Los abuelos amorosos, sabios, y trabajadores.

Oscar Ibáñez

La historia de Jacob y José es una historia de amor entrañable, llena de dolor y vicisitudes con un emotivo y significativo final; ya anciano y en medio de una gran sequía, Jacob parte de Canaán y se va a Egipto con toda su familia, donde es recibido por el hijo al que creía muerto: “Cuando se encontraron, José se fundió con su padre en un abrazo, y durante un largo rato lloró sobre su hombro. Entonces Israel (Jacob) le dijo a José: ¡Ya me puedo morir! ¡Te he visto y aún estás con vida!” Génesis 46, 29-30.

El patriarca que fundó y proveyó para una gran familia, en la desgracia es apoyado junto con el resto de los familiares por el hijo menor, que ahora está en posición de retribuir y proteger a su padre y sus hermanos, a pesar de las traiciones y agravios previos. Esta imagen de profundo amor y ternura, con sus variaciones y matices, es un ejemplo que se repite en la historia de la humanidad.

Recién leí un artículo de un pediatra en un diario argentino, que describe como el rol de los abuelos fortalece a las familias y a la sociedad, dado que ellos juegan un papel complementario en la formación, estabilidad y sustento de las nuevas generaciones, cuando uno o ambos padres no están con sus hijos y los abuelos apoyan subsidiariamente.

Por otra parte, frente al fracaso del estado benefactor, y la crisis en las pensiones de trabajo, quienes ya no pueden valerse completamente por sí mismos, en muchos casos solo encuentran apoyo en sus familias.

Por una desgracia de decisiones “políticamente correctas”, ahora ya no se habla de los abuelos, ahora se dice “adultos mayores”, supuestamente por “delicadeza” en el lenguaje. En realidad, la construcción narrativa hace que el adulto mayor quede explícitamente aislado de la familia, y de alguna manera, también de la sociedad con su nueva denominación. El título de  abuelo además de tener una dignidad y calidez especial, implica también ser parte de una familia.

Las consecuencias de esta construcción narrativa son muy graves y de gran impacto; al adulto mayor se le estereotipa como a una persona aislada y en decadencia, sujeto de apoyo marginal en políticas públicas asistenciales, que además en muchos casos tienen un enfoque clientelar. Es una narrativa que desvincula, demerita y utiliza. Por el contrario, el abuelo es sujeto de una dignidad especial dentro de la familia, con posibilidades de dar y recibir apoyo en su nueva etapa de vida.

Las estadísticas familiares del INEGI en México, muestran que la cuarta parte de los hogares cuentan por lo menos con una persona mayor de 60 años entre sus miembros, y poco más de la cuarta parte de los hogares incluye algún otro familiar además de padres e hijos. Del total de los hogares en el país, el 20 % de ellos está dirigido por una persona de más de 60 años: 14.4% por varones y 5.6 % por mujeres.

Estos datos muestran que más que ser una carga, en realidad un número muy importante de abuelos, son proveedores en su hogar, y además, en el caso de las mujeres, el 78.6 % lo hace como mujer sola por viudez, separación o divorcio. Contra un 10.4 % que tiene esta condición entre los varones.

Los abuelos, además nos conectan con nuestras tradiciones, y de esa manera permiten que las nuevas identidades estén enraizadas en valores y cultura propios, que a su vez se actualizan en los nuevos contextos que nos toca vivir, situación que no se da cuando no se procuran estos vínculos.

Todos hemos leído o escuchado alguna vez la parábola del hijo pródigo, yo me quedo con la ternura del abrazo entre padre e hijo, que en distintas circunstancias resume la propuesta cristiana de amor para la familia y la sociedad. “Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” Lucas 15, 20.

Me parece que una perspectiva cristiana de la dignidad de los abuelos, debe generar políticas públicas distintas, que fortalezcan a las familias, en lugar de que tiendan a aislar, demeritar, y condicionar a los abuelos. Y por otra parte, que en nuestras familias revaloremos el papel de los mayores que llevan mucho tiempo dando y seguramente lo seguirán haciendo, y al mismo tiempo, estar pendientes del apoyo afectivo y material que indefectiblemente necesitan y necesitarán.


Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez

Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y aprendiz de bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.

Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»

Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).

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6 comentarios

  1. Felicito a mis hermanos que participan con un comentario sobre lo que significan los abuelos para nosotros los cristianos catolicos, Esta percepcion sobre el trato que recibimos parece en general en America Latina, pareciera que es igual en todas partes.
    Creo que los instrumentos comunicacionales , llamase Televisón y otros han sido en gran parte los responsable de esta desgeneracion del trato acia los abuelos.
    Nosotros, mi esposa y mis hijos conversamos de este tema y hemos observado algo muy especial en nuestros hermanos Mapuches, que nos dan un ejemplo en el trato con sus abuelos,desde el mas pequeño hasta los jovenes como los respetan ellos.

  2. POR SUPUESTO QUE COMPARTO CON EL AUTOR DE ESTE ARTICULO SUS APRECIACIONES SOBRE LAS PERSONAS QUE REBASAN LOS 60 AÑOS, Y ESTOY DE ACUERDO EN QUE LOS ABUELOS PODEMOS APORTAR MUCHA EXPERIENCIA PARA LOGRAR LA INTEGRACION FAMILIAR DE LAS NUEVAS GENERACIONES PARA SEGUIR HACIENDO DE LA FAMILIA LA CELULA PRINCIPAL DE LA SOCIEDAD, QUE BUENO QUE DE ALGUNA MANERA NOS REIVINDICA COMO PERSONAS UTILES.

  3. El don y gracia que Dios da, es un conocimiento que se ha forjado en la experiencia, en una vida de esfuerzo y dolor; más no es una mera experiencia de vida; en la familia por parte de los abuelos se transmite en el amor hacia aquellos que son parte mía, fruto de mi vida, ahí se da entonces la sabiduría, que a fin de cuentas es una Vida Verdadera. Nadie más puede transmitir esto en la humanidad. Los abuelos son el bien y la verdad forjados, bondad y sabiduría hacia los que vienen. Excluirlos es una necedad que mantiene al hombre en la adolescencia del ser, el hacer, el vivir. Por otra parte, es momento precioso para el mismo abuelo, pues enfrenta con la solidez de su vida, la experiencia más hermosa, volver a la Cuaresma de la vida acompañado del amor de sus hijos y nietos. Volver a la indefensión ante el mundo, con lo único que es necesario para enfrentarlo, el amor de la familia que me guarda, me cubre, me sostiene, como fruto del amor sembrado, cultivado y cosechado. Es aceptación humilde del evangelio, cuando quedamos en manos de otros, confiamos en otros y nos dejamos en sus manos, para que nos ciñan y lleven a donde ellos quieren. La confianza en Dios es total, no puedo nada más que esperar en mis hijos, aquellos a los que herede la tierra. En la Cuaresma de la vida, el hombre vuelve a lo esencial: vivir por amor, confiado en el, esperando la caridad, de Dios y de los hombres.

  4. Yo tuve la fortuna de crecer con mi abuela y valoro y aprecio cada segundo con ella. Es una lastima que como sociedad estemos relegando a quienes han caminado ya mucho por esta vida y tal vez necesiten alguien con quien platicar o simplemente recordar buenos años. Saludos Oscar!

  5. Afortunadamente mis hijos tienen aun sus abuelos y el carinio mutuo, que se dan no se los compensa nadie mas. Muy cierto que existen aun muchisimos abuelos que son el sosten economico y apoyo moral de las familias, ojala asi siga siendo.

  6. ME GUSTA PENSAR QUE HAY PERSONAS QUE PIENSAN COMO YO. EN LA SOCIEDAD QUE NOS TOCA VIVIR PARECE QUE LOS ABUELOS,ADULTOS MAYORES, NO TENEMOS NADA QUE HACER EN ESTA SOCIEDAD TAN MODERNIZADA,DONDE SI NO
    MANEJAS UN ORDENADOR,TIENES UN I´´FOND, UN I´PAD, TE COMUNICAS POR VIA ,WUASSAP, NOS WUASAPEAMOS Y QUEDAMOS, NO ERES NADIE TE EXCLUYEN DE SU VIDA …….POR QUE NO ENTIENDES, O´PARA QUE LO QUIERES TU SI TOTAL PARA LO QUE HACES NO LO NECESITAS………..FORMA MUY SUTIL DE EXCLUIRTE DE SUS VIDAS, SIN DARSE CUENTA QUE LO QUE TIENEN, TODO FORMACION HUMANA, INTELECTUAL,MODOS DE VIVIR, ESTAR PREPARADOS PARA LA VIDA MODERNA QUE ELLOS SE HAN MONTADO………

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