El hijo mayor

Como el arado abre surcos, el primogénito abre terrenos jamás pisados por él y por sus padres. Y aunque cueste, hay que evitar que con ese hijo se cumpla el refrán: `echando a perder se aprende».

Aseguran los especialistas que los primogénitos son los hijos con mayor riesgo psicológico. Absurda idea, piensan los padres y sobre todo los hermanos menores. Si nos atenemos a ciertos hechos anecdóticos, el hijo mayor pareciera ser un privilegiado: acapara casi todos los álbumes de fotos y filmaciones familiares, muchas veces el nombre de uno de sus papás y se da el lujo de mandar a los más chicos.

Pero estas ventajas no son más que aparentes. La realidad es que el hijo mayor está determinado por una cuestión que por más obvia que sea, no deja de ser crucial: es el primer hijo de unos padres que nunca han ejercido como tal antes. En otras palabras eso significa que el primogénito es el depositario de las expectativas familiares ?tiene todos los ojos puestos sobre él? y que los padres ante él se encuentran, frecuentemente, sin saber cómo hacerlo.

NO ES FÁCIL SER PAPÁ

Aprender a ser padres, significa sin duda, equivocarse y corregir. Los padres primerizos son lo que la psicóloga Beatriz Zegers llama «ambivalentes, cambiantes, poco consistentes». Eso hace que los hijos mayores sean más vulnerables y ansiosos porque una regla básica de la educación es que a mayor claridad de los padres, menor es el nivel de angustia.

El primogénito va rompiendo camino para avanzar en el ciclo de la vida, y con cada paso cuestiona y desafía a los padres a dar una respuesta nueva y adecuada. No es sencillo pasar de papá de un escolar a uno de adolescente. Por ejemplo, decidir el primer permiso para que ese hijo ande solo.

El hijo mayor pone a prueba a los padres, abre camino, sienta los precedentes para la educación de sus hermanos y él se da cuenta de esto.

ERRORES CLÁSICOS

Lucirlo como trofeo:

Con su natural regocijo los padres se olvidan de respetar el ritmo de desarrollo del niño. Quieren que camine a los diez meses, para que controle antes los esfínteres lo sientan desde los ocho meses en el baño y lo sobreestimulan para que los nombre lo antes posible. Además se entabla una absurda competencia con otras madres. Sería adecuado entender que el niño no es un objeto de vanagloria.

Infantilizarlo:

El mayorazgo ?es decir, los privilegios del primero por ser el mayor? está cada vez más de capa caída, lo que no deja de ser positivo. Lo negativo es que se lo ha reemplazado por una dificultad de los padres para aceptar que el primogénito es más grande y está en otra etapa que los otros hermanos. Un típico error es tratarlo como niño chico para no hacer diferencia con los otros. Por ejemplo, no dejarlo ver televisión o acostarlo a la misma hora que los menores. Lo justo en este caso es diferenciarlo de sus hermanos.

Asumir de padre:

Es lo que Beatriz Zegers llama la «parentalización». El niño impulsado por los padres empieza a asumir como papá y mamá frente a sus hermanos menores, sobre todo en familias largas con la idea de aliviar de trabajo a la madre. Con este molde, los hijos mayores son sobreadaptados o sobremaduros, dicho de otro modo, personalidades muy exigentes y de gran responsabilidad. Les cuesta reconocer debilidades y agobios y en el futuro pedirán ayuda muy a último momento.

El hijo mayor puede y debe ayudar siempre que no se barra con su individualidad ni que sea un sustituto del padre. Ningún hermano tiene la obligación de hacerse cargo en forma permanente de otro, salvo casos extremos de orfandad o abandono.

Sobredimensionar su rendimiento académico:

Generalmente los niños responsables, autoexigentes y que no expresan sus necesidades afectivas, se asocian a altos niveles de rendimiento académico. En resumen, muchos primogénitos son «ideales». Pero eso no asegura el equilibrio emocional porque viven para los demás y de lo que los demás piensan. Su seguridad afectiva la basan en el éxito intelectual-profesional acarreando en el fondo grandes problemas de autoestima.

Mejor sería relajarlos en su rendimiento escolar y hacerles ver cuánto se los quiere por otras cualidades como sencillez o alegría.

UN FACTOR DESEQUILIBRANTE

Los abuelos suelen ser factor de rivalidad entre los nietos. Generalmente sus ojos son el mayor. ¿Quién no ha escuchado a un abuelo señalar que está en su derecho el tener preferencias?

Es cierto que en su corazón pueden tener mayores aveniencias por el mayor, pero ojalá tomaran conciencia que sus preferencias absolutas por el mayor son fuente de hostilidad y conflicto entre los hermanos. Además los padres al tratar de compensar esta preferencia se vuelcan a los otros hijos. Los abuelos establecen así una cuña en la familia desequilibrando a los propios padres. Puede ser entendible que los abuelos tengan más cariño por alguno de sus nietos, pero nunca es aconsejable que eso se exprese.

Aunque no se puede generalizar, es común que los hijos mayores sean muy obedientes, responsables y atentos, y en su defecto, poco espontáneos, originales y creativos. A decir verdad, Beatriz Zegers señala que los mayores crecen con cierto temor, que no perciben hasta que son adultos. Temor de no cumplir cabalmente con todas las expectativas de unos, padres que lo adoran y que han hecho «todo» por él.

De alguna forma esto se ve reflejado a la hora de elegir alguna carrera profesional. Como muchos llevan el nombre del padre, se niegan a seguir su misma carrera, sobre todo cuando son hijos de padres «brillantes». No quieren tener los mismos profesores que los marcarán desde el comienzo esperando que sean como su progenitor. Por eso es normal ver a hijos mayores patalear un buen tiempo antes de aceptar su camino.

¿Y qué pasa si «fracasan» en sus estudios? Si hay padres con altas expectativas el fracaso es muy doloroso para el hijo. Además los padres cargan en el primogénito el peso y la responsabilidad del ejemplo. «¿Cómo quieres que te financiemos un cambio de carrera? Así el resto de tus hermanos tendrá más adelante el mismo derecho», espetan los padres. Las relaciones se vuelven conflictivas.

El hijo mayor pasa a ser una especie de termómetro de la educación que se dio a los demás. Si no resultó, son un fracaso como padres y si resultó, un éxito.

«MAYOR, FELIZ Y REALIZADO»

Como los hijos mayores se sienten exigidos, pero a la vez muy queridos ?y de hecho lo son? generalmente cumplen con las expectativas de sus progenitores. Se convierten en buenos alumnos y mejores profesionales, lo que les da gran seguridad en si mismos. A la vez tienen toda la materia prima para constituirse en maridos y padres dedicados y responsables. Es bastante común que ellos cuando se casen construyan una familia sana y estable, lo que sumado a un buen trabajo ?ambas situaciones logradas con su esfuerzo? hacen que este primogénito una vez crecido y con hijos propios se convierta en un hombre realizado y feliz.

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23 comentarios

  1. No lo creo, pues tengo un hijo mayor de dos hermanos mas pero es todo lo contrario anda siempre con un corage negativo y me maltrata a su hermano menor a el Estoy cansada y solo tiene 14 años …… muy trite pues creo que estoy fallando en mi rol como madre .

  2. Me vi reflejada! simplemente es algo raro pero cierto, somos 4 hijos y yo soy la mayor, y es muy cierto que implicitamente por haber nacido de primera me siento a cargo de mis hermanos, los amo, y daria mi vida por ellos, no les miento, los protejo, tambien los regaño cuando se lo merecen pero mas alla de eso siento que crecí antes de tiempo, desde los 2 años ya asumi el papel de hermana mayor porque nacio mi hermana, cuidaba a mi hermana y una vez cuando yo tenia 4 años me dejaron a cargo de mi hermana menor -en ese entonces la unica que tenia- de 2 años y mi mama me dijo, voy a subir a echar cupex -un antimosquito- no me demoro, y puedes creer que en esos 3 minutos que subio al segundo piso mi hermana tomó una vela encendida y se quemo con la parafina, y claro pegó el grito y se puso a llorar y enseguida vino mi mama toda asustada y del mismo miedo que ella tenia me regaño de una manera que jamas he podido olvidar, me dijo que era una irresponsable que cómo se me habia ocurrido dejar a mi hermana tomar la vela y que me fuera a la habitacion lejos de ella porque estaba muy disgustada conmigo, yo solo lloraba asustada por mi hermana y asustada por mi mamá. Esa fue la primera vez que sentí la responsabilidad de ser la protectora de mis hermanos, ahora grande me rio un poco de esto pero tambien me doy cuenta que maduré antes y que nunca me sentí verdaderamente una niña porque siempre en mi concepto fui una persona grande. Gracias a Dios eso no ha afectado directamente mi vida ahora -tengo 19 años- pero si es muy cierto todo lo que dice aqui, es un espejo de la vida de un hermano mayor y creo que sentirme responsable de mis hermanos es algo que ya es tan natural que a veces me sorprendo cuando veo que otras personas no se preocupan por sus hermanos de la misma forma que yo lo hago. Muchas gracias, excelente post!

  3. excelente articulo lo pricipal es educarlos con amor y hacer que vivan los valores del evangelio que tengan la sana costumbre de orar y depositar la confianza en Dios que todo lo puede

  4. Muy buien tema! sobre los hijos me parecen muy adecuados y oportunos para la reflexión de los que somos padres y para poder transmitir a los futuros padres para tratar de mejorar siempre

  5. muy bueno gracias

    muy bueno Dios concedeme sabiduria para poder llebar amis hijos por tus caminos y todo bendra por añadidura todo lo puedo en cristo que me fortalece

  6. Este artículo me conmueve mucho; porque soy hijo mayor y en gran parte de lo expuesto corroboro que ha sido así. Cuando eres primogénito no sólo de tus padres sino en la familia materna entera, y en consecuencia siendo el único nieto por parte de la familia de mi padre después de 15 nietos aproximadamente en llevar el nombre del abuelo (papá de 12 hijos); las expectativas y exigencias son alarmantes en todos los sentidos, prácticamente las circunstancias te convierten en un espejo humano. Afortunadamente me han sentir muy bien, apoyado y bien recibido a donde llego.

    Ahora que soy padre, intento educar a mi hija con equilibrio, sin altas exigencias, apoyándola en lo que requiera siendo ella participe de la solución, no ponerla en competencia nociva con sus primos, queriéndola, bueno en fin todo lo que contribuya en una sana crianza y educación.

  7. Un articulo muy interesante, espero que muchas familias tomaran nota de esto, creo que cambiaria positivamente el modo de enfocar el duro papel que es ser PADRES

  8. esta muy bueno el articulo,si es cierto que los hijos mayores cargan con todças las expectativas de los padres, pero lo cierto es que tenemos que saber cuando se lo esta exigiendo demas,sobre todo tienen que saber que lo amamos sobre toads las cosas.

  9. excelente les felicito por la preocupación de publicar estos artículos son de gran ayuda para nosotros los padres que tratamos de informarnos para cumplir de la mejor forma nuestro rol integralmente

  10. excelente les felicito por la preocupación de publicar estos artículos son de gran ayuda para nosotros los padres que tratamos de informarnos para cumplir de la mejor forma nuestro rol integralmente

  11. excelente les felicito por la preocupación de publicar estos artículos son de gran ayuda para nosotros los padres que tratamos de informarnos para cumplir de la mejor forma nuestro rol integralmente

  12. Pienso que el problema es que nuestros hijos son copias al carbon y nosotros cometemos errores de genberaciones atras que seguimos arrastrando y que solo romperemos ese ckirculo vicioso generacional pero solo con amor y emezando hoy quiza las siguiebntes generaciones mejores y no repitan los errores de geeracion pasadas

  13. Pienso que el problema es que nuestros hijos son copias al carbon y nosotros cometemos errores de genberaciones atras que seguimos arrastrando y que solo romperemos ese ckirculo vicioso generacional pero solo con amor y emezando hoy quiza las siguiebntes generaciones mejores y no repitan los errores de geeracion pasadas

  14. Pienso que el problema es que nuestros hijos son copias al carbon y nosotros cometemos errores de genberaciones atras que seguimos arrastrando y que solo romperemos ese ckirculo vicioso generacional pero solo con amor y emezando hoy quiza las siguiebntes generaciones mejores y no repitan los errores de geeracion pasadas

  15. es verdad que muchas veces les exigimos ser como nosotros y ver sus cualidades y talentos: a mi hija cami, la quiero mucho

  16. es verdad que muchas veces les exigimos ser como nosotros y ver sus cualidades y talentos: a mi hija cami, la quiero mucho

  17. es verdad que muchas veces les exigimos ser como nosotros y ver sus cualidades y talentos: a mi hija cami, la quiero mucho

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