La fiesta de todos los Santos

La fiesta que hoy celebramos es fiesta y gozo de recolección. Por esta época del año los hombres del campo terminaban de recoger los últimos frutos de la cosecha, antes de que comenzase el invierno y el tiempo de espera. La Iglesia, deudora en tantas cosas de la cultura agraria, tomó ejemplo para recoger minuciosamente y celebrar todo el copioso fruto de la redención, es decir, todo cuanto de bueno y justo ha granado y sigue granando en este mundo de Dios. Porque no todo es malo, ni mucho menos, gracias a Dios.

La fiesta de Todos los Santos no es una reválida para confirmar a todos los que hemos ido festejando, uno a uno, en el calendario. Es más una repesca, para no dejar fuera de nuestro gozo y de nuestra memoria a todos, hombres y mujeres, santos y ejemplares, cuyos nombres no figuran ni caben en el listado de los 365 días del año, pero cuyos nombres figuran destacados en el libro de la vida, delante de Dios. Celebramos la fiesta de todos los que fueron bautizados en agua y espíritu y nos han precedido en la fe, pero también festejamos a los que recibieron el bautismo de sangre en su sacrificio por la justicia, y la de los que han sido bautizados en su deseo, en su buena voluntad, contribuyendo con su trabajo y sus labores a construir un mundo más amable y humano. Celebramos, en definitiva, la gracia de Dios, que es germen y semilla de todo lo noble y bueno y justo y hermoso que abunda en la vida.

EUCARISTÍA

1 2Página siguiente

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.