Roma
2 de septiembre de 2016
Estas son palabras de la hermana María Prema, actual Superiora General de las Misioneras de la Caridad. Estoy en Roma por la Canonización de la Madre de los pobres, Teresa de Calcuta y esta noche asistí a la vigilia de adoración que se ha dado como acto previo a su Canonización que es el domingo.
Esta vigilia ha sido un acto extraordinario y que abarrotó la Basílica de San Juan de Letrán, ubicada en la Piazza di San Giovanni in Laterano, con personas venidas de todas partes del mundo, sacerdotes, religiosas, niños, y sobre todos miles de Hermanas de la Caridad.
Es esto último, estar entre estas hermanas me daba la sensación de una especie de Amor que es del Cielo. El Amor del Cielo no es igual que el de la tierra. Esto lo supe hoy al estar entre ellas.
Hay un perfume, una forma de ser en cada una de estas mujeres. Todas ellas son la personificación Viva de esas palabras de Madre Teresa: “Sé la expresión Viva de la Bondad de Dios. Bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.
No solo lo viví al final de la celebración en la que me sentí sepultada y absorbida por ese mar de hermanas. Lo recibí directamente de las manos, ojos y sonrisa de la Hermana Mary Prema, una monja alemana que hoy es la tercera sucesora de Madre Teresa.
En el momento menos pensado y mejor que lo hubiera planeado quede frente a ella y no lo dudé, corrí a pedirle su bendición.
Miraba mi rostro con infinita atención, le tome las manos y llorando le dije cuanto deseaba hacer la voluntad de Dios.
Ella, con una bondad que no he visto en monja alguna, hizo la señal de la Cruz en mi frente y me bendijo.
Lo demás es algo tan profundo en mi alma que lo llevaré en mi corazón hasta el día de mi muerte.
Te dejo con la foto que Dios me regaló con la Hermana María. Jesús está vivo y tiene sed de amor. Hoy me lo encontré y me lo dijo.
Sheila Morataya
Austin, TX
sheilamorataya.co
