VIAJE DEL PAPA A TIERRA SANTA

La visita del Papa Benedicto XVI a Jordania es importante desde muchos aspectos; político, social, religioso, y se centra particularmente en la paz en Oriente Medio. Esto es lo que el padre Rif\\’at Badr, portavoz oficial de la Iglesia católica en Jordania dijo sobre los cinco aspectos de la visita papal al país.

La libertad religiosa es un derecho humano fundamental; violencia y conflicto entre Occidente y el mundo musulmán no son inevitables.

El Papa llegó el 8 de mayo. Luego de ser recibido en el aeropuerto, visitó el centro Regina Pacis, para discapacitados, enfatizando las actividades sociales de la Iglesia en Jordania.

El Monte Nebo está localizado al sur este de Ammán, a 800 metros sobre el nivel del mar.

Desde este monte, el profeta Moisés vió la tierra prometida antes de su muerte.

Esta ciudad ubicada en el sur de Ammán recibe al Papa, quien bendicirá la piedra angular de la Universidad de Madaba, promovida por el Patriarca latino en Jerusalén, que asegura la presenia de la Iglesia en ese territorio.

La religión en sí misma no es causa de división; la manipulación proviene de quien se aprovecha de las divisiones de la historia mientras que los verdaderos creyentes deben testimoniar que cada hombre sigue estando en el vértice del diseño de Dios para el mundo y para la historia.

El Papa ha recordado que Moisés contempló la Tierra Prometida desde lejos, al final de su peregrinación terrenal.

Su ejemplo nos recuerda que también nosotros formamos parte de la peregrinación sin tiempo del Pueblo de Dios a lo largo de la historia, para cumplir la misión del Señor y dar testimonio del Evangelio del amor y la misericordia universal de Dios.

La fe madura guía a las personas, el conocimiento ofrece beneficios extraordinarios a la humanidad, la sabiduría religiosa y ética son el centro de la formación. Lo afirmó el  Papa en la ceremonia de bendición de la Universidad del Patriarcado latino en Madaba.

Esta mezquita es el sitio religioso más importante que Benedicto XVI visita. El Papa se encontró allí con los líderes religiosos, miembros del cuerpo diplomático y rectores de las universidades de Jordania, en la parte exterior de este lugar.

Benedicto XVIl ha invitado a todos a rezar y a alzar invocaciones para una paz duradera, generada por la justicia, la integridad y la compasión. Una paz que surge de la humildad y del perdón.

El antiguo tesoro viviente de la tradición de las Iglesias Orientales no tiene que entenderse simplemente como objeto a custodiar pasivamente. Con estas palabras ayer Benedicto XVI rindió homenaje a las Iglesias particulares que, en el interior de la Iglesia universal testimonian el dinamismo de su camino terreno y manifiestan la bondad universal de Dios. Celebrando las vísperas en la catedral greco-melquita de san Jorge en Ammán, el Papa expresó su aprecio por la fe que se hace caridad también a través de quienes no profesan el mismo credo.

El encuentro multitudinario es en el Estadio Internacional de Ammán. Se trata de un campo de fútbol de unos 8.000 m2, con una capacidad aproximada de veinte mil espectadores. En este estadio el Papa celebra la Divina Liturgia el domingo, 10 de mayo a las 10.00 horas y al final hay el rezo del Regina Caeli.

Una fiesta de fe, un mosaico multicolor de tradiciones así ha sido la santa misa en el estadio de Ammán ha ofrecido una ocasión a Benedicto XVI de confirmar a los cristianos de la región, invitándoles a permanecer en esta tierra con valentía. La valentía de la convicción nacida de una fe personal; la valentía de comprometerse en el diálogo y de trabajar al servicio del Evangelio ayudando al pobre, al desamparado, y a las víctimas de las profundas tragedias humanas; la valentía de construir nuevos puentes para hacer posible un encuentro profundo de personas de diferentes religiones y culturas. Irradiar el amor divino, ha dicho el Papa, que es el manantial y la finalidad de todo amor.

Una visita al lugar del bautismo de Jesús figura en el programa de la peregrinación del Papa en Jordania. Se considera uno de los tres lugares sagrados junto a la iglesia de la Natividad en Belén, la Vía Crucis y el Santo Sepulcro en Jerusalén.

Este lugar, a 50 kilómetros de la capital Ammán y a 9 del Mar Muerto, en el área de Wadi al Kharrar, se considera “Betania” y ofrece una vista a Jericó en Jerusalén por el oeste y al Monte Nebo en el este.

Que los cristianos trabajen por la paz, la justicia y la reconciliación. Lo ha dicho Benedicto XVI, en la ceremonia que ha tenido lugar el domingo por la noche en la localidad de Betania más allá del Jordán.

Se trata de la zona central de la predicación de Juan el Bautista y el escenario de la vida pública de Jesús. 

Los llevo en el corazón y rezo por ustedes. Ha sido un tributo que Benedicto XVI dio a Jordania, que lo acogió con afecto y entusiasmo en estos últimos días.