El presente y el futuro de los jóvenes

Cuando iba a entrar a preparatoria mi objetivo era escoger el bachillerato que me diera más opciones de clases y me permitiera posponer la decisión sobre qué carrera estudiar; para entrar a la universidad, escogí una carrera que me diera muchas opciones para desarrollarme profesionalmente al graduarme. Supongo que fue una tensión entre no saber exactamente que quería, y al mismo tiempo obtener las mayores herramientas disponibles para lo que viniera. Una manera de empezar a caminar en la incertidumbre del futuro.

Ahora puedo revivir una parte de las incertidumbres al ver a mis hijos caminar a través de esas decisiones, y observar a otros jóvenes dando los pasos que los encaminan hacia su futuro. ¿Y qué es lo que buscan los jóvenes hoy en México?

La Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012 elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM hace poco menos de dos años en todo el país, nos da claves para explorar algunas respuestas a las inquietudes de los jóvenes de esta generación.

Por ejemplo, la gran mayoría de los jóvenes considera valioso estudiar (93.9 %), sobre todo para conseguir un buen trabajo, y esto a su vez, como una definición del éxito en la vida. Sin embargo, la gran mayoría de los jóvenes espera principalmente obtener un buen salario (84.6 %) por su trabajo, o lograr estabilidad y prestaciones (40-42 %). Y sólo un 5.7 % de los jóvenes quiere tener un trabajo que le permita servir a los demás. Tampoco es muy importante que le permita un desarrollo personal (22.3 %), o que pueda hacer lo que le gusta (9.1 %).

Esta percepción de que el trabajo sólo debe servir para obtener dinero o éxito, es una muestra de la crisis de valores que tenemos en la sociedad y que ahonda los problemas de inequidad, injusticia y pobreza. Este es un punto de partida para reorientar la educación en México, educando para servir a otros, y mediante ese servicio solventar las necesidades económicas propias, mediante ese camino podemos vivir una verdadera cultura de la solidaridad y encuentro como nos invita el Papa Francisco.

Otro dato asociado al trabajo muestra que solo el 16% de los jóvenes ha intentado tener un negocio propio, y de ellos la mitad si lo han conseguido. Aunque el 8 % es una cifra pequeña del total de jóvenes, lo importante es que 8 de cada 10 que lo intentaron, aún siguen con su negocio. Esta es una buena alternativa para los jóvenes y para el país que no se está desarrollando adecuadamente, lamentablemente las políticas públicas no consideran la inclusión de los jóvenes en la economía desde sus propios negocios.

Aunque casi todos los jóvenes consideran que la familia es lo más importante en su vida (98.9 %), a la hora de definir el éxito, la familia está en cuarto lugar de importancia (25.5 %), después de: ámbito laboral (36.6 %), nivel de vida (34.3 %), y educación (28.8 %). Estos datos aparentemente contradictorios, nos hacen ver que hay un énfasis mayor en cuestiones materiales, o laborales, ya que incluso la educación se percibe como una herramienta para mejorar en ese ámbito, y que la expectativa de la familia aun siendo importante se ve rebasada por estas aspiraciones.

De hecho, en la encuesta se reitera que las condiciones que se consideran más importantes para lograr el éxito son una buena educación (52.2 %), o trabajar duro (25.8 %), y sólo un (9.1 %) considera que tener una familia unida es una condición para tener éxito. Esta percepción de los jóvenes no es consistente con resultados de un estudio comparativo de la UNAM que muestran como la familia se asocia con el bienestar, pero eso será materia de otro catblog posterior.

Cada año muchos jóvenes hacen sus exámenes para tratar de ingresar a la UNAM, y casi 100 mil son rechazados, esta cifra se repite año con año y muestra la debilidad de oferta de la educación pública universitaria en México, a pesar de que representa en la expectativa de los jóvenes el camino para conseguir un trabajo y el éxito. Un ataque directo y sistemático a la esperanza de muchos de ellos.

Las expectativas de los jóvenes mostradas en sus respuestas, marcan la necesidad que tenemos todos de ayudarlos a tener expectativas de mayor desarrollo personal y servicio a los demás más que económico, y mostrar que la importancia que le dan a la familia es una intuición que los puede llevar a descubrir que el éxito, y la posibilidad de ir resolviendo las incertidumbres del futuro pasa por tener una familia unida.


Oscar Fidencio Ibáñez Hernández
@OFIbanez

Casado, padre de 3 hijos, profesor e investigador universitario, y bloguero. Ingeniero Civil, Maestro en Ingeniería Ambiental y Doctor en política y políticas ambientales.

Mexicano, católico, autor entre otros textos de «El Espíritu Santo en tiempos de Twitter: Documentos del Concilio Vaticano II para tuiteros. Celebrando el #AñoDeLaFe»

Admirador de la Creación en todas sus dimensiones. Nací en La Misión de Nuestra Señora de Guadalupe de los Mansos del Paso del Norte (Hoy, Ciudad Juárez, Chihuahua).

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