Patris Corde: San José

Nuestro Papa Francisco ha declarado este año 2021 el año del Custodio de la Iglesia, San José . José fue el esposo de María, padre adoptivo de Jesucristo y en todo un ser humano  único e irrepetible.

Vemos en el padre de Jesús,  su gran amor por Dios, su inigualable humildad, su solícito cuidado y su entrega inquebrantable por Nuestro Señor y Nuestra Señora. San José es “el  que  con corazón de padre amo a Jesús” y por lo tanto, el máximo ejemplo de paternidad para todo aquel que quiere vivir una  vida cristiana consciente, profunda y fiel. Su fidelidad al plan de Dios y a  la misión de Cristo le ha otorgado una gran  influencia en la Iglesia.

El  como escribe el Santo Padre Francisco es el padre de la  ternura , la obediencia , la acogida y la valentía creativa. Es un rey. De hecho, San José tiene una lista increíble de patrocinios y títulos. Alguno de sus títulos:

*Es el santo patrono de los padres,

* los niños no nacidos,

* las madres embarazadas,

*las familias, los trabajadores,

* los viajeros, los inmigrantes,

*una muerte feliz y

* toda la Iglesia Universal.

También es conocido y querido por su intercesión en la compra y venta de casas, así como en la búsqueda de empleo. A San José se llama también Espejo de la paz, Terror de los demonios y Protector de la Iglesia. No puedo evitar pensar que él fue un hombre ordinario, como tú y como yo, es decir, no nació en estado de gracia como lo fue Nuestra Santísima Madre y que sin embargo, Dios Padre escogió para confiar a Nuestro Jesús.  Por esto, San José  a quien todos deberíamos llamar  Padre y  Señor  debería  ocupar el primer lugar en la lista de tus mejores amigos  para ir caminando por esta vida con sabiduría, prudencia, dominio propio, seguridad y confianza sólo para nombrar algunas de sus tantas virtudes.  Este año, que es tan especial  y en el que él estará activamente escuchando tus oraciones te invito no sólo a pedirle favores, que es importante, sino también a mostrarte curioso,  como cuando quieres conocer a alguien que admiras mucho.  Además  te invito a que practiques  algunas otras formas no convencionales  en las  que San José puede ser una gran ayuda para el crecimiento espiritual en cada día.

Te doy tres ideas para que  uses cuando:

Quieras ser prudente:  San José que  es santo patrono de la Iglesia Universal y el terror de los demonios, no tiene registrada ni una de sus palabras en la Sagrada Escritura. En lugar de sugerir poca importancia, este hecho ilustra su profunda humildad. ¡Mira lo que le ha dado al mundo en nombre de Dios sin una sola palabra escrita en la historia! Cuando me siento tentado a decir algo de lo que pueda arrepentirme, o cuando siento que mi silencio sería más caritativo que mis palabras, me gustaría pedirle a San José que me ayude a imitar su silenciosa humildad. Tengo que confesar que esto a lo largo de mi vida cristiana ha sido sumamente difícil.

Quieras  seguir tus sueños: Dios a menudo hablaba con José a través de los ángeles en los sueños . Un ángel se acercó a José y reveló el plan de Dios para el nacimiento de Jesús. También apareció un ángel en los sueños de José que le advirtió de los planes de Herodes y  les ordenó que huyeran a Egipto. Ambas indicaciones requerían mucha confianza en Dios de parte de San José. Ninguna de las dos tareas fue fácil. “ En el primer sueño el ángel lo ayudó a resolver su grave dilema: «No temas aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,20-21). Su respuesta fue inmediata: «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24). Con la obediencia superó su drama y salvó a María.En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2,13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar: «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, donde estuvo hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15).En Egipto, José esperó con confianza y paciencia el aviso prometido por el ángel para regresar a su país. Y cuando en un tercer sueño el mensajero divino, después de haberle informado que los que intentaban matar al niño habían muerto, le ordenó que se levantara, que tomase consigo al niño y a su madre y que volviera a la tierra de Israel (cf. Mt 2,19-20), él una vez más obedeció sin vacilar: «Se levantó, tomó al niño y a su madre y entró en la tierra de Israel» (Mt 2,21).Pero durante el viaje de regreso, «al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, avisado en sueños —y es la cuarta vez que sucedió—, se retiró a la región de Galilea y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret» (Mt 2,22-23)”.” Carta Apostólica Patris Corde

Ahora  te pregunto: ¿Qué sueños ha puesto el Señor en tu corazón? Es posible que no veas ángeles en tus sueños reales, pero Dios hace un llamado a cada uno en nuestros corazones.

¿Tus sueños parecen demasiado grandes o imposibles de ser para ti? Pídale a San José que te  ayude a ser tan confiado y confiada  en Dios como lo fue él. Puede ser que no todo lo que sueñas se cumple pero Dios siempre te dará lo que mejor conviene a tu alma.

Te toque vivir  contracorriente :  ¡Nuestro tiempo! Los caminos de Dios no son los caminos del mundo, y ser cristiano en nuestra época no viene sin sacrificio social. San José se convierte en nuestro mejor amigo  de esta manera. Se casó con María  a pesar de su embarazo «escandaloso». No  consumaron su matrimonio . Pasó algunos años como un extraño en Egipto para proteger a su hijo. San José sabe lo que se siente nadar contra la corriente.  Estamos en unos tiempos difíciles para la Iglesia. Mirar mucho a San José, contemplarlo en silencio y quizá dentro de una Iglesia nos puede llenar mucha fortaleza.

Dile a  San José que te regale su presencia:   aunque inmensamente santo, era un humano imperfecto como tú y como yo. Y, sin embargo, fue puesto a cargo de las dos personas en la historia del mundo,  perfectas. Uno era Dios mismo. La otra era su madre, perfectamente preservada de la mancha del pecado y elegida para llevar al Salvador del mundo. San José fue responsable de proporcionarles comida, refugio y seguridad. Cuando nos sentimos abrumados por la responsabilidad, cuando sentimos que  ya no podemos más  , San José es un intercesor ideal. Él puede ayudarnos a confiar más en Dios que nosotros mismos.

Que  tú y yo podamos imitar su gran amor por Dios, su humildad, su confianza, su esperanza y su coraje. San José,  sé  mi espejo. San José, mi Padre y Señor enséñame a obedecer a Dios.

FIRMASHEILA

Sheila Morataya
Austin, TX
www.sheilamorataya.com
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Sheila Morataya es la Editora de la sesión de la mujer desde la creación de encuentra.com Es psicoterapeuta, coach de vida y talento para la radio y la televisión en los Estados Unidos. Actualmente es Productora Ejecutiva para Relevant Radio en español en los Estados Unidos. Autora de 6 libros entre ellos «El espejo: ámate tal como eres».

Cuando no está trabajando puedes encontrarla sembrando flores, dando clases de desarrollo personal a jovencitas o cocinando para su familia. Puedes escribirle a  sheila@sheilamorataya.com

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