diversa mentalidad que hay en los libros. Una lengua es una cultura.

Todo lenguaje humano está siempre impregnado en una determinada cultura. Una lengua no es, por ejemplo, como un camión que nada tieen que ver con la mercancía que transporta, sino que guarda una estrecha relación con la realidad que trasmite; todo idioma es en el fondo una organización de la experiencia humana según una determinada cultura o «visión del mundo».

Aprender una lengua es adentrarse en una manera peculiar de analizar la realidad, más que un simple retener términos o vocablos como etiqueas aplicables a los objetos. En el estudio científico de la Biblia (Exégesis), el conocimiento de las lenguas originales de los escritos bíblicos es insustituible para entender el pensamiento divino tal como Dios quiso expresarlo en nuestro lenguaje humano.

Las lenguas de la Biblia

Los libros sagrados del Antiguo Testamento fueron escritos en tres lenguas: hebrea, aramea y griega. La mayor parte en hebreo; una parte mínima (algunos fragmentos de Daniel, Esdras, dos palabras del Génesis y Ier 10,11) en arameo y dos libros (Sabiduría y Segudno libro de los Macabeos) en griego. El primer libro de los Macabeos compuesto originalmente en hebreo, nos ha llegado sólo en su versión griega; éste era también el caso del Sirácida (Eclesiástico), hasta que, hace ahora unos sesenta años, se descubrió la mayor parte del texto original hebreo.

Los libros más antiguos se escribieron en hebreo con caracteres fenicios; más tarde se empezó a utilizar la escritura llamada cuadrada, propia de los arameos que, a su vez deriva de la fenicia. En estos caracteres se encuentra escrita la Biblia hebreo.

En cuanto al Nuevo Testamento, todo fue escrito en griego, excepto por el Evangelio de San Mateo en arameo.

Griego y Hebreo: dos culturas, dos modos de pensamiento

Es importante saber que el griego bíblico no es el griego clásico, sino la lengua popular -la que se hablaba en la calle- llamada koiné y fue usada en Oriente desde la época de Alejandro Magno.

De todos modos, la koiné del NT está llena de «semitismos» por el influjo de la lengua y mentalidad semita de sus autores. La peculiar forma de citar de los autores sagrados del NT los textos del AT, es un ejemplo típico que guarda gran semejanza con los procedimientos rabínicos.

El griego de entonces era, en términos generales, como hoy lo lo conocemos.

Como ya dijimos, cada lengua expresa, pues, una cultura, un modo de pensar, un modo de ser. San Pablo lo resume muy bien con estas palabras «los griegos buscan la sabiduría, los judíos piden milagros» (1 Cor 1, 22). El esíritu griego es, en efecto, esencialmente lógico: el primer problema que se plantea es conocer el origen o principio constitutivo de una cosa; saber equivale, pues, a definir; aprender es abstraer. El hebreo, en cambio, es esencialmente dinámico:

para él, el mundo más que una realidad que hay que conocer es algo que hay que dominar; para el hebreo conocer es experimentar, actuar, porque la «verdad» no es algo que se contempla, sino que se «hace». Por eso, el órgano corporal por excelencia del griego es el ojo: él.

Nunca se cansa de mirar y explorar; mientra que el hebreo tiene una preferencia clara por el oído, porque debe «escuchar» a Dios que le habla, sobre todo, a través de la historia.

Además, una categoría cultural típica del modo de ser griego es la noción de kosmos: contempla el universo como un todo, ordenado y armoniosos, que hay que conocer y sistematizar; en cambio, para el genio hebreo la categoría cultural de referencia es el tiempo, concebido como una historia en la que Dios actúa y, por eso, abierta a un futuro de salvación. En otras palabras, el griego mira hacia atrás, el hebreo en cambio hacia adelante. En fin, si en la cultura griega se acentúa el sujeto pensante, en la hebrea es el sujeto responsable, porque mientras el griego reflexiona, el hebreo obedece.

Una comparación de ambas lenguas bíblicas, da luz para entender algunos rasgos culturales que los exegetas han de tener presentes a la hora de leer e interpretar las escrituras.

Una lengua es una cultura distinta, un modo diferente de concebir el mundo y la realidad. Percatarnos de este hecho es saber respetar la diversa mentalidad que hay en los libros. Pensemos, por ejemplo, en algunos términos como corazón, carne, espíritu, alma, con los que se traducen algunas palabras hebreas, pero cuyos conceptos no corresponden exactamente al nuestro.

El hebreo, una lengua de «raíces»

El hebreo y el arameo pertenecen a la familia de las lenguas semíticas. En esas lenguas las raíces verbales son muy importantes. Por eso las consonantes son las principales, las vocales sólo expresan variación en torno al mismo significado fundamental. No así en griego, como en las demás lenguas indoeuropeas, donde las vocales forman parte constitutiva de la raíz.

Por ejemplo, en español con las siguientes consonantes: mtr se pueden formar raíces totalmente diferentes en su significado: matar, meter, mutar, emitir, imitar, etc. o las consonantes cs podrían ser casa, cesa, casi, etc. En hebreo, en cambio, las mismas consonantes nos ayudan a formar palabras con significados que tienen una base común: spr evoca el escriba, el libro, la escritura, el mensaje, la carta, el escrito, la acción de contar, narrar, etc. Las vocales y las consonantes que se añaden a la raíz hacen variar de matiz el significado, pero conservan un cierto sentido similar en común.

Por eso a veces no entendemos…

Tomando en cuenta lo anterior, es como podemos entender por qué a veces es tan difícil leer la Biblia. Las sagradas escrituras fueron escritas en lenguas que correspondían a una cultura distinta a la nuestra. Nuestro modo de expresar los conceptos es distinto del que se usa en aquellos idiomas. Nuestra propia mentalida y forma de ver el mundo es distinta. Por ello, cuando abrimos un libro de la Biblia y comenzamos a leerlo podemos no entender con precisión el sentido.

Para poder leer la Biblia adecuadamente, debemos tomar en cuanta estas diferencias de lenguaje y de pensamiento para poder comprender mejor qué escribió el autor. En este sentido, de nuevo, es de gran ayuda leer las notas explicativas, pues en ella los especialistas de la Biblia, conocidos como exégetas, nos brindan algunas claves sobre el idioma o la frase empleada.

Veremos más adelante el tema de las versiones de la Biblia, sin embargo adelantaremos que hay una versión, la llamada Biblia de Jerusalén realizada por un equipo de exégetas modernos de primera clase que nos ofrecen abundantes notas explicativas en relación con el lenguaje de la Biblia y su traducción a nuestro idioma, explicándonos los diferentes matices que se pueden dar a cierta palabra o frase, y por qué eligieron una traducción determinada dependiendo del contexto. Para quienes tienen un interés en el tema de los matices del lenguaje y la traducción, es particularmente útil e interesante la versión Biblia de Jerusalén.


Resumen

Recapitulando, las Sagradas Escrituras tiene tres lenguas fundamentales: hebreo, arameo y griego. Es útil conocer las diferencias y peculiaridades de cada lengua así como los libros escritos originalmente en un determinado idioma para entender mejor el sentido y significado de lo que leemos.

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14 comentarios

  1. esta pagina abre mas mi entendimiento hacia aquello que aveces no comprendo en la lecctura de la palabra y me lleva ha pensar que no lo conocemo ni entendemos debido a estos factores del idioma la cultura,y los tiempo, que se vivio y se escribio la palabra, pero aun asi, creo que hay situaciones y cosas que no son cambiante atravez de los tiempos y son esas las que nos van a llevar ha comprenderlas .

  2. ola me llamo henrry esta mui bien echo eltema para iniciar es excelente aprendes mui fasi felicito a quien hizo esta pagina

  3. hola me llamo andrea y este tema me sirvio de mucho para mi tarea sobre los idomas de la biblia es muy interesante felicito al quien hizo esta pagina

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