Catecismo de la Iglesia Católica

La necesidad del Bautismo.

SEGUNDA PARTE LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO

SEGUNDA SECCIÓN: LOS SIETE SACRAMENTOS DE LA IGLESIA

CAPÍTULO PRIMERO LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

Artículo 1 EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

 

VI La necesidad del Bautismo

 

1257 El Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (cf Jn 3,5). Por ello mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las naciones (cf Mt 28, 19-20; cf DS 1618; LG 14; AG 5). El Bautismo es necesario para la salvación en aquellos a los que el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento (cf Mc 16,16). La Iglesia no conoce otro medio que el Bautismo para asegurar la entrada en la bienaventuranza eterna; por eso está obligada a no descuidar la misión que ha recibido del Señor de hacer "renacer del agua y del espíritu" a todos los que pueden ser bautizados. Dios ha vinculado la salvación al sacramento del Bautismo, pero su intervención salvífica no queda reducida a los sacramentos.

 

1258 Desde siempre, la Iglesia posee la firme convicción de que quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el Bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo. Este Bautismo de sangre como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento.

 

1259 A los catecúmenos que mueren antes de su Bautismo, el deseo explícito de recibir el bautismo unido al arrepentimiento de sus pecados y a la caridad, les asegura la salvación que no han podido recibir por el sacramento.

 

1260 "Cristo murió por todos y la vocación última del hombre en realmente una sola, es decir, la vocación divina. En consecuencia, debemos mantener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido sólo por Dios, se asocien a este misterio pascual" (GS 22; cf LG 16; AG 7). Todo hombre que, ignorando el evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que semejantes personas habrían deseado explícitamente el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad.

 

1261 En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf 1 Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo bautismo.
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7 comentarios

  1. Catolico ignorante .. Futuro protestante
    Hay que insistir con esa terquedad santa en el conocimiento de Dios para no ser arrebatados de nuestro alimento divino «La Eucaristía»

  2. es importante el catecismo para que desde que una edad temprana los niños puedan comprender la importancia de la religion en su vida.

  3. Te recomiendo leas con detenimiento sobre la postura de la iglesia católica y el limbo y el tema en general de lis bbs no bautizados. Estarás mas tranquila. Compártelo con tu amiga. Saludos.

  4. Atiendo como laico comprometido, las exequias en este medio, por pedido de nuestro señor Obispo, y ante la carencia absoluta de consagrados.
    Un amigo un dia me llama porque su bisnietos, luego de nacer, habia sobrevivido una hora, luego de la cual murió sin bautismo.
    Me pìdió que lo bautizara, pero dudè ante carencia de conocimiento al respecto, y no lo bauticé, por ser un cadàver.
    En un instante, gracias al Señor Espiritu santo, me recordé haber leido en un documento del Cuerpo de obispos, desde Italia, que quellos que mueren sin bautizar, resonó en mi mente de que » sono affidati alla Misericordia del Signore», es decir encomendados a la misericordia del Señor, por lo cual, acoimpañé el feretro hasta el cementerio y luego de la Señal de Cruz, me acerque junto a los presentes, deudos y circunstantes, al lugar donde iban a ser inhumados los restos, al cual hice una aspersión, rezando junto con todos la oración del Padrenuestro. Seguidamente ujna oración relacionada contenida en libro del ritual a ese efecto, y luego, tambien gracias al Espiritu anto una breve reflesxión catequistica y reconfortante por la Esperanza en la Salvación. Nos santiguamos y nos despedimos. Quiera Jesus, recibirlo en su lo que deseamos de corazón sea también nuestra Casa, perdone mis pecados respecto de hecho, y que El nos conduzca a esa Vida Eterna que tanto anhelamos. Adorado y Alabado Dios Uno y Trino. Ten misrricordia de nosotros y del mundo entero. Lleva al cierlo a todas las Almas, y socorre especialmente a las más necesitadas, que no son pocas.

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