Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Se cumplieron mil días de la invasión de Ucrania. Un aniversario trágico por las víctimas y la destrucción que ha causado. El Papa Francisco nos invita a rezar por la paz y trabajar para que en ese país, y en cualquier lugar donde la violencia se hace presente, las armas dejen paso al diálogo y el enfrentamiento al encuentro. El Espíritu Santo no deja de querer conducirnos a la paz y a la verdadera felicidad, a la santidad. Y uno de los modos en que lo hace es a través de los carismas. El Papa Francisco ahora reflexionó sobre esa acción carismática. Para comprender en qué consiste el carisma, hay que tener en que cuenta sus dos elementos: Primero, es un don concedido para el bien común, más que para la propia santificación; y segundo, el carisma es un don concedido “a uno”, o “a algunos” en particular, no a todos del mismo modo, y esto es lo que lo distingue de la gracia santificante o los sacramentos, que son idénticos y comunes a todos.
2) Para pensar
Un joven universitario ucraniano escribió una carta conmovedora al Papa, quien quiso compartirla. Dice así: «Padre, cuando el miércoles recuerde mi país y tenga la oportunidad de hablar al mundo entero en el milésimo día de esta terrible guerra, le ruego que no hable sólo de nuestro sufrimiento, sino que sea también testigo de nuestra fe: aunque imperfecta, su valor no disminuye, pinta con pinceladas dolorosas el cuadro de Cristo resucitado. Estos días ha habido demasiados muertos en mi vida. Vivir en una ciudad donde un misil mata y hiere a decenas de civiles, ser testigo de tantas lágrimas, es difícil. Hubiera querido huir, hubiera querido volver a ser un niño abrazado a mi mamá, honestamente, hubiera querido estar en el silencio y el amor, pero doy gracias a Dios porque a través de este dolor aprendo a amar más. El dolor no es sólo un camino hacia la ira y la desesperación; si está basado en la fe, es un buen maestro de amor. Padre, si el dolor hace daño, significa que amas; por eso, cuando hable de nuestro dolor, cuando recuerde los mil días de sufrimiento, recuerde también los mil días de amor, porque sólo el amor, la fe y la esperanza dan verdadero sentido a las heridas». Así escribió este joven universitario ucraniano.
3) Para vivir
Cada persona está llamada a una comunión con Dios, a través de su camino personal. Para que lo consiga, el Espíritu Santo concede su ayuda particular y a cada uno su carisma personal. Son dones personales que hay que agradecer. Aquí se observa la vivacidad de la Iglesia, son los distintos caminos que han surgido y siguen surgiendo en nuestro tiempo. Es el carisma dado a un grupo, a través de una persona. Con ello se revalora el papel del laico pues con sus carismas enriquecen y contribuyen a la misión de la Iglesia
Puede darse el malentendido de pensar que los carismas son capacidades espectaculares y extraordinarios, y entonces sentirse excluidos. Pero no es así; se trata de dones ordinarios que adquieren un valor extraordinario al ser inspirados por el Espíritu Santo. Por eso se puede afirmar que cada uno de nosotros tiene su propio carisma que ha de ponerlo al servicio de los demás. Esos dones son de todos. Que sepamos servir a todos con ellos. (articulosdog@gmail.com)
29 de noviembre de 2024
::::::: Da click aquí para encontrar más de mis reflexiones::::::::
Compra mi libro «Para saber, para pensar, para vivir
………………………….
Padre José Martínez Colín: Ingeniero en Sistemas por la UNAM, Licenciado en filosofía por la Universidad Panamericana y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra.
Capellán del Colegio Chapultepec en Culiacán.
Lleva más de 20 años dando clases sobre todo de Lógica y Gnoseología en el Seminario de Culiacán.