Hombre Peligroso

Un emigrante se convierte en un poderoso traficante de armas que vende toda clase de material bélico a dictadores sanguinarios, mientras que oculta a su esposa la naturaleza de sus “negocios”

Título en inglés: Lord of War

Director: Andrew Niccol

Intérpretes: Nicolas Cage, Jared Leto, Ethan Hawke, Bridget Moynahan, Eugene Lazarev

Año: 2005, Lions Gate

Género: Drama

Contenidos Específicos: Violencia extrema que incluye asesinatos a sangre fría, situaciones sexuales con desnudez parcial, drogadicción, estereotipos raciales y lenguaje vulgar abundante.

Clasificación MPAA: R (RESTRINGIDA Sólo para mayores, los menores de 17 años requieren ser acompañados por alguno de sus padres o un adulto con criterio)

*MPAA: The Motion Picture Association of America

Reseña:

Yuri Orlov (Nicolas Cage) es un emigrante de Ucrania que llegó a Estados Unidos con sus padres, que se hicieron pasar por judíos para huir de la Unión Soviética. En Nueva York establecen un restaurante de comida típica, pero a Yuri no le atrae la perspectiva de una vida dedicada a ese negocio y pasa buena parte de su tiempo tratando de decidir qué hará con su futuro. Un día presencia por accidente un ajuste de cuentas de la mafia rusa y esto lo lleva a la conclusión de que la gente siempre se está matando en todo el mundo, por lo que decide que será proveedor de armas. Se asocia con su hermano menor Vitali (Jared Leto). Sin embargo, éste no soporta la carga moral que significa el proporcionar armas a mercenarios y líderes sanguinarios que asesinan a la población civil sin misericordia y cae en la adicción a la cocaína, retirándose del “negocio”.

Aunque Yuri protege siempre sus transacciones bajo apariencias de legalidad, es consciente de la inmoralidad de sus actividades, tanto así que las oculta a su esposa Ava (Bridget Moynahan), quien ignora que la vida opulenta que llevan se sustenta en el tráfico de la muerte.

El filme aborda temas interesantes como los efectos de la venta ilegal de armas en la escalada mundial de la violencia, la complicidad de las naciones desarrolladas en la proliferación de armas en los países del “tercer mundo” y, por supuesto, lo lucrativo que resulta para aquellos que manipulan este tráfico. Desgraciadamente la narrativa, inteligente y aguda en general, decae casi al final por la inclusión de algunas situaciones melodramáticas muy predecibles.