En busca de esperanza y sanación

La semana pasada, publicamos los nombres de los sacerdotes que han sido creíblemente acusados de abuso sexual o de mala conducta hacia un menor de edad desde el año 2008.

A las víctimas y sobrevivientes de abuso les debemos el ser completamente transparentes en la manera en la que manejamos las denuncias y al enumerar los nombres de aquellos que cometen abusos.

La lista que publicamos actualiza nuestro “Informe al pueblo de Dios”. Este informe se publicó por primera vez en 2004 y documenta más de 70 años de denuncias de abusos contra sacerdotes de la arquidiócesis.

Hemos abierto también un nuevo portal de internet en el que se puede encontrar el reporte y la información sobre todo el trabajo que estamos realizando para proteger a los niños y para ofrecerles sanación a las víctimas: protect.la-archdiocese.org.

La realidad de la mala conducta de los clérigos y del abuso sexual infantil es un capítulo triste y vergonzoso de la historia de la Iglesia.

Sabemos que el abuso sexual infantil es un pecado y un delito que aflige a todas las áreas de nuestra sociedad, desde las escuelas públicas y otras agencias gubernamentales hasta organizaciones sin fines de lucro y comunidades de fe; esta triste realidad se encuentra incluso dentro de las familias.

Cuando los sacerdotes de la Iglesia católica cometen semejantes abusos, traicionan a Jesucristo y violentan el bienestar espiritual de almas y familias inocentes que Él ha puesto bajo el cuidado de la Iglesia.

Durante ya casi tres décadas, la Iglesia de aquí, de Los Ángeles, ha tenido en cuenta la mala conducta de los sacerdotes y el grave daño causado a muchos de nuestros niños. Hemos asumido la responsabilidad de nuestros fracasos y hemos reconocido que con demasiada frecuencia no respondimos con compasión hacia quienes sufrieron de abuso.

A partir de esta tragedia se hicieron importantes reformas.

La arquidiócesis ha implementado políticas estrictas para denunciar e investigar presuntos abusos y para destituir a los culpables del ministerio. También hemos establecido amplios programas de educación y verificación de antecedentes para asegurarnos de que nuestros niños estén seguros en nuestras parroquias, escuelas y ministerios.

Y este sistema está funcionando. La lista que publicamos la semana pasada muestra que, en los últimos 10 años, ha habido dos casos de mala conducta por parte de sacerdotes de la Arquidiócesis de Los Ángeles que involucran a menores actuales.

Estos casos habían sido hechos públicos anteriormente, en el tiempo en que las denuncias fueron recibidas por primera vez. En cada uno de estos dos casos, el sacerdote fue destituido del ministerio y las acusaciones en su contra fueron denunciadas a la policía.

Con la asistencia de valientes sobrevivientes de abusos y mediante el compromiso del personal y voluntarios de la Iglesia, hemos sido testigos de una dramática reducción en los casos de abuso en las dos últimas décadas.

Sin embargo, cada caso es un caso que no debería existir. Es un crimen cometido en contra de un alma inocente y es un pecado que clama al cielo exigiendo justicia y sanación.

A cada uno de ustedes, los que han sufrido abusos a manos de un sacerdote, le digo que lo siento mucho. Nada puede deshacer la violencia perpetrada contra ustedes, ni restaurar la inocencia y la confianza que se les robó. Me siento humillado por su valor y me avergüenzo de la manera en que la Iglesia los ha defraudado.

Debido a la realidad de la debilidad y la fragilidad humanas, no puedo prometer que erradiquemos completamente el abuso sexual infantil de la Iglesia o de la sociedad en general. Pero podemos y debemos seguir avanzando hacia esa meta.

Seguimos comprometidos y vigilantes en todos los niveles de la Iglesia para crear ambientes seguros para nuestros hijos, para informar e investigar las denuncias de conductas inapropiadas y para expulsar a los perpetradores del ministerio.

Y quiero hacer nuevamente este llamamiento: si usted, o alguien que usted conoce, ha sufrido abuso por parte de un sacerdote o de una persona afiliada a la Arquidiócesis de Los Ángeles, lo invito a que llame a nuestro Ministerio de Asistencia a las Víctimas al 800-355-2545, o que visite nuestro sitio web: protect.la-archdiocese.org.

Al presentar su caso, tengan la certeza de que su voz será escuchada y de que encontrarán compasión y comprensión. La persona que usted denuncie por haberlo dañado será destituida del ministerio en lo que sus denuncias son plenamente investigadas por la policía y por nuestro equipo de supervisión.

La sanación de las víctimas y de los sobrevivientes del abuso —de cada uno de ustedes— es mi prioridad.

El encontrar la capacidad de confiar de nuevo es un recorrido lento y difícil. Pero prometo que haré ese viaje con ustedes, junto con toda la familia de Dios de aquí, de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

De una manera especial, esta semana me gustaría pedirles a todos los que forman parte de la familia de Dios de aquí, que ofrezcan oraciones especiales por las víctimas-sobrevivientes de abusos.

Que cada víctima-sobreviviente encuentre esperanza y la sanación en Jesucristo, que la Santísima Virgen María sea la madre de todos nosotros y que Dios nos conceda paz. VN

14 de Diciembre de 2018

Los escritos, homilías y discursos del arzobispo se pueden encontrar en ArchbishopGomez.com


q

El obispo José H. Gomez es actualmente Arzobispo de Los Ángeles, California, la comunidad católica más grande en USA. Es también Vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y forma parte de la Comisión Pontificia para América Latina.

En su ministerio, el Arzobispo José Gómez anima a la gente a seguir a Jesucristo con alegría y sencillez de vida, buscando servir a Dios y a sus vecinos en sus actividades diarias ordinarias.

Ha desempeñado un papel decisivo en la promoción del liderazgo de los hispanos y las mujeres en la Iglesia y en la sociedad estadounidense. Es miembro fundador de la Asociación Católica de Líderes Latinos y de ENDOW (Educación sobre la Naturaleza y la Dignidad de las Mujeres).

Durante más de una década, el Arzobispo Gómez ha sido una voz clara sobre cuestiones morales y espirituales en la vida pública y la cultura estadounidense. Ha desempeñado un papel principal en los esfuerzos de la Iglesia Católica para promover la reforma migratoria y es autor, entre otros libros,  del titulado: Inmigración y la próxima América: renovando el alma de nuestra nación.

>> ver más artículos de Monseñor José H. Gomez

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba

Copyright © 2024 Encuentra by Juan Diego Network. Todos los derechos reservados.